Análisis de The Amazing Spider-Man
Volando voy, volando vengo.
¿Son demasiado caros y difíciles de hacer los videojuegos? ¿Deberían los desarrolladores centrar su esfuerzo en el diseño y dejar a un lado los aspectos técnicos que tanto tiempo y recurso suponen? ¿Qué habría sido de este juego si no fuese una parte más de la película?; si fuera un producto independiente. The Amazing Spider-Man es un buen juego, tiene buenas ideas - casi todas sacadas del Batman de Rocksteady - y mucho potencial, pero todo esto queda ensombrecido por la falta de intención o tiempo a la hora de poner todo en práctica y hacer que encaje de la mejor forma posible. Este nuevo Spider-Man, para que me entendáis, es un cajón de sastre donde encontramos las ideas y mecánicas de los últimos juegos de Batman pero sin el ojo, sin el acierto y sin el cuidado que la joven desarrolladora inglesa imprime sobre su Caballero Oscuro.
Antes de nada debéis saber que el juego de The Amazing Spider-Man cuenta lo que sucede justo después del final de la película, es su continuación, así que si queréis ver la película dejad al juego en la recamara hasta que lo hagáis. Comenzamos viendo una escena en primera persona - que recuerda demasiado al comienzo del último Deus Ex - en la que nuestra amiga Gwen, en mitad de un motín mutante, resulta infectada con una cepa evolucionada del virus que transformó al Doctor Connors en el Lagarto. En mitad del caos Peter Parker se calza el traje de superhéroe y, por fin, tomamos el control de Spider-Man, al que debemos sacar del edificio mediante unas salas que nos sirven de tutorial.
El comienzo está mal llevado, es aburrido y al no contar con un apartado técnico destacable que nos haga olvidar todas las otras carencias, me hizo temer lo peor. Pero estaba equivocado.
The Amazing Spider-Man tiene dos pequeños Spider-Man dentro se sí; el Spider-Man de los interiores, que corre con una postura rara, es un poco impreciso y calca el estándar de combate y desarrollo que ha implantado Rocksteady - que no está mal; y el Spider-Man de la ciudad, que es capaz de recorrer la isla de Manhattan de punta a punta sin poner un pié en el suelo, que hace chistes en mitad de sus vuelos, lucha contra enemigos gigantes y se hace una colección de cómics bastante interesante.
" Si bien en muchos aspectos es solo una copia de los últimos juegos de Batman, cuando llega la hora de moverse por la ciudad la araña se come al murciélago"
El vuelo es el punto fuerte del juego que ha desarrollado Beenox Studio. Si bien en otros aspectos es solo una copia de los últimos juegos de Batman, cuando llega la hora de moverse por la ciudad la araña se come al murciélago. La sensación de caída es espectacular y apurar hasta el último segundo para lanzar nuestra tela de araña y pasar rozando el pavimento es algo que acabaréis haciendo más de una vez - y más de otra acabaréis estrellando de cabeza a Spidey. El estudio canadiense ha conseguido tenerme toda la tarde dando vueltas por la ciudad sin hacer ninguna misión, solo recogiendo páginas de cómics para completar mi colección, me ha hecho olvidar las muchas carencias que sufre el juego, y aun más, me ha hecho reír en más de una ocasión con los comentarios y sarcasmos que va soltando el protagonista a lo largo del juego. El guión y los diálogos dejan bastante que desear pero al igual que el vuelo salva la parte jugable, los chascarrillos y comentarios de la araña salvan todo lo demás.
