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Análisis del AOC 24G2U

¿El mejor monitor por debajo de 200€ para jugar?

Cuando valoramos equipamiento y hardware para jugar en ordenador solemos tener muy en cuenta los procesadores, las tarjetas gráficas o incluso periféricos como teclados o ratones. Pero pocas veces prestamos tanta atención a un componente tan importante o más que los ya mencionados: el monitor. Es, al fin y al cabo, el elemento final encargado de transmitir hasta nuestros ojos la experiencia jugable. A la hora de escoger un buen monitor, suele darse el caso de que cuanto más dinero gastes mejor y, como muchos habréis comprobado en vuestras propias carnes, resulta difícil encontrar opciones de calidad si disponemos de un presupuesto ajustado. El reto está, entonces, en buscar un candidato que cumpla con nota la regla de las tres b's: que sea bueno, bonito y barato. Ahí entra el 24G2U de AOC, con un precio de tan solo 189€. ¿Lo consigue y estamos ante el nuevo rey de la gama de entrada dentro del segmento de monitores especialmente diseñados para jugadores?

Se trata de un monitor de veinticuatro pulgadas, con resolución 1080p, un refresco de 144Hz y un tiempo de respuesta gris a gris de tan solo cuatro milisegundos. A diferencia de la mayoría de monitores destinados al público gaming, los cuales suelen optar por paneles TN, el de AOC monta un panel IPS - lo cual permite ofrecer colores mucho mejores y ángulos de visión sin degradación más amplios - con un ratio de contraste 1000:1 y un brillo máximo de 250cd/m2, y también incorpora la tecnología FreeSync 2 de sincronización adaptativa para eliminar el tearing. Si hay una palabra que lo defina es sólido; posee unas características técnicas más que notables para su coste y la experiencia de uso, como veremos más adelante, es excelente. Me gusta, además, que pese a ser un monitor gaming su diseño no sea particularmente estridente, y que aun siendo barato tenga unos marcos muy pequeños, más que el de alternativas de un rango de precio muy superior. Sobre el papel, vamos, parece que estamos ante un ganador.

Un detalle bastante cuidado en el 24G2U es la ergonomía. Puedes girar el monitor treinta grados hacia la izquierda o la derecha, elevarlo hasta trece centímetros e inclinarlo tres grados y medio hacia adelante o veintiuno y medio hacia atrás. Esto garantiza que en la gran mayoría de casos podamos ajustar la posición perfectamente para que sea la más adecuada a nuestra mesa y a nuestra ubicación respecto a ella en la silla. La conectividad es otro apartado en el que se nota que no se ha dejado nada al azar, con dos puertos HDMI 1.4, un DisplayPort 1.2, un conector VGA, un jack de salida para auriculares, uno de entrada de línea y un hub USB 3.0 con cuatro puertos. Finalmente está el sistema de control para el OSD (el menú de configuración), compuesto por una botonera en la parte inferior derecha del marco. Realmente me parece un poco más cómoda la solución con un pequeño stick que utilizan, por ejemplo, los monitores de LG, pero la de AOC es bastante intuitiva y rápida gracias, en parte, a unos menús bien organizados y unas opciones claras y concisas.

La experiencia de uso, de hecho, es muy agradable. En esos menús podemos elegir fácilmente entre distintos modos de imagen adaptados a distintos géneros, como shooters en primera persona (también hay una opción para situar un punto de mira en el centro de la imagen), juegos de estrategia en tiempo real o simuladores de carreras. En todos ellos se activa de forma adecuada el modo juego para ofrecer un tiempo de respuesta óptimo, ajustando también el brillo, los colores, el overdrive o el contraste dinámico. También existe, claro, la posibilidad de personalizar hasta tres modos enteramente a nuestro gusto, así como otras opciones interesantes como un modo lectura con baja emisión de luz azul, un curioso modo para probar ajustes en una esquina de la pantalla (lo cual hace), un selector de HDR o incluso un medidor de frame-rate integrado (el cual depende de la compatibilidad con la tarjeta gráfica, pero puedo decir que con la GeForce GTX 1070 Ti que tengo montada en mi PC iba perfecto).

