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Análisis de Lego City Undercover

¡Agárralo como puedas!

Chase McCain, el protagonista de Lego City Undercover tiene mucho de John McClane, el de la Jungla de Cristal; a pesar de tener un pelazo mucho más tupido y una cara amarilla con forma de pieza de Lego generan destrucción y chascarrillos por igual. A su lado también desfilan unas versiones de nombre cambiado de Starsky y Hutch, Colombo o Harry el Sucio, por citar a algunos de los más famosos.

Lego City Undercover es, de hecho, lo más parecido a Agárralo como puedas en versión videojuego: un montón de referencias, humor absurdo y un ritmo rápido y alegre. Ahí está su encanto y lo que lo convierte en un juego disfrutable para todos, con varias capas; los más pequeños se lo pasarán pipa con la exploración de la ciudad y con las simples pero interesantes mecánicas de combate y puzles, y los demás se engancharán por uno de los guiones más divertidos e inteligentes de los últimos años. La estética Lego se olvida al poco tiempo: es agradable y acertada.

El juego está lleno de referencias a películas y series clásicas. Hasta hay referencias al universo de Nintendo, también.

La gran ciudad de Lego tiene muchos barrios, muy distintos, y aunque podemos visitarlos cuando queramos, porque el juego tiene un planteamiento de sandbox, sí que hay una trama principal, dividida en misiones y que se alarga entre 15 y 20 horas. La estructura es, en realidad, bastante clásica: nos encomiendan una misión y vamos para allá, desbloqueamos una nueva habilidad, resolvemos unos cuantos puzles mientras la aprendemos a utilizar y apresamos a un par de malos. Por el camino iremos dejando atrás zonas a las que todavía no podemos acceder: necesitaremos algunos de los poderes que nos dan más adelante, y que tienen forma de disfraz. Chase se puede vestir de granjero, de ladrón, de policía, de astronauta, de minero... y cada traje le permite activar mecanismos únicos. El ladrón abre puertas cerradas, el minero planta dinamita, el granjero planea agarrado de una gallina... ya os podéis imaginar.

Eso que dejamos atrás, como decía, son zonas que suelen esconder coleccionables. Como es habitual en la serie Lego los hay a millones. Tenemos las piezas de plata, azules y de oro que nos dan puntos, tenemos unos superbloques que nos permiten crear superconstrucciones, como puentes o respawns de vehículos, y luego están los bloques dorados; además de eso cada pantalla tiene sus sub-coleccionables, que contribuyen a llenar una placa de policía dorada. Y como prácticamente todo se puede destruir al final acabamos machacando frenéticamente árboles, mesas, máquinas de refresco o farolas para rebañar ese extra de puntitos. Parece mentira pero eso alarga la vida del juego una barbaridad: cuando volvamos a las pantallas que ya nos habíamos pasado para ver qué más podemos hacer nos las tomaremos de una forma totalmente distinta, y no se nos hará nada pesado. Es casi como otra partida totalmente distinta.

Los coleccionables son la base de la rejugabilidad: querrás volver atrás para conseguir eso que antes no podías desbloquear.

Pero volvamos al guión, que es desternillante y sin duda el centro de interés; tiene un punto de naíf, ciertamente, pero creo que la comparación con Agárralo como puedas es bastante acertada. Las cinemáticas suelen ser lo más divertido, con personajes muy bien construidos y un gusto finísimo, y todo eso se filtra a las propias misiones y hasta a los comentarios que vamos soltando mientras jugamos. Chase tiene que volver a apresar a Rex Fury, un criminal peligrosísimo, y proteger a Natalia, su amor platónico, y para ello se relacionará con gente de todo tipo. El guión y el diseño están al servicio del humor, y es fascinante lo que nos podemos llegar a reír cuando hay que perseguir a unos cerdos que caminan por las paredes -en esa misión casi me muero de risa; primero buscando esos gorrinos por la granja de un paleto de primera pero, sobre todo, cuando ya estaba en la siguiente y me llamó para contarme que se habían escapado al instante de haberlos capturado- o hablar con criminales que no acaban de saber modular su voz.

Lo más flojito son quizás los puzles, un puntito demasiado simples si eres un jugador habitual pero fantásticos para niños o gente no tan experimentada; todo está muy bien indicado y, a pesar de que me he quedado encallado en más de una ocasión, hay una regla básica: la solución tiene que estar al lado. Lo que te permite avanzar no está nunca demasiado lejos. Las fases de plataformas, que también las hay, son bastante divertidas y, en ocasiones, hasta algo difíciles. La cámara no es todo lo cómoda que debería y es habitual medir mal algunos saltos y tener que volver a empezar el recorrido. Nada grave, en cualquier caso.

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Normalmente cuando superamos una sección de este tipo se nos desbloquea la posibilidad de volverla a hacer en el modo libre, para intentar hacer un mejor tiempo y conseguir más puntos. También pasa lo mismo con los vehículos, que tienen sus carreras especiales. Y es que, claro, en Lego City hay que ir de un lado a otro de alguna forma, ya sea por tierra, mar o aire, y Chase debe confiscar los coches de algunos pobres ciudadanos -no sin antes decir algún "lo siento"- para alcanzar sus objetivos. Esos trayectos también se acaban por hacer algo pesaditos, pero siempre los podemos aprovechar como una excusa para cargarnos mobiliario urbano y coleccionar cosas como locos. Es una pena que los taxis no tengan la opción de transportarte a tu destino automáticamente: con eso se hubiese solucionado el problemilla.

En general Lego City Undercover es un juego fácil de recomendar pero que no tiene un público demasiado obvio: es ideal para niños pero también para todos aquellos que disfruten del humor de películas como Agárralo como puedas o series como Bob Esponja. También es perfecto para jugarlo en compañía. Tiene un punto delicioso de surrealismo -y cuánto se echa de menos esto en otros juegos, madre- y está hecho con un talento y un buen gusto difíciles de encontrar. Como juego es simple pero funcional, quizás algo repetitivo al final, pero que es capaz de ofrecerte 30 horas de juego y entretenerte más que la mayoría a base de hacerte explorar y coleccionar piezas de Lego. Si tienes Wii U es, ahora mismo, una de las opciones más interesantes de su catálogo.

8 / 10

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