Análisis de ONE BTN BOSSES - El shmup en su mínima expresión
Un botón para dominarlos a todos.
Ah, el lenguaje... cuánta importancia tiene en nuestra vida cotidiana y qué poca atención le prestamos. Sabemos, aunque sólo sea de forma instintiva, que es una herramienta básica para comunicarnos con nuestros interlocutores y transmitir - unas veces con más acierto que otras - un amplísimo rango de mensajes. Sin embargo, y más allá del uso despreocupado que le damos a frases, chascarrillos y demás construcciones con las que intentamos transmitir ideas con poca trascendencia (”trae pan”), lo cierto es que las palabras tienen un gran impacto en todo aquello que nos rodea. Resultaría muy complicado, de lo contrario, justificar la existencia de los asesores de comunicación, unos profesionales que suelen medrar con especial soltura en el ámbito político pero que también encuentran un ecosistema fértil en los entornos corporativos. Así, recomiendan emplear términos asépticos tales como “Reorganización de la fuerza de trabajo” para evitar decir “despidos masivos” y así poder “cuadrar el balance” anual cuando lo que buscan es el crecimiento perpetuo de forma implacable.
Y aunque el mundo de ONE BTN BOSSES es, sin ningún género de dudas ficticio, los manierismos corporativos que en él aparecen son de un realismo, en ocasiones, escalofriante.
Desarrollado por el estudio independiente Midnight Munchies, ONE BTN BOSSES nos pone en el papel de El Piloto, la última e inexperta incorporación a las filas del indeterminado monstruo empresarial que servirá de eje narrativo de este título. A qué se dedica la empresa, qué bienes produce o qué servicios provee nadie lo sabe, pero lo cierto es que tanto su estructura como sus dinámicas están delimitadas en grado sumo, con lo que nuestro primer destino será, cómo no, recursos humanos. Cómo odio ese término.
No sin antes encontrarnos con un interino que se esforzará en explicarnos cómo está el patio por aquí. Y es que, para variar, las cosas siempre están complicadas para los novatos de escasa - o nula - experiencia. Y en un shoot ‘em up como el que plantea ONE BTN BOSSES más aún, sobre todo si tenemos en cuenta el hecho de que la totalidad de nuestros recursos iniciales la compondrán la friolera de un (1) disparo automático y un (1) único botón que sólo nos permitirá cambiar el sentido de nuestro movimiento. Y venga, a currar, que lleváis mucho rato cotilleando en la máquina de café. En lo que sin problema alguno podría ser una alegoría de la meritocracia más falaz, ONE BTN BOSSES nos suelta con escasos recursos mecánicos para eliminar a rivales que parten, ya de base, con amplias ventajas para enfrentarse al desafío que les plantea nuestro ascenso en la escala corporativa. Una escala que, por otra parte, es representada por un organigrama empresarial repleto de escenarios minimalistas en grado sumo que serán los testigos de nuestras oficinosas batallas frente a moradores de despacho y cafetería de todo tipo y pelaje. Así, sin más elementos que un saturado fondo y sencillas formas geométricas que delimitarán nuestro movimiento perpetuo - hasta que nos carguemos a, por ejemplo el de los cafés, claro está -, ONE BTN BOSSES construye unas ubicaciones perfectas para las mecánicas que plantea y desarrolla.
Y es que lo que comienza como una mecánica sencilla y accesible - un disparo automático y un cambio de sentido - se expande en términos de complejidad conforme vamos poniendo más títulos en nuestra tarjeta de visita. Y aunque nuestros esfuerzos nunca serán en vano, habrá ocasiones en las que echarle horas al tajo sólo redundará en nuevos esquemas de colores que, eso sí, ampliarán un ya de por sí reseñable apartado visual. En el resto de los casos se nos recompensará con jugosos bonuses al cerrar el ejercicio; esquivas que nos darán períodos de invencibilidad, disparos cargados, láseres y demás equivalentes a relojes caros de pez gordo nos pondrán en, más o menos, igualdad de condiciones con unos enemigos que, al comienzo de nuestro periplo laboral, lanzarán pequeños ataques y, conforme progresemos irán desplegando unos recursos corporativos dignos de mención.
La suma de todos estos inputs junto a nuestros outputs desemboca en unos enfrentamientos ágiles, duros y divertidos. No obstante, ONE BTN BOSSES es consciente de que, pese a que nos invita a experimentar con las herramientas que tenemos disponibles, puede que nuestra pugna para llegar a ser CEO no nos haya permitido desbloquear esa habilidad clave para despacharnos a, por ejemplo, el Chief Operating Officer, un puesto que casi nadie sabe para qué sirve pero, suponemos, cobra un pastón. En cualquier caso, y consideraciones operativas al margen, ONE BTN BOSSES nos permite hacer horas extra en un ligero modo roguelike que nos recompensará con la experiencia suficiente para desbloquear esa habilidad que tanta falta nos hace. Eso sí, los impactos que somos capaces de resistir en cualquier enfrentamiento de la campaña (tres, habitualmente) aquí se harán extensivos a toda la incursión, con lo que cualquier pequeño fallo en este modo sale caro. Nadie dijo que el multitasking fuera sencillo.
Y con esto casi que estamos listos para cerrar el ejercicio en vigor. ONE BTN BOSSES es un título redondo, que parte de una premisa sencilla y que demuestra como, con una buena idea y con grandes dosis de voluntad se puede hacer florecer cualquier mecánica, por limitada que esta parezca. Todo ello envuelto en una estética de elegante minimalismo y el suficiente mordiente en sus planteamientos y diálogos como para disparar (jé) con bala a cualquier estamento que puebla el mundo empresarial y que se atreva a ponerse en su punto de mira. No es, en absoluto, una propuesta para todos los gustos - casi ninguna lo es -, pero aquellos que se asomen a ella encontrarán humor, diversión, mecánicas originales y duros enfrentamientos que satisfarán a encallecidos veteranos del pilotaje y neófitos por igual.