Análisis de Shin Megami Tensei V: Vengeance - Una edición definitiva a medio camino entre el remix y el montaje del director
Nahobino, nahobió, nahobenció.
Atlus es una compañía que nunca parece tener suficiente con lanzar sus juegos una sola vez. Para quienes llevamos años siguiendo sus juegos, raro es tener un juego sin su edición ampliada con un subtítulo como Overclocked, Redux, FES, Golden o Royal. Es una práctica que puede resultar exasperante para quienes solo quieren jugar (ya no digamos comprar) una vez cada título, pero está claro que la desarrolladora japonesa pone un gran empeño en recuperar su pasado revisando hasta la última mecánica para dar una segunda vida a sus juegos.
Ahora le ha tocado el turno a Shin Megami Tensei V: Vengeance, una edición definitiva del RPG de Atlus publicado originalmente como exclusivo de Nintendo Switch en el año 2021. Además de dar el salto a prácticamente todas las plataformas actuales, Vengeance permite elegir al principio de la partida si preferimos experimentar la historia original (Canon de la Creación) o una especie de “qué hubiera pasado si…” que añade un nuevo personaje llamado Yoko (Canon de la Venganza). En ambos casos, el juego viene acompañado de una enorme cantidad de mejoras de calidad de vida para reducir las asperezas de una saga conocida por su hostilidad hacia los nuevos jugadores.
Tanto en el Canon de la Creación como en el Canon de la Venganza manejamos a un estudiante de instituto de Tokyo que un día es transportado a una versión postapocalíptica de su ciudad. Indefenso ante los demonios que allí habitan, la aparición de un ser llamado Aogami le permite transformarse en el Nahobino, un poderoso ente que tiene en sus manos el destino de este nuevo Tokyo a través de sus acciones. En la práctica, para el Canon de la Creación sigue valiendo en gran medida mi análisis original.
El nuevo Canon de la Venganza es un extraño punto intermedio entre un remix y un montaje del director usando una fórmula no tan distinta a la de SMT IV Apocalypse. El primer cuarto del juego es casi idéntico al original y parte del tramo final también, pero dos de las zonas se han sustituido por el nuevo mapeado más grande de Shinjuku, la mazmorra más tradicional es nueva también, y casi todas las escenas del original se han cambiado o directamente son nuevas. La introducción de Yoko en el grupo del Nahobino provoca que los mismos personajes toman decisiones diferentes en puntos clave y sufran destinos en algunos casos totalmente opuestos a sus contrapartidas del Canon de la Creación.
Aunque ambos desarrollan los mismos temas que el resto de SMT numerados en torno al orden y el caos, el Canon de la Creación era bastante más parco en palabras que el Canon de la Venganza. Yoko es un personaje que externaliza de una manera mucho más directa los conflictos entre las ideologías de los personajes, mientras que las nuevas villanas, un grupo de demonios llamado Qâditsu, aparecen de forma más consistente a lo largo de la aventura para crear una narrativa más dirigida y extensa que el SMTV original, aunque seguirá siendo muy escueta para quien venga buscando algo parecido a los Persona.
Creo que el nuevo Canon se puede quedar un poco cojo como primera experiencia; claramente está pensado como aliciente para una segunda partida destinado a quienes ya jugaron al original. En ese sentido funciona a la perfección, pasando por encima de puntos que ya explicaba el original (la evolución de Dazai como personaje es aún más acelerada aquí) para centrarse en aspectos que solo se dejaban entrever en SMTV y para expandir más su mundo y a los personajes que ya conocíamos.
SMTV: Vengeance mantiene una de sus principales virtudes: el genial sistema de combate Press Turn que debutó en Shin Megami Tensei III, origen del One More! de Persona. Ambos comparten la incidencia en golpear las debilidades elementales del enemigo, pero el One More! es bastante más permisivo, ya que en SMT llegar a perder acciones si el enemigo bloquea nuestro ataque, o incluso perder por completo el turno si el ataque se absorbe.
Teniendo esto en cuenta, quien nunca se haya asomado a un SMT seguramente agradecerá los añadidos que se han introducido para crear una experiencia más amable con el jugador. Podemos guardar a cada momento, tenemos una vista aérea para navegar los laberínticos mundos abiertos, se han introducido numerosos atajos llamados raíles magatsu que nos permiten moverse a toda velocidad por el escenario y los encuentros más sencillos se pueden resolver con un nuevo modo automático en el que los personajes usan el ataque más poderoso a su alcance sin pensar en el gasto de PM.
En este sentido, SMTV Vengeance es un juego que añade tantas comodidades que por momentos se pierde un poco de la personalidad de la saga de Atlus. A nivel personal considero que parte de la gracia de un Shin Megami Tensei está precisamente en mantener cierta hostilidad hacia el jugador, que refleja la propia situación del mundo en el que transcurre. El peligro de que un combate normal y corriente se nos complique por una mala decisión siempre está ahí, pero cuando puedes guardar a cada paso, las consecuencias de no prestar atención a las mecánicas del juego son menores que en el original.
Otros de los añadidos me parecen más acertados de cara a complementar el juego original; por ejemplo, las negociaciones con demonios se pueden resolver de maneras distintas, incluyendo un divertido juego al estilo de “Who’s that Pokémon?” en el que debemos acertar la identidad de un demonio solo con la silueta. También se ha introducido una pequeña zona donde podemos conversar con nuestros demonios para conocerlos mejor e incluso obtener recompensas por ganarnos su afecto, como objetos o aumentos a sus estadísticas.
El contenido añadido está bien repartido para que siempre haya más que hacer a cada momento; en particular el número de secundarias ha crecido considerablemente y se han añadido nuevos tipos, como por ejemplo pequeñas misiones en las que controlamos a distancia a un demonio. Incluso la excepcional banda sonora viene acompañada de una plétora de nuevos temas que suelen estar concentrados en los combates contra jefes.
No hemos podido jugar a la versión de Switch de Vengeance para comparar a nivel gráfico con el lanzamiento original, pero la versión de PC del juego saca la mejor cara del mundo postapocalíptico (incluso en Steam Deck, puestos a jugar en portátil). El juego original tenía una genial dirección de arte lastrada por una pobre resolución que restaba impacto a los escenarios y a los propios demonios, pero sin esa limitación de hardware se aprecia mucho mejor el trabajo que ya se había realizado para SMTV.
Podría seguir hablando de la lista de novedades de Vengeance horas y horas porque la lista es sorprendentemente más larga de lo que uno esperaría. El carácter de “montaje del director” de Shin Megami Tensei V se extiende a todos los aspectos del juego sin alterar por completo su identidad, a pesar de que se nota una clara bajada de dificultad y de hostilidad con respecto al original. Una vez más, Atlus ha escuchado con atención lo que ha gustado y lo que se ha echado en falta para crear el equivalente a un Persona 5 Royal o un Persona 4 Golden: una versión definitiva que cumple su función tanto para quien nunca ha jugado como para quien busca una excusa para regresar al título.