Tenemos ganas de Bayonetta 2

Puede que Wii U no sea la consola de última generación en la que a más de uno le gustaría ver una secuela de Bayonetta, pero Platinum Games ha hecho bastante para que Bayonetta 2 se vea distinto. No solo mejor, que también: la idea, contaba uno de los miembros del estudio en el último número de Edge, es que de un vistazo se puedan distinguir los dos juegos. Los ribetes y ornamentos de los menús dejan de ser curvos y domina ahora el ángulo de 90 grados, la línea recta; destellos y luces son de un tono más frío, y los azules dominan en la paleta de colores; Bayonetta tiene el pelo corto, claro, y Jeanne tiene una larguísima melena blanca. Hay cambios.

Por fortuna, cuando cogemos el mando es como si no hubiera pasado el tiempo.

Hace cinco años que salió el Bayonetta original, el primer juego de Platinum para PlayStation 3 y Xbox 360, y algunos seguimos jugándolo. Yo mismo le puse un 10/10 en Eurogamer, el único del que no puedo arrepentirme, por ley. La policía vendría a por mí. La necesidad o no de una segunda parte es algo que se puede discutir, pero a estas alturas, a tan pocas semanas de que el juego se ponga a la venta (24 de octubre), lo único que podemos hacer es abrazar la idea de que pronto estaremos pasando tiempo de calidad con la bruja hipersexualizada y letal que creó Kamiya, aunque sean otros los que se encarguen de continuar con su legado. Después de jugar a los cuatro primeros capítulos (más el prólogo), creo que es fácil esperar (casi) solo cosas buenas de lo nuevo de Platinum.

Ya digo que el sistema de combate, lo que hizo grande a Bayonetta y puede (y debe) hacer grande a Bayonetta 2, permanece intacto. La sensación que tenemos al encadenar combos, esquivar ataques en el último instante y eliminar oleadas de enemigos en busca del siempre agradable Platino Puro es la misma que en el primer juego; a los combos que ya conocíamos se unen otros nuevos y algunos que son como variaciones de los de toda la vida; a las estrategias y dinámicas de los combates que recordamos del primer se unen nuevas técnicas que amplían las posibilidades del combate, que añaden capas y variables al ya sobradamente profundo sistema de combate.

"El sistema de combate, lo que hizo grande a Bayonetta y puede (y debe) hacer grande a Bayonetta 2, permanece intacto."

Lo principal es el Clímax de Umbra, una técnica que, al rellenar una barra de magia entera (compuesta por una serie de puntos que forman uno más grande a medida que enlazamos golpes), nos permite convertir nuestros ataques y combos estándar en versiones extremas, mucho más poderosas y con mayor alcance, con una pulsación del botón L. Es un sustituto de los Ataques Tortura, que siguen ahí pero que ahora no siempre son lo más conveniente: quizá prefiramos usar el Clímax para lidiar con grupos más grandes, por ejemplo, o simplemente prefiramos continuar con los combos en lugar de hacer un Ataque Tortura por puro gusto. Buena parte de la gracia de Bayonetta está en expresarse a través del sistema de combate.

La espectacularidad de más de este Clímax de Umbra es un leit motiv de Bayonetta 2, un juego que se ve y se escucha bastante mejor que la primera parte. La resolución sigue siendo la misma, pero a los 60 frames por segundo, algo más estables que en la ya bastante estricta primera parte, hasta donde he podido jugar, se unen unos modelos más definidos y detallados y una mayor cantidad de efectos visuales que quieren, como decía antes, conseguir que Bayonetta 2 se juegue igual pero no se vea igual. El cambio no se nota solo en los vídeos (aunque sea en ellos donde el salto quizá se vea más: el final del prólogo, en el que Bayonetta se enfrenta cara a cara con Gomorrah, una de sus invocaciones, en lo alto de un rascacielos es impresionante), sino que también es visible en los combates: en el último capítulo del avance, el cuarto, el énfasis en el uno contra uno cuando nos enfrentamos al Sabio de Lumen Enmascarado permite que el juego se fije más en los personajes, en lugar de dejar que el caos tenga un papel protagonista. Poco después, en ese mismo combate, al combate del Sabio contra Bayonetta se le une, de fondo, el de dos invocaciones titánicas que se curten el lomo a nuestras espaldas, replicando lo que hacen sus amos. Está claro que Platinum quiere mantener el combate tan pulido y brillante como en la primera parte, pero mejorando todo lo que pueden (teniendo en cuenta el hardware relativamente limitado con el que trabajan) lo que tiene de vídeo un videojuego.

"Wii U puede estar orgullosa de tener un juego como Bayonetta 2 en su catálogo, de tanto prestigio y que es tan sinónimo de cariño y buen hacer."

Es pronto aún para sentar cátedra, pero la toma de contacto ha sido muy positiva. Aunque no sea la exclusiva que hacer que una consola venda millones de unidades, Wii U sí puede estar orgullosa de tener un juego como Bayonetta 2 en su catálogo, de tanto prestigio y que es tan sinónimo de cariño y buen hacer. ¿Y si la cosa sale mal, preguntáis? Si algo se tuerce, pensemos en que con esta secuela viene una copia (digital o en disco, en función de cómo decidamos comprarla) del primer Bayonetta, ese juego de 10/10. Es un buen trato. Tenemos ganas de verte de nuevo, Cereza.