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Análisis de Uncharted: El Abismo de Oro

Nathan no se achica.

Si hay alguien capaz de conquistar los corazones de los futuros compradores de una PlayStation Vita éste es, sin duda, Nathan Drake. Hace apenas cuatro meses lo vimos dando tumbos por los desiertos de PlayStation 3 y ahora, con quizás pocos meses para descansar y evitar comparaciones, debuta en la portátil de Sony.

Naughty Dog no se ha encargado del desarrollo pero sí que ha supervisado todo el proceso. Le pasaron el testigo a Sony Bend, conocidos por trabajar en Syphon Filter, y han hecho un trabajo encomiable sabiendo mantener ese toque Uncharted. Reconocemos a Nathan y seguimos riéndonos cómplicemente con sus bromas, al igual que con las de otros personajes, y no nos cuesta nada entrar en ese mundo de aventuras palomiteras y salientes que caen a la mínima.

Los que no teníais demasiadas esperanzas en esta aventura portátil quizás os esperabais un ligero entremés; quizás hasta un vodevil, con suerte. No llega al nivel de los Uncharted de PlayStation 3, pero sí que lo podemos considerar una obra con entidad y un capítulo a la altura. Gráficamente, por ejemplo, es de quitarse el sombrero. Si quitamos unas pocas ralentizaciones cuando se juntan muchos enemigos en pantalla tenemos, sin duda, el juego más impresionante, en todos los aspectos, que nunca hemos visto en una portátil.

Se nota, sin embargo, que es una aventura a pequeña escala, o por lo menos un primer intento. Se pierde ligeramente la ambición narrativa y el dinamismo que vemos en PS3 y se intenta suplir con los inevitables guiños a las nuevas posibilidades de control que ofrece la plataforma.Esa cabezonería en querer demostrar de qué es capaz la máquina empaña ligeramente la experiencia: se ha sacrificado la frescura narrativa por una frescura en el control, y no siempre funciona. Cada dos por tres nos hacen rascar la pantalla para emular que dibujamos con un carboncillo, montar puzles, deslizar los dedos para dar puñetazos o evitar caídas... y acaba por hacerse un poco pesado; hay, sin embargo, un par de momentos en los que sí que han conseguido sorprendernos con brillantes vueltas de tuerca, como cuando nos hacen jugar con la consola y las luces que tenemos detrás para averiguar un mensaje oculto -y no diré más-. La aventura es más lineal, pero eso no quita que siga teniendo algunos de los personajes más carismáticos y divertidos del momento y un guión sólido y bien construído. El último tercio del juego, en especial, está trufado de chascarrillos y pequeñas bromas brillantes. El guión, que esta vez nos transporta a Panamá en busca de otro tesoro perdido, sigue, evidentemente, en la línea habitual: arqueólogo conoce arqueóloga, arqueólogo busca arqueóloga, las cosas se ponen chungas y arqueólogo la lía parda. Le acaba de dar empaque la interpretación, tanto en español como en inglés, donde Nolan North la vuelve a clavar -y podemos poner subtítulos-.

Tiene una historia con suficientes méritos como para ser considerada una más dentro de las aventuras de Nathan Drake: esto ya tendría que ser un motivo de peso para que te lo agencies de buenas a primeras.

Las fases de agilidad y tiros son prácticamente calcadas a las de PS3, con unas animaciones que estén a mil años luz de la mayoría de juegos de la competencia y un control decente y que no suele dar problemas. Las acciones más comunes las podemos hacer con los botones y los dos sticks, como toda la vida, u optar por los controles táctiles y de movimiento: apuntar girando la consola, escalar resiguiendo el recorrido con el dedo... digamos que no aporta nada pero, sinceramente, tampoco molesta.

Lo que sí que ya se empieza a percibir es cierto desgaste de la fórmula; tanto es así, de hecho, que incluso los propios personajes bromean sobre ello. Y eso no es culpa de Vita: la franquicia está pidiendo a gritos innovaciones en la jugabilidad. No estaría mal, tampoco, que hubiesen corregido algunos de los fallos más flagrantes de inteligencia artificial, como que te detecten a la mínima cuando estás intentando infiltrarte.

Para los más completistas también se ha añadido, ya que no hay cooperativo ni multijugador, un montón (UN MONTÓN) de coleccionables. Podremos buscar amuletos, objetos, pistas... y hasta seguir coleccionando durante las cinemáticas clicando en elementos que van brillando; si tienes intención de rejugarlo en una dificultad más elevada esto te tendrá entretenido durante un buen rato.

Uncharted: El Abismo de Oro es el juego bandera del lanzamiento de Vita. Tiene los mejores gráficos que hemos visto en una portátil y una historia con suficientes méritos como para ser considerada una más dentro de las aventuras de Nathan Drake: esto ya tendría que ser motivo de sobras como para que te lo agencies de buenas a primeras.

8 / 10

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