Lo cierto es que el uso del 24G2U es una gozada. Tras ajustar un poquito la imagen a mi gusto (pese a que de fábrica viene con una calibración más que decente), independientemente de si jugaba con el PC conectado por DisplayPort o con la Xbox One X por HDMI obtenía unos colores vivos y precisos, un buen contraste notable para un panel IPS y un nivel de brillo superior al anunciado (por encima de los 300 nits). Tampoco tengo queja alguna con el tiempo de respuesta, que pese a ser superior al que tendríamos con un panel TN (4ms frente a 1ms) sigue siendo mejor a la media, o de la uniformidad del brillo, sin que apreciase el molesto efecto de clouding. La combinación de los 144hz con la tecnología FreeSync 2 y el hecho de que el monitor fuese 1080p acabó resultando ser una bendición: los juegos de PC podían acercarse más al ideal de 144FPS al no estar la GPU tan forzada como en resolución 1440p o 2160p, pero cuando el frame-rate caía por debajo de las tres cifras el sistema de sincronización adaptativa de AMD (o Nvidia, en mi caso, porque el 24G2U funciona perfecto con G-Sync) evitaba la aparición de tearing en pantalla. Jugando con consola lo mismo: la imagen es súper nítida, la respuesta superior a la que tendríamos con un televisor y la imagen muy atractiva.

Lo que uno no espera de un monitor cuyo precio está por debajo de los doscientos euros son determinadas funciones y extras que normalmente están reservados para la gama media/alta, como puede ser el caso del hub USB 3.0 con cuatro puertos que viene de serie, perfecto para intentar tener más ordenados los cables de los periféricos que pueblan el escritorio. También destaca que la peana del monitor permita rotar la pantalla noventa grados en horizontal, para tenerla en posición vertical; no es algo que sea particularmente útil para jugar (aunque puede ser interesante para algunos shmups, curiosamente), pero que sí que sabrán apreciar los usuarios que usen el 24G2U y quieran aprovecharlo para editar código o para tener abierto un navegador mientras se editan hojas CSS, por poner un par de ejemplos. La guinda del pastel es el software G-Menu, que permite modificar cualquier ajuste del monitor desde una aplicación para Windows, sin necesidad de tocar los botones físicos. Puede parecer una tontería, pero es muchísimo más cómodo y rápido cambiar parámetros (desde los más simples, como el brillo o contraste, hasta otros más específicos, como el overdrive o la temperatura del color) con un par de clics de ratón que usando el OSD y la botonera de la parte inferior.

Si os soy sincero, me sorprende hasta qué punto AOC toca todas las teclas correctas con el 24G2U teniendo en cuenta su precio, y es por ello que se le perdona el único aspecto en el que baja un poco el listón: los altavoces integrados. El monitor monta dos con una potencia de 2W, pero su sonido es muy plano, carente de fuerza, graves y volumen máximo. Pueden valer para un apaño si aceptamos que la calidad va a ser más bien justita, pero en cualquier caso recomendaría siempre utilizar unos auriculares, especialmente si lo que vamos a hacer es jugar o escuchar música mientras trabajamos con el ordenador.

Ese es el único punto débil de un monitor que, por lo demás, no podría sorprender de forma más grata. Ofrece una imagen fantástica con un muy buen panel IPS, cumple con todo lo que promete en términos de rendimiento y, además, incluye extras y algunas funciones que otros fabricantes suelen reservar para sus modelos más caros. Cuesta creer que AOC haya logrado lanzar al mercado un producto con este nivel de calidad por un precio tan ajustado, pero estamos ante uno de esos pocos casos en los que las tres B's se cumplen con creces, haciendo del AOC 24G2U un monitor bueno, bonito y barato, uno que sin duda recomendaría a cualquier usuario que busque un excelente monitor para jugar aun contando con un presupuesto ajustado.

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