Análisis de Tomb Raider
La pequeña salvaje.
La Definitive Edition de Tomb Raider sale a la venta esta semana para Xbox One y PlayStation 4. Como siempre, podéis consultar nuestro completo análisis de rendimiento de esta versión y ver el vídeo comparativo entre generaciones que Digital Foundry ha preparado para vosotros. Más allá de leves retoques a nivel visual, poca cosa más añade esta edición salvo la inclusión de unos DLC menores y la adición de controles de voz y gestuales. El resto del juego es exactamente el mismo que salió en marzo de 2013, así que el análisis original, que tenéis a continuación, es completamente vigente.
- - -
ANÁLISIS DE TOMB RAIDER (publicado originalmente el 5 de marzo de 2013):
The Definitive Edition of Tomb Raider is released for Xbox One and PlayStation 4 this week. Digital Foundry will be looking at these versions in detail, starting with today's performance analysis. In addition, here's Ellie's review of the Xbox 360 version, first published on 25th February 2013. The game itself is largely unchanged, save for the inclusion of some minor DLC and voice and motion control options, so we're confident that this review applies to the Definitive Edition, too.Una de las cosas que más me han gustado de este reinicio de la saga Tomb Raider es que es un título muy consciente de sus propios excesos, y que en lugar de contenerse siempre decide ir un poco más allá. Es como si en Crystal Dynamics se hubiesen propuesto adaptar al mundo del videojuego aquella regla no escrita de la comedia consistente en alargar el gag hasta tal extremo que la cosa acabe explotando. El resultado es el Tomb Raider con más acción que se ha hecho nunca -y con mucha diferencia- hasta el punto de que la nueva Lara Croft es un personaje irreconocible. Prueba de ello es que es el primer título de la saga que ha obtenido una calificación por edades de +18.
Marcus Fenix, Nathan Drake, Max Payne... ¿Tíos duros, verdad? Pues, permitidme que os diga que no pensaréis lo mismo de ellos cuando juguéis a esta exageración constante que es este reboot de una de las franquicias más populares de los últimos años. Con todo lo que recibe la chavalina a lo largo de las 12 horas largas de juego que atesora el título se deja a la altura del betún los golpes, magulladuras y la mala suerte crónica de estos héroes, cuyas aventuras parecen neo-realismo al lado de todo el festín de tollinas que recibe la pobre Lara por todos lados. Es para tomarse a cachondeo todas las veces que nos han dicho que en este nuevo Tomb Raider veríamos a un Lara Croft más frágil que nunca y ponerse a jugar para acabar descubriendo lo exagerado que acaba siendo todo. Pero sin embargo, más allá de estas fallidas intenciones el resultado es un juego tremendamente divertido y dinámico, que es para lo que estamos al fin y al cabo.
"Es el Tomb Raider con más acción que se ha hecho nunca, hasta el punto de que la nueva Lara Croft es un personaje irreconocible."
Una de las cosas que consiguen que la conexión con el juego sea tan directa es el buenísimo sistema de control, tanto para lo que se refiere a la acción como al plataformeo. El movimiento por los escenarios se siente ágil e intuitivo, la cámara no molesta para nada y los saltos están perfectamente calibrados sin que nos dé la sensación de automatismo y de personajes que literalmente viven agarrados a cornisas de otros juegos. Saltar de una caja flotante para acabar clavando nuestro piolet en una pared escalable con la elegancia y el contacto directo que transmite el juego es muy satisfactorio. A su vez, el sistema de apuntado, contraataques, y el toma y daca constante con la variación de estrategia y arma en función del número de enemigos y su distancia están logradísimos. Con pocas armas, pero las justas y necesarias, uno se siente poderoso en todo momento. El arco es la principal porque tiene muchos más usos además de ser una simple arma, pero el resto también tienen su papel de forma calculada y enfocada a que el jugador despliegue su parte más "creativa" a la hora de jugar con su propio estilo.
