Angry Birds Star Wars
El lado oscuro de Rovio.
Angry Birds Star Wars no es más que lo que su propio nombre indica, un episodio más de los pájaros cabreados ambientado en el universo de los Caballeros Jedi y la Fuerza, y como es obvio, los pájaros son los buenos y los cerdos encarnan a los soldados del Imperio. Es gracioso ver a los personajes de la saga convertidos en los distintos tipos de pájaro en el juego o a los cerdos con el típico casco de soldado imperial o convertidos en Darth Vader o un TIE Fighter. También lo es el como se han construido los escenarios a partir de localizaciones basadas en los de las películas como Tatooine o la Estrella de LA muerte. A este respecto, el juego funciona de un modo notable, con multitud de detalles y guiños que los fans de Star Wars seguro perciben y aprecian.
Ya sabemos lo que nos ofrece cualquier título de Rovio: un buen número de niveles que seguro que se van ampliando de forma gratuita en el tiempo, rejugabilidad apoyada en lograr tres estrellas en cada uno de los niveles y una curva de dificultad perfectamente ajustada con un aprendizaje muy natural de las distintas posibilidades que nos ofrece el juego. Nada nuevo y nada que objetar en este aspecto. Tampoco sorprende a nivel técnico, los gráficos están al nivel de la franquicia o los últimos juegos de Rovio, tan simples como bien realizados y tan simpáticos como divertidos. Eso si, en el apartado sonoro se echa de menos que se hubiese hecho un mejor uso de la amplia librería de temas musicales y sonidos de todo tipo que puede aportar Star Wars.
El problema principal llega a la hora de ponerse a jugar. Los pájaros protagonistas disponen de las armas y poderes de la saga, y no todos funcionan como debieran. Así encontraremos pájaros con espada láser, otros capaces de mover o lanzar objetos mediante la fuerza y algunos otros que no son más que meras adaptaciones de los protagonistas clásicos de Angry Birds.
Las primeras fases con cada uno de los poderes sirven de tutorial para hacerte con el manejo del mismo y llegan a sorprender, pero cuando vas avanzando en el juego te das cuenta de que no siempre funcionan como debieran. Y no lo hacen por dos motivos principales, el primero de ellos es que algunos se han metido con calzador. Seguro que si se hubiese planteado algo parecido para cualquiera de los Angry Birds anteriores se hubiese desechado su uso, pero en este había que meterlos, porqué es el juego de Star Wars. El segundo motive es que todo el juego tiene una componente de aleatoriedad muy por encima de los anteriores títulos de la franquicia. En estos probabas distintas opciones y apreciabas como ibas mejorando y dominando la fase hasta que lograbas las tres estrellas. En Angry Birds Star Wars da la sensación de que tienes que jugar y jugar hasta que se den las circunstancias que te permitan rellenar el casillero con las tres estrellas. Hay demasiados factores aleatorios, incluyendo la respuesta de nuestras armas y poderes, como para darte la sensación en ningún momento de que dominas el juego.
Hay demasiados factores aleatorios como para darte la sensación en ningún momento de que dominas el juego.
Y algo tan importante para un juego de este tipo como el diseño de escenarios tampoco está a la altura de anteriores entregas. Bueno sí, está al nivel de Angry Birds Rio. Artísticamente resultan divertidos y llenos de detalles, pero a nivel jugable no ofrecen las posibilidades que encontramos en el título original (o en Seasons). Da la sensación de que tener que ajustarse a una temática concreta ha hecho que la gente de Rovio se preocupe más por la parte estética del diseño, dejando un poco de lado el componente jugable.
No quiero decir que Angry Birds Star Wars sea un mal juego: no lo es. Es divertido, ofrece muchas horas de juego a un precio ajustado y, si somos conocedores de toda la imaginería en torno a La Guerra de las Galaxias, logrará robarnos más de una sonrisa, pero no resulta tan novedoso como Angry Birds Space ni es tan divertido como el original. La franquicia precisa de un lavado de cara urgente y no parece que vaya a llegar de mano de otras franquicias del mundo del cine o el videojuego. Se debe realizar desde dentro, retocando las mecánicas y los sistemas de juego que tuvieron éxito en su momento pero que están ya claramente desgastadas. Angry Birds Space fue un pequeño paso en esa dirección, y Star Wars supone un paso atrás.