Avance de Like a Dragon: Ishin! - Una premisa distinta, pero con pura alma Yakuza
Puños y katanas.
A principios de semana pudimos probar una demo de alrededor de tres horas de Like a Dragon: Ishin!, un spin-off de la saga principal de Ryu Ga Gotoku Studios con ambientación en el período Edo. El juego no surge de la nada: es una especie de remake del Yakuza Ishin lanzado originalmente para PlayStation 3 y PlayStation 4. No obstante, este último nunca salió de Japón; la nueva edición no solo nos da la oportunidad de experimentar esta historia por primera vez en Occidente, sino que añade un buen puñado de cambios mecánicos y de historia.
El protagonista del juego es el clásico Kiryu Kazuma, pero esta vez en el papel de otro personaje: el guerrero Sakamoto Ryōma. De manera similar, otros personajes de la franquicia, como Goro Majima o Taiga Saejima, ocupan el puesto de figuras históricas reales como Okita Sōji o Nagakura Shinpachi. En la demo jugada, que nos permitía recorrer la totalidad del tercer capítulo del juego, acompañábamos a Ryōma en su propósito de unirse al Shinsengumi, una fuerza especial de policía que se relacionaba con el gobierno de Japón en ese momento. La sección destinada a la trama, no obstante, era más bien escasa; pudimos disfrutar de un par de peleas contra minijefes, enemigos particularmente poderosos con habilidades especiales de esquive o ataque que estaban cortadas, la verdad, por el mismo patrón que las entregas beat ’em up de la serie.
Lo interesante de estos enfrentamientos, no obstante, fue poder explorar en profundidad el sistema de combate del juego. Si el juego original heredaba sus mecánicas de batalla de Yakuza 5, hay claras referencias a Yakuza 0 y Yakuza 6 en esta entrega. Cuatro estilos de combate totalmente diferentes entre los que podremos alternar pulsando la cruceta en cualquier momento de las escaramuzas, y que cambian la manera en la que atacamos, esquivamos y nos relacionamos con los oponentes. Aunque uno de estos cuatro modos nos permitirá acceder al combate idiosincrático de la saga, a puños desnudos y con gran importancia de los agarres y del acto de coger objetos del suelo para golpear con ellos, el hecho de que casi todos los enemigos irán armados con espadas o armas similares nos hará oscilar naturalmente hacia los otros tres. Un modo en el que utilizamos una katana, que ocupa nuestras dos manos, lo que hará que no podamos utilizar las manos para cubrirnos los ataques pero sí utilizar el bloqueo de la espada para hacer una suerte de pequeños parry; un modo de ataque a distancia, usando un fusil que podemos cargar con distintos tipos de munición; y un modo mixto en el que sujetamos la pistola con una mano y la katana con otra, combinando movimientos cortantes y disparos con fluidez.
Cada situación requerirá aproximaciones distintas. Si utilizar el combate a distancia puro puede ser muy útil contra los enemigos más pequeños que nos encontramos por las calles, los jefes sabrán generalmente desviar nuestros disparos con la espada o esquivarlos con éxito para que no les rompan la guardia, así que necesitaremos un poco más de fluidez - o de golpes más contundentes - para plantarles cara. El modo mixto es el más versátil, pero al tener ambas manos ocupadas, también nos elimina la posibilidad de cubrirnos o de agarrar a los oponentes, así que muchas veces querremos usarlo para tantear las situaciones o despacharnos a los enemigos más débiles, y después cambiar a uno de los otros para acabar con los más fuertes. Ninguno de los cuatro modos parece particularmente revolucionario, y todos ellos se pueden expandir a través del sistema de habilidades clásico de la saga, pero lo que sí es cierto es que se combinan entre ellos con una naturalidad muy evidente. Casi sin querernos dar cuenta, empezaremos a leer las fortalezas de cada postura y a alternar entre ellas sin pensarlo según nos convenga.
Cabe destacar que el salto técnico de esta entrega es bastante notable, y deja muy buenas sensaciones tanto en la calidad gráfica de los modelos como en la dirección de arte, ahora más colorida y detallada que en la entrega original. El uso del Unreal Engine 4 eleva bastante los estándares de la saga, y sin llegar a ser un título extraordinariamente puntero, sí se ve muy bien dentro de lo que estamos acostumbrados en la franquicia. Donde el Ishin original apostaba por una estética un poco más oscura, más marrón, los escenarios, los trajes y los interiores de esta nueva versión son coloridos y vibrantes, llenos de vida y pequeños detalles allá donde mires.
Más allá del combate, lo más interesante de la demo, con diferencia, fue la oportunidad de poder recorrer el nuevo mapa libremente, echando un vistazo a las misiones secundarias, tiendas, minijuegos y demás elementos que lo componen y que son una parte tan importante de la saga. Y en este frente sólo hay buenas palabras. El grupo de periodistas españoles que pudimos probar la demo estuvimos casi toda la sesión sonriendo y comentando, por encima de nuestras pantallas, los pequeños detalles y los minijuegos que nos íbamos encontrando. Desde los míticos minijuegos, como el del karaoke - incluyendo una nueva versión de Baka Mitai que no pude evitar jugar un par de veces - hasta otros más locos, como una competición de beber con una geisha con algunos momentos en los que te alegras de que tus padres no te estén viendo jugar, un nuevo juego de ritmo con abanicos o apuestas en carreras de pollos.
Tiene cierta gracia, en general, ver la manera en la que el título es capaz de adaptar los detalles y elementos icónicos de la saga principal, ambientada en el tiempo presente, a una entrega más bien medieval: desde las misiones secundarias hasta las comidas que ofrecen los establecimientos están mimadas al detalle para ser, por un lado, reconocibles, y por otro, un tanto exóticas, sacadas de una época que no conocemos con tanta soltura. El conjunto es espectacular, y tras terminar la sesión de juego, fácilmente nos hubiese gustado quedarnos en su mundo otro buen puñado de horas. Quizás el único defecto aparente, a primera vista, es una localización al castellano que, si bien perfectamente legible, tiene algunas conversaciones o expresiones un poco extrañas. Por suerte, todavía queda un mes para el lanzamiento del juego; esperemos que este pequeño detallito tenga tiempo de pulirse para entonces. Por mi parte, ahora espero al juego con más ganas que nunca: la ambientación es distinta, y los nombres de los personajes diferentes, sí, pero se siente puro Yakuza.