Análisis de As Dusk Falls – Las malas decisiones, mejor en compañía
Another One Bites the Dusk.
Tras concluir su exclusividad con Xbox y Steam, este drama interactivo desbordante de personalidad y con una trama intensa llega a más plataformas para seguir tomando malas decisiones (o no).
Hace casi dos años desde que As Dusk Falls se estrenó en Xbox Series y en Steam. Ahora, que parece que hemos iniciado un bello camino en el que las exclusividades apuntan a ser testimoniales, llega otra que se rompe tanto en consolas como en PC, porque la obra de Interior/Night ya está disponible tanto en PS4 y PS5 como en Epic Games Store y GOG. Una oportunidad para que más gente se adentre en esta propuesta narrativa que sigue los pasos de estudios como Telltale, Dontnod o Quantic Dream, ofreciendo un formato episódico en el que las decisiones que tomemos marcarán nuestro camino, provocando que la historia varíe en función de lo que ocurra en cada momento.
A grandes rasgos, es el mismo título y contenido lanzado por entonces, con la salvedad de que en la versión para PlayStation 5 sí que se recogen algunas novedades interesantes, como la utilización de las funciones hápticas del DualSense y el panel táctil del mismo, que ahora puede ejercer a modo de ratón para deslizarnos por las decisiones a tomar. Al mismo tiempo, esta versión favorece la accesibilidad (algo que ya estaba bastante potenciado en su versión original), dando la oportunidad a más usuarios de vivir esta particular propuesta también con la función de audio-descripción para todas las versiones y que así jugadores invidentes o con una menor capacidad de visión puedan disfrutarlo sin barreras. Además, se ha añadido también compatibilidad con una nueva aplicación específica para dispositivos móviles, dando la posibilidad de que hasta un máximo de 8 jugadores participen, ya sea en red local, online o combinando ambas modalidades, y decidir así el sino de los protagonistas. Por supuesto, también se conserva la función para jugar en streaming a través de plataformas sociales y que los espectadores voten en las decisiones a tomar en cada momento: un hecho al que sacamos partido en su día completando la experiencia de As Dusk Falls con nuestra comunidad a través de Twitch. Una experiencia que, si me preguntáis, resultó muy especial.
Si no conocíais la propuesta hasta ahora, la historia de As Dusk Falls transcurre en el año 1998, y parte de un robo que no sale bien en una pequeña ciudad de Arizona. En ese punto, los destinos de dos familias se entrecruzan. Nos topamos, por un lado, a los Walker, una típica familia americana aparentemente feliz, y los Holt, tres hermanos con personalidades variopintas que caminan en el filo de la legalidad con sus acciones. Sin entrar en demasiados detalles para no arruinar la experiencia, la obra pone ante nosotros diversos temas interesantes que animan e invitan a la reflexión, como las consecuencias de la violencia, romper con lazos familiares arraigados o la precariedad social de muchas familias en los Estados Unidos y la diferencia entre clases. El aprecio y el cariño por el estudio radica en un guion fantásticamente escrito, que continuamente nos pone frente al filo de la espada de Damocles, haciéndonos cuestionarnos decisiones o nuestra propia ética, por medio de personajes escritos con sus luces y sombras, lo que los humaniza y acercan la posibilidad de sentir empatía o rabia por -o hacia- ellos. Es una trama de esas que son creíbles por su acercamiento mundano, y que consigue mantener el interés del jugador durante los seis capítulos que la componen.
Con sus altibajos, la tensión se mantiene desde el principio hasta el final, cimentándolo con interesantísimos cliffhanger que nos advierten el ansia de querer saber más. Y con las siempre curiosas estadísticas finales entre capítulos donde podremos comparar nuestras acciones con el resto de jugadores, y también comprobar las ramificaciones que puede tener la historia si hubiéramos tomado otra decisión, instándonos a vivir de nuevo algo diferente en una segunda partida.
Bien es cierto que este nuevo tributo al efecto mariposa tampoco es perfecto, y hay personajes que quizás se sienten poco explotados y terminan siendo mero atrezzo a la hora de transmitir un mensaje que, si bien es efectista y cumplidor, no resulta tan impactante, evocador o memorable que el de otras propuestas de similares características. As Dusk Falls es capaz de entretener y ofrecer momentos muy buenos, pero su resultado queda lejos de dejar una huella o un cisma más profundo como sí son capaces de hacer obras como Life is Strange o los The Walking Dead de Telltale. De estos probablemente recordaréis su trasfondo y momentos de la historia en unos años; con As Dusk Falls me resulta difícil pensar en esa posibilidad, puesto que si bien tiene buenas intenciones, acaba siendo errático o demasiado conservador al ponerles broche.
El juego sí que resulta más innovador en el plano técnico, gracias a su particular estilo en el que se superponen dibujos estáticos a la hora de diseñar las secuencias cinemáticas en las que, generalmente, aparecen QTEs para añadirle dinamismo a una propuesta más bien calmada. La obra consigue así potenciar su expresividad y dotar de un sello propio al conjunto. Aunque es cierto que durante los primeros compases de juego puede resultar extraño, al final te acabas acostumbrando a su peculiar manera de, de alguna forma, darle vida a un lienzo. No creo que nadie llegue aquí buscando un despliegue audiovisual de proporciones bíblicas, tampoco. Así que, si lo que tenéis en mente es vivir y tomar el control (o intentarlo si hacéis uso de su multijugador) de un drama criminal con una trama y personajes interesantes. Si os gusta este género tan particular en general, As Dusk Falls, incluso con sus defectos, es recomendable.