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Así están las cosas con Wii

¿Qué ha sido de la Revolución?

El mes pasado Satoru Iwata admitía en la conferencia de resultados financieros que "hemos tenido un crecimiento continuo en el número de usuarios de Wii, pero ahora vemos un giro a lo contrario. En otras palabras, no estamos creando una situación en la que los usuarios sigan jugando tras su primera experiencia. Ese es un gran reto que tenemos por delante".

En otras palabras, Wii encara su recta final en una situación enquilosada. Los juegos first party y third party, ya discutidos antes, ahora son todavía más anecdóticos, con solo Zelda en el horizonte. Estos son los títulos más destacados para Wii de los próximos meses: Transformers: Dark of the Moon, Get Fit with Mel B, LEGO Pirates of the Caribbean: The Video Game, Cars 2: The Video Game, Karaoke Revolution Glee: Volume 2, ExerBeat, Wii Play: Motion y Green Lantern: Rise of the Manhunters. Tres juegos basados en películas, un juego de fitness, otro de cantar, una colección de minijuegos de Nintendo y un juego de Lego. Insisto: esos son los destacados.

Lo más fascinante de Wii es lo conservador que se ha vuelto el mercado de software. Todo el mundo sabe qué funciona: los minijuegos, el baile, los ejercicios de fitness y los juegos de tablero. Los meses más innovadores fueron, de hecho, los primeros, títulos como Wii Sports, Elebits o el criminalmente ignorado WarioWare: Smooth Moves. La intuitiva interfaz de Wii Sports destinada a hacer que los usuarios jueguen lo más rápido posible hace que Sports Resort y la banal Wuhu Island parezcan torpes.

Elebits y Smooth Moves eran ejemplos de ideas que eran irrealizables sin el mando de Wii: el primero era un juego sobre apuntar, agitar y desordenar. El segundo, cien ejemplos de lo que el mando podía representar. Esos deberían haber sido los ejemplos a seguir.

Probablemente lo mejor que ha dado Wii: los momentos divertidos con tus amigos al jugar a Wii Sports.

En lugar de eso, el mando de Wii se ha convertido en algo casi anecdótico en sus mejores juegos (Galaxy viene a mi mente), y la decepción no es por la falta de ports multiplataforma o porque hayan demasiados party games; es porque el software de Wii raramente ha innovado más allá de lo obvio. Los juegos de deportes y fitness estaban bien, pero la interfaz nunca se desarrolló más allá de curiosidades como Let's Tap. Los juegos recientes de Nintendo apuestan por cosas tan tradicionales como plataformas 2D (Donkey Kong Country Returns o Kirby's Epic Yarn) o títulos olvidables como Mario Sports Mix.

Los directivos de Sony siempre han atacado a Nintendo por el aspecto infantil de sus productos, lo cual visto desde otro ángulo es su punto más fuerte. Es la idea que defiende la Wii: la complejidad y la profundidad es menos importante que la diversión.

Esa brillante simplicidad provocó cierta revolución. Y aquí están las cosas ahora: Wii sigue adelante, y seguramente venderá varios millones más en los próximos años. Es una consola clásica con algunos juegos inolvidadables. Pero también es una en la que la mayoría de su software es demasiado simple o demasiado mainstream, una consola que mantiene su atractivo original pero que jamás ha ido más allá de él.

En los días de su lanzamiento, Wii prometía una nueva forma de jugar, una nueva experiencia. Cuatro años más tarde, se ha quedado sin fuerzas y la atención de Nintendo está claramente en otras cosas. La historia de éxito de esta generación de consolas se ha convertido en aburrida narrativa. Era un ardid, como también lo era el Ultra Hand. Pero era uno genial, ¿no?

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