Avance de Fuse, el nuevo juego de Insomniac para Electronic Arts
Los creadores de Resistance nos dejan jugar a su divertido cooperativo para Xbox 360 y PS3.
La mala noticia es que Fuse es tan genérico como aparenta. La buena es que es mucho más divertido de lo que parece.
En el EA Showcase de Londres pudimos jugar a lo nuevo de Insomniac, los creadores de Resistance y Ratchet & Clank, para Xbox 360 y PS3. Y no os vamos a engañar: cuando vimos las primeras pantallas tuvimos la sensación de que no podía ser más random, con una dirección de arte muy de marines espaciales y una historia a lo peli de Jean Claude Van Damme a la que se le quiere dar una seriedad un poco fuera de lugar. El argumento nos cuenta que se ha descubierto una sustancia alienígena llamada Fuse que es capaz de combinarse con cualquier material y alterar sus propiedades. Con eso se pueden hacer armas o artilugios militares. Nos hizo gracia el énfasis que hacían en que los materiales que se mezclan con Fuse son reales: a ver, seamos serios, esa materia alienígena ya invalida el realismo de la ecuación; qué más da si se mezcla con mercurio o con fifufún si el resultado son unos pinchos que atrapan enemigos en unos cristales muy locos. En todo caso, tú formas parte de un grupo gubernamental llamado Overstrike 9 que tiene que evitar que algunas meléficas organizaciones, como Raven, se hagan con tan preciado tesoro.
Con una mecánica de shooter en tercera persona controlamos a uno de los cuatro estereotipados miembros de este pequeño comando heroico. Por un lado está Dalton Brooks, el tanque, ex agente de Raven y hombre de pocas palabras: si la misión es reventar eso pues a reventarlo. Su arma especial genera un escudo que lo protege a él y a todo el equipo, y que puede plantar en el suelo o moverse con él; además, si cualquier miembro acierta a un rival disparando a través de ese fluido tanto él como Brooks recibirán más puntos. Esa combinación de habilidades y de ayudarse el uno al otro es una de las claves de Fuse y la mecánica que lo convierte en un juego interesante: hay que saber colaborar para ganar más puntos, morir menos -si uno estira la pata se acaba la partida para todos- y mejorar habilidades lo más rápido posible. También hay otras armas además de las especiales, por cierto, y son las habituales de cualquier juego de disparos.
El juego es divertido. Muy divertido. De hecho es de lo que más nos gustó de todo el EA Showcase de Londres: nos quedamos con ganas de más.
Naya Deveraux es la espía, la experta en sigilo. Puede generar una especie de anomalías espacio-tiempo que atraen y destruyen a los enemigos. También tiene la capacidad de hacerse invisible, muy útil para matar enemigos a corta distancia. Existen una serie de ejecuciones especiales cuando nos enfrentamos cuerpo a cuerpo. En una de las misiones que jugamos vimos otras aplicaciones de esta habilidad. Había un tramo en el que Naya tenía que desactivar unas torretas ya que era la única que no corría el peligro de acabar frita en pocos segundos.
La otra mujer de la pandilla es Isabelle "Izzy" Sinclair, un personaje bastante de apoyo que tiene el poder de atrapar enemigos en unos cristales negros. Mientras están inmovilizados los demás compañeros pueden matarlos y, ya sabéis, puntos para todos. También puede curar a los compañeros e incluso lanzar una especie de botiquines que emiten ondas y que tienen un rango de acción bastante amplio.
Jacob Kimble es el cuarto miembro del equipo y un ex policía de Los Angeles. Ted Price, director de Insomniac, lo utilizó como ejemplo para demostrarnos lo importante que será el argumento: iremos descubriendo poco a poco el pasado de cada uno de los componentes y habrá muchas subtramas que, aseguran, merecerán la pena. Kimble tiene una ballesta que le permite ser el rey en la larga distancia y, además, puede detonar las flechas y causar más destrucción alrededor del blanco principal.
Pudimos jugar un par de rondas en las que llevé a Kimble y a Naya. Ambos personajes se controlan de forma bastante diferente y la estrategia de combate tiene que adaptarse considerablemente. Eso lo veremos, sobre todo, en el modo para un jugador, en el que alternaremos de uno a otro según queramos -y la experiencia subirá en el personaje que controlemos. En el multijugador será mejor centrarnos en una especialidad y dedicarnos a mejorarla, que la progresión y el desbloqueo de más habilidades es otra de las motivaciones más interesantes de Fuse.
Además de los tiroteos comunes en los que tuvimos que ayudarnos los unos a los otros, controlar torretas, lanzar granadas y utilizar unas coberturas bastante bien resueltas, vimos una pelea contra un jefe de final de nivel que tenía la forma de un robot gigante. Era infinitamente más duro que los demás enemigos y dejaba a entrever lo terriblemente importante que será que nos repartamos bien el trabajo antes de los retos complicados: que unos distraigan, otros curen y los demás disparen.
Todo esto tiene poco que ver con Overstrike. No sé si lo recordaréis, pero así se llamaba antes este juego; enseñaron un tráiler bastante espectacular, incluso, en un E3. La idea era hacer un juego de infiltración cooperativo, pero Insomniac se dio cuenta de que es muy complicado que cuatro personas se coordinen para algo así. Tras varios meses de desarrollo decidieron cambiar el enfoque, quitar el estilo cartoon con el que se estaban moviendo y sustituirlo por el que veis en las imágenes y dar un giro radical hacia la acción. Y no queda tanto para queda tanto para que le podáis echar el guante, que sale durante el primer trimestre de 2013.
En este vídeo, de unos 20 minutos, podéis ver en acción a todos los personajes y descubrir qué pinta tienen esas armas potenciadas de Fuse.
Fuse tiene la clásica apariencia del típico juego de esta generación: marines espaciales genéricos, los mismos personajes y roles estereotipados y una historia que tiene toda la pinta de ser de lo más normal pero que nos la quieren vender como si fuese lo más trascendente del mundo: de momento solo hemos visto aliens con armas demenciales y soldados que luchan contra robots gigantes, y eso no es para ganar el Oscar, señores. Sin embargo, y quiero hacer mucho énfasis aquí, el juego es divertido. Muy divertido. De hecho es de lo que más nos gustó de todo el EA Showcase de Londres: nos quedamos con ganas de más. Y con esto, sinceramente, nos vale de sobras.