Este Amazing" Spider-Man, como ya hemos dicho, sigue con el esquema ya planteado por juegos como Assassin's Creed o Batman pero no sé si por falta de tiempo o recursos no termina de funcionar bien. El deterioro del traje de Spider-Man es el ejemplo más claro; mientras que el desgaste del traje de Batman tiene un sentido y un mensaje en la historia, el deterioro del traje de Spider-Man es automático y no tiene más intención que resultar vistoso en determinadas ocasiones, de hecho, podemos hacer una misión perfecta sin que nos toquen y al final tendremos el traje destrozado igualmente. Pero el auténtico punto flaco del juego parece el mismo que sufría el primer Assassin's: las misiones secundarias eran repetitivas y simples por lo que una vez que hacías una, el completar todas solo suponía una aburrida repetición de la misma tarea. En este caso contamos con persecuciones de coches en las que saltamos de un vehículo a otro hasta llegar al de los perseguidos, un zepelín donde encontraremos pruebas como mantener encuadrado a Spider-Man con un Dron-cámara mientras este hace piruetas, detener asaltos callejeros, llevar a "locos" al hospital o una serie de laboratorios secretos donde encontraremos mejoras para nuestro personaje, entre otras. Cada tipo de misión cuenta con un desarrollo estándar bastante simple y casi no varían de una vez a otra, pero lo más decepcionante son los laboratorios de los que se espera un desarrollo o un diseño más elaborado y que suponga un reto que mantenga el interés del jugador durante unas horas más; nada de eso. Además de ser una simple aglomeración de enemigos estúpidos y armados, fácilmente encontramos maneras para hacer trampas y completar los objetivos rápidamente.
Afortunadamente las misiones principales se mantienen a un nivel aceptable. Tienen la justa variedad de situaciones para que no nos aburramos pero tampoco dan mucho de sí. El camino en general es bastante lineal y las zonas donde encontramos enemigos, normalmente, son un único espacio donde es más sencillo acabar con todos a tortas que intentar hacerlo sigilosamente. Y gracias al combate, bastante ágil y sencillo, esto tampoco supone un gran problema; podemos lanzar máquinas de refresco a los enemigos, contenedores, extintores; enredarlos en tela de araña y lanzarlos, pegarles al techo, al suelo o las paredes; destrozar torretas, atascar fugas, ralentizar hélices - algo que haréis bastante. Incluso disponemos de un botón para salir pitando hacia el techo si las cosas se ponen feas algo que al principio parece un poco "cheto" pero a medida que avanzamos encontramos situaciones donde tendrá sentido y será bastante útil.
"El juego va de menos a más, y a medida que pasamos más tiempo con él vamos apreciando determinados detalles que a primera vista no se aprecian"
El juego va de menos a más, y a medida que pasamos más tiempo con él vamos apreciando determinados detalles que a primera vista no se aprecian. El desarrollo de la historia y los personajes, que no están muy bien llevados, en determinados momentos nos sorprende con un Spider-Man acertado que nos hace sonreír en cada secuencia, quitando hierro al asunto con un tono de humor que nos hace ser menos severo con la historia.
Otros de los momentos en los que el juego que gana un poco más nuestro amor son los combates aéreos en mitad de la ciudad contra enemigos de gran tamaño. Si el vuelo a través de la ciudad es lo más divertido del juego junto al combate y combinamos estos dos aspectos, no hace falta decir nada más. Quizás estos combates pequen de simpleza a la hora de atacar al enemigo ya que generalmente se reduce a pulsar un botón en un determinado momento y poco más, pero la velocidad con la que recorreremos la ciudad persiguiendo y siendo perseguido por enormes máquinas mientras esquivamos disparos hace que nos pongamos on fire totalmente.
The Amazing Spider-Man no es un juego brillante ni mucho menos, siquiera lo pretende, pero es un buen juego. Tiene lo justo de todo para mantener nuestro interés y hacernos sonreír en varias ocasiones y no todos los juegos son capaces de esto. Seguramente con un año más de desarrollo el acabado habría sido mejor pero esta es la cruz que deben sostener los juegos basado en películas y pese a ello, sigue siendo un juego entretenido y agradecido de jugar. Cierto es que al jugar un rato, comienzan a venir unas ganas locas de jugar a otro juego parecido del cual no recuerdo el nombre ahora, pero si ya terminasteis ese o sois más de arañas que de murciélagos The Amazing Spider-Man es una buena opción para este verano.