Skip to main content

Avance de Assassin's Creed Syndicate

Jugamos varias horas en Londres.

Todos recordaréis que hace poco más de un año Ubisoft se vio envuelta en una agria polémica tras la publicación de Assassin's Creed: Unity. Multitud de bugs y un rendimiento que en ocasiones se arrastraba incluso por debajo de los límites aceptables empañaron el lanzamiento de uno de los títulos más importantes de 2014 y lo convirtieron en una fuente de memes y en protagonista de innumerables discusiones en foros y redes sociales. La credibilidad de la saga quedó en entredicho, y un halo de incertidumbre acabó rodeando a su secuela, anunciada pocos después. Pero, ¿fue un bache puntual o la señal inequívoca de que la franquicia iniciaba su declive tras años arrasando en las listas de ventas?

Tranquilos: bastan unos minutos con Assassin's Creed: Syndicate, al que estuvimos jugando durante algo más de tres horas en Londres la semana pasada, para comprobar que el juego de este año no caerá en esos mismos errores. Pese a tratarse de una versión no final, los bugs hicieron acto de presencia únicamente en casos muy aislados, el frame-rate era mucho más estable (aunque por desgracia no se mantiene todo el tiempo en 30FPS constantes) y, en general, daba la sensación de ser un producto que llegará a las tiendas mucho más pulido que su antecesor. En lo técnico, al menos, parece que la lección está bien aprendida.

Como habréis visto en los tráilers y vídeos que Ubisoft ha ido publicando a lo largo de los últimos meses, en Assassin's Creed: Syndicate se explica la historia de dos hermanos, Jacob y Evey Frye. Contar con dos protagonistas introduce la primera novedad de calado de esta entrega, que es la posibilidad de, excepto en algunas misiones concretas si el guión lo exige, utilizar libremente y en cualquier momento a cualquiera de ellos. No es una cuestión meramente estética, porque cada uno tiene su propio equipo y árbol de habilidades, ajustándose al tipo de enfoque que queramos dar a la acción; Jacob es más fuerte y dado a la confrontación directa, mientras que su hermana parte con ventaja en infiltración y sigilo.

Ambos pueden echar mano de otras de las novedades de Syndicate. Una de las más llamativas es un gancho al más puro estilo Arkham con el que escalar más rápido los edificios y saltar al vacío para eliminar enemigos, aunque lo cierto es que los puntos en los que se puede usar son bastante más escasos que en el juego de Rocksteady. Y si Arkham Knight introducía el Batmóvil, Syndicate hace lo propio con los carruajes, un sistema de transporte que no solo permite desplazarse por la ciudad más rápido, sino que también introduce secuencias con persecuciones y auténtico caos en las calles de Londres cuando arrasas con farolas, postes y peatones. Su conducción no es sutil, desde luego, pero sí efectiva y muy sencilla de controlar.

Con el trasfondo de la lucha de clases y la explotación laboral en plena revolución industrial no es de extrañar tampoco que en el nuevo juego de Ubi jueguen un papel muy importante las bandas que luchan por el control de los diferentes barrios de Londres. El villano de la historia (bastante interesante y mucho más carismático de lo que habíamos visto hasta ahora) controla los bajos fondos, pero Jacob no tarda mucho en reclutar a su propio ejército, los Rooks. Puedes hacer que varios te acompañen en las misiones, usándolos como fuerza de choque o simplemente de guardaespaldas, pero como resultan más útiles es de señuelo, distrayendo a los enemigos mientras tú te deslizas entre las sombras aprovechando la confusión para asesinar a tu objetivo con menos resistencia.

Sin embargo, estas novedades no varían en exceso la fórmula que hemos podido disfrutar en entregas recientes. Al fin y al cabo Assassin's Creed es una franquicia de entregas anuales con una base de usuarios que sabe exactamente lo que quiere, e imaginamos que los desarrolladores prefieren jugar sobre seguro. Con Syndicate Ubisoft no parece demasiado interesada en atraer a nuevos jugadores, sino más bien recuperar la confianza de esos fans que salieron escamados tras el fiasco de Unity. Es por ello que, pese a convencer en términos generales, en otros aspectos no apreciamos esos aires de renovación que, visto desde lejos, el juego parece pedir a gritos.

El sistema de combate, por ejemplo, hace ya tiempo que se vio superado por el de los Arkham, y ahora mismo da la sensación de estar demasiado encorsetado. A ver, que funcionar funciona, pero en ocasiones es errático: en un momento te dice qué acción deberías hacer, pero en la siguiente te deja vendido rompiendo la acumulación de combos de forma bastante frustrante. Y en las batallas con bandas, en las que se lucha contra bastantes enemigos a la vez, no le vendría mal un poco más de artificio, convirtiendo la pelea en una especie de danza como hacía Batman en los juegos de Rocksteady.

Aunque quizás el caso más flagrante es el del sistema de parkour. Me comentaba un compañero de otro medio que conforme la saga Assassin's Creed ha ido avanzando también lo ha hecho la complejidad de la arquitectura de sus escenarios, mientras que el sistema de parkour seguía anclado en el de las primeras entregas. Eso es totalmente cierto, y ahora mismo corretear por los tejados de la Londres victoriana sigue siendo bonito y satisfactorio, pero una experiencia menos fluida de lo que debería, con momentos (al querer bajar por una cornisa, por ejemplo) en los que el personaje te exige pulsar algún botón cuando debería realizar una animación contextual de forma automática.

Quizás el año que viene veremos novedades en estos y otros apartados, pero de momento, aquí y ahora, Syndicate sabe lo que quiere ofrecer: una historia atractiva con una dirección de arte brillante que nos traslada al Londres industrial de mediados y finales del siglo XIX, una representación realista y espectacular de la capital británica (donde no faltan lugares emblemáticos como el Big Ben, la Torre de Londres o la Abadía de Westminster), cameos de personajes reales como Charles Darwin, Karl Marx o Charles Dickens e incluso cierta carga de crítica social, muy apropiada para los tiempos que trata. Y también habrá brechas temporales (no os puedo decir a qué época, pero molan) y el regreso del arco narrativo de Abstergo en la actualidad, algo que ayudará a que la historia siga avanzando de cara al futuro y mantendrá entretenidos a los fans elucubrando teorías.

Más y mejor que Unity, entonces. Assassin's Creed es la franquicia estrella de Ubisoft, y la compañía francesa sabía que no podía permitirse otro tropiezo como el del año pasado. Syndicate es una respuesta precisamente a ello, un juego que toma esa base, pule los errores y la perfecciona. Quizás nos gustaría ver un giro de tuerca en ciertos apartados, porque la saga empieza a mostrar signos de agotamiento, pero es difícil quejarse cuando tienes ante ti un mundo abierto tan grande, con tantas cosas por hacer y con una ambientación y un villano tan atractivos.

Este avance se ha escrito tras asistir a una demostración hands-on de Assassin's Creed: Syndicate en Londres. Ubisoft cubrió los gastos de viaje y alojamiento.

También te puede interesar