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Análisis de SSX

Eventos Globales.

El sistema Harmony remezcla las canciones de SSX y las adapta a lo que está pasando en la pista; Foster The People acelera su estribillo para acompañarte en un salto o The Naked and Famous contraen las notas de Young Blood para suavizar una caída. Todo fluye. Electronic Arts entendió, hace tiempo, que hay que apoyar la experiencia desde todos los ángulos posibles.

Y con la música -que también puede ser la de tu disco duro- quemándote las puntas de las orejas te deslizas y saltas y agarras la tabla con un estilo que recuerda mucho al de los anteriores SSX y al de experiencias con toques de fantasía de los primeros Tony Hawk. El estilo de snow que propone SSX, de hecho, está en un punto intermedio entre lo arcade y la simulación, aunque claramente tira más hacia lo primero. El famoso stick derecho de los juegos deportivos de EA vuelve a replicar fabulosamente los movimientos que, más o menos, hacemos sobre la tabla, y podemos ejecutar y enlazar cualquier truco solo moviéndolo. Es un detalle que hayan mantenido también la posibilidad de hacerlo todo con los botones: los que vengáis de anteriores entregas os sentiréis cómodos y, si os apetece, podéis hasta alternar entre ambos controles sin necesidad de pasar por ningún menú ya que los dos están siempre activos. El número de tricks disponible es elevado, y crece cuando lo estamos haciendo bien: cuando entramos en el modo Tricky la locura llega a rivalizar con la espectacularidad.

Su gran logro, sin embargo, es coger esas experiencias de sofá con los amigos en las que nos cambiábamos el mando por ver quién hacía más puntos y llevarlo a nivel planetario. El "¿te imaginas cuántos puntos habrá hecho aquí el mejor jugador del mundo?" ahora se llama RiderNet, la red social online que globaliza cada una de los 153 descensos disponibles en el juego. Hay tres tipos de competiciones: las de trucos, en las que hay que hacer el mayor número posible de puntos, las carreras, donde gana el que alcanza la meta lo más rápidamente posible y los descensos de supervivencia, en los que manejaremos algunos ítems. Nuestro rendimiento queda registrado y automáticamente nos comparan con jugadores que estén a nuestro nivel y nos invitarán a superar nuestros tiempos. Si tenemos amigos que han competido en esas mismas pruebas nos avisarán de su rendimiento e, inevitablemente, surgirá el pique. No necesitas que ellos estén online, simplemente hazlo lo mejor que puedas que ahí quedará tu puntuación, aguantando estoicamente las embestidas de los aspirantes.

Su gran logro es coger esas experiencias de sofá con los amigos en las que nos cambiábamos el mando por ver quién hacía más puntos y llevarlo a nivel planetario.

Según cómo lo hagas te pondrán en categorías de bronce, plata u oro; más adelante incluso aparecen las de platino y diamante. Cuando creas que es imposible hacerlo mejor siempre tendrás algún fantasma en el que fijarte: puedes seguir la estela de quien va por delante e imitarlo, mejorarlo, afinarlo. Ya no estamos hablando de ránkings y números: es una competición global que te reta constantemente y en la que hay cientos de de pruebas esperándote. SSX no es un multijugador al uso porque no juegas directamente contra nadie -no puedes chocar contra ellos, para que nos entendamos- pero sí que tienes siempre la sensación de estar en algo vivo y que no deja de moverse y evolucionar. Es un multijugador distinto pero muy acertado, en el que agradecemos que esto no sea una constante meleé.

El ejemplo más claro son los eventos globales, que son pequeñas pruebas de duración limitada (un día, una semana, etc) en las que hay un coste de entrada y un bote por rendimiento. Si hoy ganas medalla de oro en esa bajada de trucos no te confíes: quizás esta noche suba el listón y mañana por la mañana seas plata y se esfumen esos preciosos créditos que estabas a punto de ganar. Estas pruebas cambian constantemente y hasta puedes crear tus propias competiciones.

Los preciados puntos que ganas los puedes invertir en comprar entradas para nuevos descensos o mejorar el equipo de tu rider. Aunque siempre es estimulante este toque de rol aquí está el fallo más gordo de SSX: que la puntuación final dependa de que una tabla tenga más o menos puntos de tricky o sea más o menos rápida es algo injusto, porque lo que se debería primar es la habilidad del jugador y no las horas que ha invertido en conseguir créditos. Un sistema de perks en el que tuvieses que decidir en qué apostar o qué habilidades potenciar podría haber encajado mejor.

La modalidad World Tour, que es el modo para un jugador -aunque también puedes explorar cada pista offline-, es solo una excusa para ir desbloqueando personaje, ganar los primeros créditos y familiarizarnos con cada una de las zonas. Alaska, Las Rocosas, Los Alpes, el Himalaya, La Patagonia... cada zona está hecha con la tecnología Aster Global Digital Elevation Map, que sienta unas bases realistas a partir de las cuales los desarrolladores han construído descensos a medida, llenos de raíles que grindar, saltos exagerados o túneles imposibles. Han tenido mucho acierto en permitir que puedas encontrar docenas de rutas distintas en cada una de ellas. Quizás, como a mí, os pongan algo nervisoso las pantallas en las que es demasiado fácil morir -aunque siempre podemos rebobinar y volver atrás, pero perdiendo unos pocos puntos- y en las que se abusa ligeramente del uso de los ítems, pero también es verdad que ahí luce más lo bueno que es cada uno.

Quizás algunos se hayan quedado con las ganas de ver marcas reales patrocinando tablas y ropa e incluso personajes algo más realistas; sí, hubieses estado bien, pero entonces estararíamos hablando de otro juego completamente distinto. Este SSX está fantástico así. Es uno de los juegos con más estilo que recuerdo, que evoluciona el multijugador con una maña poco común en esta industria. Deslizarse por la nieve es una experiencia harmónica, bien tratada, acompañada por una jugabilidad simple pero profunda y que no lucha contra ti, al contrario, te ayuda a que no estés lamentándote por estar todo el rato en el suelo y que potencia tus habilidades. SSX ss un juego para todos los que amamos los videojuegos, no solo para un pequeño nicho de riders: la nieve es solo una excusa para pasarlo increíblemente bien.

9 / 10

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