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Análisis del AOC CU34G2X - Un fantástico monitor gaming curvo de 34 pulgadas que no te obligará a pedir una hipoteca

Oops, they did it again.

Hace unos meses, justo antes de que colapsase el mundo tal y como lo conocíamos, analizamos el AOC 24G2U, un monitor que por menos de doscientos euros ofrecía una relación calidad-precio imbatible. A día de hoy, de hecho, sigue siendo el modelo que recomiendo a todos aquellos que quieren hacerse con un monitor para jugar a 1080p y 144Hz y no pretenden gastarse un dineral. Esta fórmula de buenas prestaciones y precio comedido le ha funcionado estupendamente bien al fabricante taiwanés, así que ahora prueban suerte con un nuevo modelo todavía más avanzado y atractivo. Y ya os lo avanzo desde el principio: lo han vuelto a hacer.

Si con el 24G2U el objetivo se enfocaba principalmente en el segmento gaming de entrada, con el CU34G2X apuntan a un usuario algo más exigente, uno que busca un tamaño mayor y algunas características premium. Así que empecemos por lo básico: nos encontramos ante un monitor ultrapanorámico de treinta y cuatro pulgadas, curvo, de resolución UWQHD (3440x1440), con una tasa de refresco de 144Hz y compatible con FreeSync (y con G-Sync, aunque de forma no oficial). Un monstruo de gran tamaño que, sin embargo, no hace grandes sacrificios pese a contar con un precio recomendado de 549€.

Las buenas sensaciones comienzan con un panel VA muy sólido, el cual ofrece un buen ratio de contraste (3000:1), una cobertura del 119% del espacio de color sRGB y una velocidad de respuesta de tan solo un milisegundo, con la ya mencionada tasa de refresco de 144Hz. Evidentemente lo que llama más la atención en primera instancia es la curvatura de 1500R, la cual genera una inmersión muy superior a la de un panel plano y se agradece especialmente a la hora de jugar (shooters en primera persona como Battlefield V o Doom Eternal, por ejemplo, son un verdadero espectáculo), pero hay otros detalles que también resultan sorprendentemente agradables. El primero es la representación del color y su calibración de fábrica; en la propia caja se incluye una hoja en la que AOC promete un Delta E (dE) inferior a 3 y unas mediciones concretas de la uniformidad de brillo, y en nuestras pruebas hemos podido comprobar que sus resultados son bastante precisos. Un usuario profesional seguramente necesite una calibración adicional (aunque, seamos sinceros, ese tipo de usuario busca otro tipo de producto), pero para el público al que va dirigido el CU34G2X puede dejarse tranquilamente la calibración de fábrica y obtener unos resultados excelentes. El segundo, es la uniformidad de la imagen: no hay ni rastro de defectos como bleeding o glowing, y la capa antirreflectante hace un buen trabajo a la hora de evitar reflejos molestos cuando hay mucha luz en la habitación.

Aunque no es algo que AOC promocione de forma activa, el CU34G2X también es compatible con HDR y HDR10, aunque con matices. Dado que el brillo máximo es de 300 nits y el panel de 8 bits, la implementación que hace del alto rango dinámico no es especialmente destacable; en juegos puede ofrecer en ocasiones algunos colores más vivos y un poco más de detalle en zonas brillantes y oscuras, pero los resultados están lejos de los que ofrecería un monitor o televisor especialmente diseñado para su uso con HDR. Tenéis que tomarlo más bien como un extra, entonces, y no basar la compra en este aspecto. Menos pegas se le puede poner a la tecnología de refresco variable; FreeSync funciona perfectamente en el rango entre los 48Hz y los 144Hz, y aunque no de forma nativa, el CU34G2X también funciona con el G-Sync de las tarjetas Nvidia. En este último caso apreciamos inicialmente unos parpadeos intermitentes que apuntaban a un pequeño problema de compatibilidad, los cuales se solucionaron actualizando los drivers de Nvidia a una versión más moderna. Existe además la opción de bajar el refresco a 120Hz y usar un modo MBR (motion blur reduction) que reduce el efecto borroso en los movimientos rápidos a cambio de sacrificar un poco de brillo máximo.

