Análisis de XCOM: Enemy Unknown
Esa seductora tentación de cargar partida.
Siempre me ha hecho mucha gracia esa frase célebre de Groucho Marx que dice que «inteligencia militar son dos términos contradictorios». Ahora bien, no sé si este genio del humor diría exactamente lo mismo si hubiera tenido la oportunidad de jugar a XCOM: Enemy Unknown...
Lo sé, la situación que acabo de imaginar es tan surrealista como imposible, pero no os engaño cuando os digo que esa sentencia tan conocida me vino a la cabeza cuando estaba jugando a este nuevo juego de Firaxis - sí, los mismos creadores de la saga Civilization. En esta ocasión, lo que nos presenta el estudio de Maryland es un remake del clásico UFO: Enemy Unknown, uno de esos títulos de culto para PC que cuenta con una gran base de fans ávidos de alardear de cómo en 1994 supieron ver la buena confitura en el bote pequeño.
El secreto de aquel juego era su sólida fórmula jugable, una mecánica a medio camino de un juego de gestión y un título de rol por turnos que, a partir de una premisa tan sencilla como la de una organización paramilitar encargada de acabar con la amenaza extraterrestre, lograba realmente que inteligencia y militar no tan solo fueran de la mano, sino que también vinieran acompañadas de otros términos como "adicción" o "estilo".
Podéis ver el funcionamiento del juego en el siguiente vídeo de gameplay comentado que os hemos preparado para la ocasión. Es quizás la mejor manera de que veáis la dualidad de su mecánica, que incluye por un lado toda la gestión que debemos hacer en el centro de operaciones, y por el otro todo lo que serían las batallas sobre el terreno.
El gran mérito de esta revisión que acaba de salir a la venta para PC, Xbox 360 y PlayStation 3, es haber sabido mantener y actualizar de forma casi inmejorable todo aquello que hizo especial a aquel juego. De hecho, hoy en día XCOM: Enemy Unknown es un título que destaca entre todos los demás por recuperar un tipo de jugabilidad que hoy en día ya no se estila demasiado, pero que para nada ha quedada anticuada. También se nota mucho que del desarrollo de este juego se han encargado auténticos fans del título original, empezando por Jake Solomon, su director, quien estuvo trabajando durante casi una década para que este proyecto viese la luz.
"El dilema de XCOM: ¿Cargar partida o asumir las consecuencias de nuestra falta de previsión y volver a empezar prácticamente de cero?"
Muchos videojuegos alardean de incluir la opción de que podamos tomar decisiones que tienen consecuencias, de incorporar sistemas de moralidad, etc. Sin embargo, son pocos los que realmente logran llevar tan lejos cuestiones como estas como lo hace el título que hoy nos ocupa. Y es que, como ya hemos venido diciendo en los sucesivos avances que hemos hecho de este XCOM, el juego se podría definir como una constante sucesión de elecciones tácticas. Es la base de un auténtico juego de estrategia, que todas las micro-elecciones que tomemos tengan su peso, y que a pesar del ritmo pausado de los turnos sintamos siempre la tensión de poder equivocarnos, y es que aquí los errores se pagan muy duro.
Pocas cosas puedo imaginarme más dolorosas en un videojuego que el hecho de ver cómo uno de nuestros soldados muere en XCOM: Enemy Unknown. De la misma manera, pocas veces un juego logra que sientas tanto apego por sus personajes, y más si son simples soldados a los cuales es fácil reemplazar. El caso es que casi sin proponérselo el juego logra hacer de cada partida algo realmente personal, algo que curiosamente logra que te definas como jugador por tu estilo de hacer las cosas y casi me atrevería que como persona, cuando llega ese momento fatídico.
Porque sí, hay ocasiones en que nos equivocamos sobremanera, en que no acertamos en nuestras decisiones y en que tampoco nos acompaña la suerte. Es entonces cuando ocurre lo peor, en mi caso perder a todo mi escuadrón de seis soldados en una difícil misión de infiltración dentro de la nave de los extraterrestres. Mi osadía y falta de previsión hicieron que no fuera capaz de valorar la dificultad de la tarea a la que envié a mis soldados. Todos ellos, desde el capitán y experto en armas pesadas Humberto 'Flash' Chávez, hasta la soldado de apoyo Lucy 'Doc' Hall, o el francotirador Suresh Mehda, más conocido como 'Zed', cayeron en combate de forma extremadamente violenta por culpa de unas peligrosas crisálidas.
Es entonces cuando debemos demostrar si tenemos lo que hay que tener. El dilema: ¿Cargar partida o asumir las consecuencias de nuestra falta de previsión y volver a empezar prácticamente de cero? Evidentemente, lo fácil sería optar por lo primero, para eso están los videojuegos, ¡para permitir que nos equivoquemos y podamos volver hacia atrás! Pero igualmente la sensación que se te queda si optas por esa vía es la de haber hecho trampas. Existe, de hecho, la posibilidad de indicarle al juego que no nos permita cargar partidas, algo que eleva la experiencia de jugar a XCOM a otro nivel. En cualquier caso, es en ese momento de tentación en la que uno puede darse cuenta de que está ante algo grande, y no importa cual sea nuestra decisión porque al fin y al cabo todo es un juego.
Después de horas y horas de juego sin que apenas lleguemos a cansarnos -de verdad, ya avisamos que engancha muchísimo- queda claro que la actualización llevada a cabo por Firaxis es excelente, tanto a nivel jugable como en todo lo referente a una presentación, que sin demasiados artificios se presenta con un acabado visual de exquisito gusto artístico y que le sienta como un anillo al dedo al juego. Si a esto le sumamos la solidez de su campaña, guiada de forma muy natural y con el ritmo adecuado, y la presencia por primera vez en la saga de un modo multijugador podemos deciros que tenéis juego para muchas y muchas horas. El único punto negativo lo podemos encontrar es un diseño de niveles poco variado y que la mayoría de veces se termina convirtiendo en un 'acaba con todos los malos'; pero es un defecto que, de verdad, es muy pequeño ante una mecánica tan y tan sólida y adictiva como la de este juego. XCOM: Enemy Unknown se ha convertido por derecho propio en uno de los grandes títulos de este 2012.