Por cada momento de acción intensa hay siempre otros más relajados en los que nos toca explorar la isla loquísima donde se ambienta el juego, y también en estos momentos el juego nos sorprende con esta nueva aproximación que se le ha dado a la saga. El tema de la supervivencia se despliega ante nosotros mediante un sistema de progresión en el que debemos ir desbloqueando habilidades y mejoras paras las armas. En efecto, todo es muy cliché de videojuego, pero funciona de maravilla porque sigue apelando a ese ritmo enérgico que impregna todo el juego. Esos típicos momentos coñazo en los que debemos peinar un escenario a la búsqueda de objetos que no vienen a cuento aquí son especialmente divertidos; por ejemplo la caza, o esa tradición tan videojueguil de encontrar chorra-diarios que intentan darle profundidad a una historia que carece de ella, aquí son dos cosas que siempre hace gracia encontrar y por la que el juego recompensa debidamente a los que decidan escudriñar los escenarios. Por otro lado, las típicas misiones secundarias, que aquí toman la forma de salas opcionales con grandes rompecabezas, también funcionan especialmente bien dentro del conjunto.
Todo este sistema de progresión tan puramente de videojuego se alterna perfectamente con los momentos con más acción, que aparecen siempre en forma de emboscadas, y configura una estructura del juego en bloques temáticos que alternan secciones de acción, exploración y plataformas. Es un estructura previsible y repetitiva, y probablemente sea el principal defecto que podemos achacarle a este título, pero lo cierto es que la contundente simplicidad de todo y su tremendo ritmo convierten la concesión en virtud.
Ahora bien, todo esto no sería lo mismo si el disfrute visual no acompañara y la verdad es que en este aspecto solamente podemos aplaudir el trabajo del estudio californiano. Para ser un título multiplataforma, Tomb Raider es impecable; sus gráficos son bellos, detallados y jamás se interponen en la propia jugabilidad; a nivel artístico tiene personalidad y nos presenta una isla visualmente muy coherente a la vez que variada. Los personajes secundarios y los enemigos cantan un poco frente al modelado, el diseño y las animaciones de la protagonista, pero tampoco es algo excesivo. Y para acabar de rematar la jugada todo se mueve de forma muy fluida en todo momento. Como pasa con Uncharted, Tomb Raider es uno de esos juegos que mola enseñar cuando vienen invitados a casa.
Sobre la comentada transformación de Lara a lo largo del juego no puedo decir cosas muy buenas, pero tampoco es algo que debamos tomarnos muy en serio porque al juego se le ven las cartas rápidamente. Al principio sí que parece que haya una intentona de construir el personaje, pero pasada la primera hora todo el dramatismo desaparece en un baño de sangre y golpes que no dejará de ir cada vez más allá hasta sus últimas consecuencias. Los momentos en que el juego intenta ser dramático son bastante de risa, la verdad. Curiosa también la introducción del gore en la saga; algunos momentos puntuales son especialmente desagradables, pero la determinación de ir hacia lo salvaje y esa actitud de agarrar el mando y jugar a grito pelado como lo haríamos con un God of War logra que pasemos por encima los fallidos intentos de explicar una historia y presentarnos a unos personajes interesantes. Aún así, las cinemáticas y escenas de corte siempre son buenas y saben ir al grano. De nuevo prevalece el juego y el movimiento continúo.
Espero haber reflejado bien la sensación que me ha transmitido el juego y pido disculpas si en esta ocasión el pequeño salvaje que llevo dentro ha pasado por delante de mi yo más racional, pero es que esto es precisamente lo que me transmite este lavado de cara de Tomb Raider. Saca lo peor de mí, pero eso es bueno. El estudio californiano ha decidido salir de la trinchera con un cuchillo entre los dientes y dos metralletas y se ha dejado de sutilezas. De algún modo lo que tenemos aquí es casi como un resumen de los juegos de aventuras y acción triple-A de esta generación, es algo que se refleja claramente en las mecánicas y mimo puesto en la ambientación. No siempre es fácil conseguir que un juego de este tipo, aunque sea simple, acabe siendo tan equilibrado y divertido como este Tomb Raider, pero no hay duda que en Crystal Dynamics lo han conseguido. ¿Y sabéis lo mejor de todo? Por fin un Tomb Raider me gusta.