Análisis de Transformers: La Caída de Cybertron
Robots-dinosaurios.
Esta secuela directa de Guerra por Cybertron podría calificarse como el clásico juego de esta generación: shooter en tercera persona con un ligero twist en la jugabilidad. Es sólido y tiene lo que se espera de un producto así, del clásico juego de hoy en día, como un multijugador apañado y hasta cooperativo para cuatro. Que estés cansado o no eso de disparar, cubrirte y disparar, sin embargo, ya es cosa tuya, y más en un juego que tampoco brilla especialmente en ningún apartado. Eh, pero hay robots que se transforman en dinosaurios. +1.
No hace falta haber jugado al anterior juego de Transformers, Guerra por Cyberrtron -de 2010-, para poder seguir el argumento. Está claramente dirigido a los fans de la franquicia, que disfrutarán con docenas de referencias a todo su universo y se pueden recrear en esa batalla épica en el planeta de origen de los Transformers antes de su exilio interplanetario. Los que no seáis tan fans quizás encontréis un poco extraño esa fascinación por un universo tan demencial y kitsch capaz de dar cabida a robots que hablan y se transforman en vehículos, insectos o dinosaurios: un poco telenovela venezolana versión robótica, si me permitís, con enredos de poder y traiciones cada dos pasos.
Alternamos entre los Autobots y los Decepticons constantemente y controlamos robots que son muy distintos entre sí. Cliffjumper se hace invisible e intentaremos que no lo descubran: su mejor arma es atacar por la espalda y colarse por conductos estrechos. Jazz, en cambio, utiliza su gancho para acceder a zonas alejadas o despejar el camino. Por no hablar del esperado Grimlock o el gran Bruticus, entre varios puñados más: ver qué hace cada cuál es la mayor gracia del juego. Aunque los niveles son muy lineales, de esos de cubrirte y disparar, sin mucho más que hacer, ese cambio constante de personaje anima un poco el cotarro.
Y del mismo modo que cambiamos de facción también lo hacemos, evidentemente, de forma: cada robot se puede mutar pulsando el stick izquierdo. Esta función está bastante desaprovechada y solo la utilizamos para cubrir distancias largas que son demasiado pesadas para hacerlas a pie; en las dificultades más exigentes cobra más importancia, por suerte, porque muchas veces tendremos que tirar de la munición de nuestra transformación o aprovecharnos de su bonus en defensa para enfocar los combates de forma un poco más táctica.
También es posible acceder a tiendas y comprar habilidades y mejoras para las armas primarias y secundarias. Es recomendable que te aprendas qué hace cada una y cuál te va mejor, ya que el dinero es relativamente complicado de conseguir y una buena inversión puede mejorar considerablemente tu poder de ataque o de defensa. Los enemigos suelen venir en avalancha -unos por tierra, otros por aire, otros desde lejos- y hay que saber alternar entre armas de corto alcance con otras más precisas. La variedad de enemigos y armas es correcta.
Como ya pasó con el último juego de la saga el multijugador es el modo que más sorprende: está mucho mejor de lo que cabría esperar, y se ampliará con DLC. Los modos son los clásicos de toda la vida, con la introducción de alguna novedad como ese en el que hay que acabar con enemigos y recolectar lo que van soltando, pero se potencia muchísimo el cambio de forma. Los niveles tienen un tamaño perfecto, ni muy grandes ni muy pequeños, y alternamos de apariencia constantemente para viajar hacia los distintos objetivos o aprovechar las ventajas tácticas de cada clase. Las más débiles mutan en vehículos más rápidos y ligeros: son fáciles de destruir pero si los dominamos podremos atacar desde el aire y despistar a enemigos mucho más poderosos. Según nuestros gustos podemos elegir entre médico, titán, infiltración o destructor. Con cada partida ganamos puntos que podemos invertir en mejoras y nuevas armas.
Por último tenemos el modo Escalation, un cooperativo a cuatro personas que se inspira en el ya clásico modo horda de Gears of War y que es donde invertiréis más tiempo si conseguís convencer a unos cuantos amigos para que se agencien una copia del juego. Hay que sobrevivir a oleadas de enemigos e ir comprando mejoras con el dinero que ganamos, así como abriendo el mapa para acceder a mejor equipo. La diferencia respecto al anterior juego es que ahora hay cuatro estilos distintos -uno que cura, otro que da munición...- y que pueden ayudarse entre sí.
Como decíamos al principio este Transformers: La Caída de Cybertron está muy orientado a los fans de la saga, que estarán contentos de tener un juego a la altura de las expectativas y que hace algo poco común con un producto basado en una licencia famosa: cumplir. No es brillante ni innova en nada, y puede que esa estructura de shooter en tercera persona ya esté desgastada -eso lo sabrás tú mejor que nadie-, y de hecho todo lo que hacemos ya lo hemos visto en algún otro lado. Con todo, La Caída de Cybertron es el típico juego que cumple, una apuesta segura: campaña decente y larga, buen multijugador y buen cooperativo.