A nivel de conectividad va bastante sobrado, con dos entradas HDMI 2.0, dos entradas DisplayPort 1.4 y un hub con cuatro puertos USB 3.2, bastante útil y cómodo para no tener que estar enchufando y desenchufando cables en la caja del ordenador. También posee una salida jack stereo de 3.5mm, necesaria para conectar unos auriculares u otro dispositivo de audio, ya que no incluye altavoces de serie. Es uno de los pocos sacrificios evidentes en el monitor de cara a reducir el coste, aunque tampoco se echan demasiado de menos; los altavoces integrados que montan la mayoría de fabricantes, salvo casos muy concretos, suelen tener una calidad más bien mediocre y AOC no era una excepción en propuestas anteriores, como podía ser el caso del 24G2U que probamos hace unos meses.

A nivel de diseño y ergonomía hay pocos cambios y poco a añadir respecto a lo visto en el 24G2U. Me sigue gustando que, pese a ser un monitor gaming, las líneas visuales no sean agresivas, no tenga lucecitas de colores y el aspecto general sea, dentro de su estética moderna, relativamente sobrio. Es un dispositivo bonito, con unos acabados más que aceptables para su rango de precio. El sistema de montaje, nada más sacarlo de la caja, vuelve a ser extremadamente sencillo (no se necesita ningún destornillador o herramienta adicional) y la peana es ajustable tanto en horizontal como en vertical. Lo único que se ha perdido, por motivo obvios (el formato 21:9, tan apaisado), es la posibilidad de rotar el panel noventa grados en horizontal. Lo que sigue sin acabar de convencerme es la botonera para moverse por los menús; si bien el OSD es intuitivo y rápido, seleccionar y cambiar parámetros sería mucho más rápido con un pequeño joystick o similar.

Todo esto está muy bien, pero al final todo se dirime en la experiencia de uso. Y en ese sentido, la verdad, todo bien. Jugar con este monitor es una delicia y, como comentaba un poco más arriba, la curvatura del mismo ayuda mucho a aumentar la inmersión. Esto es especialmente notorio en determinados géneros, como los shooters en primera persona, pero también se ajusta bien a otros muy distintos como los juegos de estrategia o los simuladores (volar en Microsoft Flight Simulator es verdaderamente alucinante). La resolución 1440p es un poco más exigente con el equipo, con lo cual recomendaría su uso en un equipo de gama media/alta con, como mínimo, una GeForce GTX 1070, para poder aprovecharlo bien, pero depende mucho del software. El hecho de que incluya FreeSync resulta útil precisamente para los títulos más exigentes, evitando el tearing cuando el frame-rate baja por debajo de los 144FPS. Los diferentes modos de imagen del menú, además, permiten ajustar bien los parámetros al contenido, y si le damos un poquito más de saturación de la que viene configurada de serie podemos conseguir unos colores muy vivos y un contraste notable.

En resumen, AOC lo ha vuelto a hacer. Es sorprendente el nivel de calidad que consiguen ofrecer con sus productos dentro de un precio más que razonable, y aunque en este caso ya nos vamos a una cantidad considerable, entre quinientos y seiscientos euros, lo cierto es que estamos ante un monitor excelente para jugar y para un uso general. Si haces una lista con los puntos que debería cumplir un monitor de estas características, el CU34G2X cumple con prácticamente todos: formato ultrapanorámico, gran tamaño, alta tasa de refresco, FreeSync, buena calidad de imagen, una calibración precisa, ergonomía y unos cuantos extras bastante útiles, que añaden valor adicional. Incluso la curvatura, que me parecía un gimmick, ha acabado resultando ser una revelación, porque aquí es mucho más inmersiva que en un televisor para el salón. Recomendadísimo, entonces... si os cabe en el escritorio, me parece una solución excelente y apta para casi todos los bolsillos.

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