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Análisis de One Piece: Unlimited Cruise SP

Half Piece.

Detrás de este primer One Piece que nos llega para Nintendo 3DS se esconde es un juego de tortas y exploración clásico con un control tradicional. Ya sabéis, el típico juego donde controlas a una tripulación de piratas que saltan y pegan sin cesar hasta que ayudan a todos sus amigos, derrotan al malvado jefe final, recogen el tesoro y se marchan a casa a fecundar a sus mujeres. Mucho absurdo y surrealismo por todas partes. Sencillo y además enorme, a pesar de su acertado aspecto infantil. O igual no…

Sea como fuere One Piece: Unlimited Cruise SP supone el salto a la nueva gama portátil de una de las series manga más rentables de los últimos años, esta vez de la mano de... ¡Namco Bandai! Pero con el aspecto tridimensional y la gracia y el salero que nos legó la modernísima (en su momento) Wii. Siguen presentes las mecánicas de combate machaconas, la pirotecnia sacada de cualquier viñeta de la Shonen Jump, el guión estereotipado, y el "jiji-jaja" que tanto atractivo le insufla a la licencia de Eiichiro Oda.

Sin embargo, el juego nos ha llegado a medias. En Japón el cartucho contiene tanto el One Piece Unlimited Cruise: The Treasure Beneath the Waves de Wii como su continuación, subtitulada Awakening of a Hero. Pero en Europa, además de pensar que todos somos viejos y que en cuestión de veinte años los robots sustentarán nuestra pirámide social invertida, también piensan que somos especiales y por eso nos limitan el contenido a la mitad. The Treasure Beneath the Waves es el único episodio incluido en nuestro territorio, y al parecer lo que motiva esta decisión es el elevado tamaño de los subtítulos (en cinco idiomas y voces en japonés). Para compensar el recorte se ha optado por incluir un modo de juego extra denominado The Marineford Episodes, donde se aprovecha una parte de la historia oficial de la serie para dar cabida a un modo de lucha versus, al margen del núcleo de la aventura.

En Unlimited Cruise se sitúa al jugador en un archipiélago remoto constituido por un entramado de áreas interconectadas entre sí al estilo Monster Hunter. El guión narra cómo el Thousand Sunny llega a la zona después de que Luffy, el capitán de los Piratas del Sombrero de Paja, atrape un orbe que surge del mar y una misteriosa voz le hable sobre un tesoro escondido en la zona.

El juego nos ha llegado a medias ya que en Japón el cartucho contiene dos juegos, pero en Europa nos han limitado el contenido a la mitad

Ya con los pies en tierra firme y tras reunir a toda la tripulación, el jugador puede empezar a explorar la isla, luchar con los enemigos que salen a su encuentro, recoger materiales y construir los objetos necesarios para avanzar o desbloquear alguna función del navío.

Durante el combate es posible alternar entre los personajes para aprovechar una u otra faceta, ya sea fuerza, velocidad, barra de vida, aunque siempre habrá alguno preferido. Y ya adelantamos que hay unos bastante más fuertes y útiles que otros, aunque la distribución sigue la lógica de la serie. Cada marinero tiene su propio estilo de lucha y habilidades, aunque al principio todos empiezan con un ataque simple y van consiguiendo nuevas técnicas a medida que derrotan enemigos (habrá que tener cuidado de mantenerlos a todos relativamente parejos en cuanto a desarrollo porque si llevas solo a uno concreto y luego lo pierdes... ¡FAIL!). Pero la evolución del personaje resulta aburrida, puesto que cuentas con muy pocas opciones en los primeros compases, y desconcertante por la ausencia de "barra de experiencia" o indicador de progresión.

El combate en sí no sorprende nada y se ajusta a lo que nos tiene acostumbrados Namco Bandai, con combos consistentes en puñetazo-puñetazo-puñetazo o puñetazo-puñetazo-puñetazofuerte, y el sistema carece de cualquier atisbo de innovación (¿ataques combinados, tal vez?), ni elementos consolidados hace años en el libro de estilo de los beat 'em up, como los contraataques o las esquivas. Incluso en los compases finales de la aventura en los que ya estarán disponibles la mayoría de ataques especiales y demás mandangas el sistema sigue pareciendo monótono y aburrido. Además la cámara tampoco ayuda a localizar a los enemigos de forma ágil cuando estás metido en faena.

E factor exploración tampoco va a ganar ningún premio. La fórmula consiste en recolectar materiales y bichos en las zonas que tenemos disponibles para poder acceder a lugares bloqueados, ya sea construyendo una nueva herramienta en el barco, desbloqueando una función o consiguiendo los odiosos Gabri Points. Esto último es una especie de moneda que se emplea para abrir determinadas zonas y es imprescindible para el avance. La forma de conseguirla es dándole de comer a Gabri (un monigote nuevo) cualquier elemento de tu inventario y dependiendo de su exclusividad obtendremos más o menos GP. Una forma magnífica de quemar el preciado botín y una molestia añadida a la creación y recolección de objetos, ya que los GPs y las herramientas van de la mano en la mayoría de puertas.

El juego es fiel a la obra original, pero el sistema de progresión cansino, el combate simplón y el recorte brutal de contenido del cartucho no pasan desapercibidos

El mayor problema de Unlimited Cruise al respecto es que carece de cualquier ayuda o referencia que oriente al jugador hacia el siguiente material necesario. De esta manera los paseos de un lado a otro buscando como un loco están asegurados, y el avance se vuelve pesado y descorazonador. Además el reducido tamaño del inventario nos obligará a visitar continuamente el barco para descargar cosas.

Entre paseo y paseo a veces saltarán escenas animadas bastante inspiradas, tanto por la calidad de la animación como por actuación de las voces japonesas. Gracias a ello el juego consigue trasmitir el feeling del anime y todo parece encajar como en un capítulo normal. Es más, técnicamente Unlimited Cruise no es ningún portento aunque los gráficos y las animaciones están bastante conseguidas y son fieles a cada personaje, a pesar de las ralentizaciones relativamente frecuentes o la cámara esquiva de los combates.

En conjunto, One Piece: Unlimited Cruise SP consigue, por un lado situar al jugador en un marco de juego fiel a la obra original y creíble en términos de posibilidades, gracias a los diálogos entre personajes, las escenas animadas, los jefes finales y los eventos que ocurren durante la aventura. Pero por otro lado, al desgranar cada una de sus capas hace aguas de forma evidente. El sistema de progresión cansino y frustrante, el combate simplón y el recorte brutal de contenido del cartucho se aúnan para lastrar el producto poderosamente. Y es curioso porque los aspectos negativos de Unlimited Cruise son, generalizando, los habituales en los productos de Namco basados en licencias de series de animación. Por ello no podemos sino recomendar este juego solo a aquellos seguidores fieles a la obra de Oda que no tenga otra cosa para entretenerse. Al resto le sugerimos que vayan corriendo a por el Ken's Rage, también de Namco.

5 / 10

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