Skip to main content

Análisis de Pandora's Tower

El penúltimo cartucho de Wii.

No cabe duda de que Wii es la gran vencedora de la generación en cuanto a ventas, pero al mismo tiempo ha sido la que más polémica ha suscitado. Son muchos los aficionados que se han mostrado decepcionados con la máquina de Nintendo debido a su escasa potencia gráfica y la consiguiente ausencia de los grandes títulos multiplataforma. Sin embargo, sus propias características la han convertido en una consola diferente, con un buen número de títulos exclusivos la mar de interesantes, con mucha personalidad y difíciles de encontrar en las máquinas de Microsoft y Sony.

Con Pandora's Tower se cierra una trilogía de RPGs que han alargado la vida de Wii para el jugador hardcore.

El ritmo de lanzamientos para la sobremesa de Nintendo ha ido disminuyendo de forma alarmante desde mediados de 2010, pero en ese mismo tiempo la consola ha recibido algunos títulos exclusivos muy a tener en cuenta, entre los que destaca el tridente formado por Xenoblade Chronicles, The Last Story y el juego que hoy nos ocupa, Pandora's Tower. No obstante, el de Ganbarion es distinto a los otros dos, y más que un RPG se trata de una aventura con elementos de rol en la que encontramos combates en tiempo real y un montón de puzles por resolver.

La historia empieza de forma bastante abrupta y desconcertante. Una joven llamada Helena huye de su reino junto con su amado Aeron y la misteriosa anciana Mavda después de sufrir una maldición por la que se convertirá en monstruo. La enigmática anciana les guía hasta la Cicatriz, una enorme sima sobre la que están suspendidas Trece Torres sostenidas por cadenas que, a su vez, evitan que la sima se agrande y el mundo se separe. En cada una de estas torres habita un Amo que Aeron deberá derrotar, llevando su carne a Helena para que esta se la coma y así curar su maldición. Poco a poco se irán desvelando más detalles sobre la maldición, el pasado de las torres y el mundo en el que está ambientado el juego, y lo que al principio parecía un argumento simple se va enriqueciendo, convirtiéndose en una historia bastante compleja e interesante, con raíces en centenares de años antes del presente.

Solo llegar a la Cicatriz nos establecemos en el Observatorio, un edificio situado frente a las torres que sirve de hogar a los protagonistas y en el que podemos hablar con Helena y Mavda. La relación con la joven tiene su importancia, ya que existe un medidor de afinidad entre Helena y Aeron que podemos aumentar charlando con ella, haciéndole regalos o entregándole textos antiguos para que los traduzca. No os queremos desvelar nada, pero ya os podéis imaginar que tener mucha afinidad con nuestra amada nos beneficiará en un momento u otro del juego. Por su parte, Mavda hace las veces de comerciante, y hablando con ella podemos comprar y vender objetos, además de crearlos o repararlos mediante materiales que consigamos en las torres. También podemos mejorar nuestras armas con dichos materiales, algo que es imprescindible si queremos sobrevivir en territorios hostiles. Como veis, los elementos de rol están muy presentes en el juego.

"Llama la atención la cohesión que muestran las torres: todos los puzles de su interior están relacionados entre sí, de modo que cada torre constituye un gran puzle en sí misma"

Las torres son los grandes desafíos del juego. Para superarlas debemos ir venciendo enemigos y resolviendo un buen número de rompecabezas hasta llegar al Amo o jefe de la torre, al cual no podremos vencer en un combate normal, sino que requiere de una estrategia muy concreta, algo que lo convierte en un puzle en sí mismo. Llama la atención la cohesión que muestran estas mazmorras: todos los puzles de su interior están relacionados entre sí, de modo que cada torre constituye un gran rompecabezas en sí misma. Desde luego, el diseño de las torres es realmente fantástico. Además, la curva de dificultad está muy bien ajustada, y mientras que las primeras son bastante sencillas de resolver, la cosa se va complicando cada vez más, de modo que las últimas torres requieren mucho tiempo y esfuerzo por parte del jugador.

Un elemento importante de nuestras expediciones a estos grandes edificios es el medidor de la maldición de Helena. Este disminuye mientras estamos fuera del Observatorio, de modo que si se vacía del todo se acaba la partida. Para evitarlo debemos conseguir carne de los enemigos y llevársela a nuestra amada antes de que se nos acabe el tiempo. No os preocupéis porque esto no corta el ritmo del juego, y visitar el Observatorio siempre va bien para comerciar con Mavda.

Los combates no son muy abundantes pero tienen su importancia, ya que los enemigos por lo general son bastante poderosos y a menudo debemos enfrentarnos a ellos para poder avanzar. Derrotando estos monstruos conseguimos materiales con los que comerciar. Empezaremos empuñando una espada, pero a medida que avancemos iremos consiguiendo nuevas armas, cada una con una jugabilidad distinta y sus propios combos. Mejorarlas no solo aumenta su potencia, sino que también nos sirve para nuevos movimientos.

Además de contar con su propia arma, Aeron va equipado con una cadena que utiliza para realizar distintas acciones como alcanzar plataformas, inmovilizar enemigos o solucionar puzles. La cadena es determinante en la jugabilidad y la usamos de forma constante, convirtiéndose en un auténtico gadget multiuso imprescindible. Nos alegra ver que el juego utiliza las características del mando de Wii, ya que con el puntero señalamos el lugar donde queremos dispararla. De acuerdo, no es que haga un uso muy intensivo del mando, pero el puntero funciona a las mil maravillas. En cambio, no podemos decir lo mismo del control del personaje, un poco tosco, ni de los combates, a los que les falta un poco de agilidad. Tampoco ayuda la cámara, que está siempre fija y provoca que no nos movamos con la soltura que nos gustaría. No es que sea una jugabilidad desastrosa, pero la experiencia no es tan gratificante como sería deseable.

El mayor tirón de orejas es para el apartado visual, bastante mediocre, al nivel de juegos medios de PlayStation 2. No entendemos por qué a estas alturas el juego no aprovecha todo el potencial de una consola sobradamente conocida por las desarrolladoras. La banda sonora cumple con creces, haciendo gala de temas francamente buenos, pero quizá peca de ser poco variada. En todo caso acompaña la ambientación del juego de forma muy acertada.

Pandora's Tower es muy buen juego, una aventura con un planteamiento bastante original y con mucha personalidad. Tiene un argumento interesante, puzles cada vez más desafiantes y elementos de rol que enriquecen mucho la experiencia de juego. En ciertos aspectos es mejorable, pero sus virtudes pesan más que sus defectos, sobre todo gracias a unas mazmorras muy bien diseñadas que suponen un gran reto para el jugador. El ciclo de Wii está llegando a su fin, pero la consola sigue recibiendo juegos notables con los que engrosar su fantástico catálogo.

8 / 10

También te puede interesar