Avance de Mario & Luigi: Dream Team Bros
Suéñame mucho.
Que Mario & Luigi: Dream Team Bros haya necesitado tres años de desarrollo debido principalmente al diseño de sus personajes, que han sido creados píxel a píxel en un entorno en tres dimensiones, da una idea del trabajo y el enorme mimo con que se ha cuidado cada detalle de este juego. No se han usado materiales ya existentes de otros títulos, tal y como han explicado sus responsables, AlphaDream, en un reciente Iwata Asks, sino que se ha diseñado todo desde cero partiendo de bocetos, lo que le da un aire único y encantador. Puede que sea un discurso manido, pero hay que verlo para darse cuenta de que se trata de algo especial. Lo mismo parece suceder con sus mecánicas: hay novedades jugables interesantes, algunas incluso extravagantes, que hacen que se sienta completamente distinto a las anteriores entregas de Mario & Luigi y que, más importante aún, denotan frescura.
La Isla Almohada es un lugar al que cualquiera querría irse de vacaciones, y es la localización a la que el doctor Modorra invita a la princesa Peach y a los dos hermanos. La isla es un paraíso turístico que, en realidad, oculta un antiguo reino cuyos habitantes ahora están perdidos en el mundo de las pesadillas, una realidad alternativa a la que Luigi puede acceder abriendo un portal mientras se echa una cabezadita en unas antediluvianas y mágicas almohadas de piedra -se ve que el pobre tiene cierta facilidad para desconectar. El objetivo de los hermanos, cómo no, es rescatar a los Almohadas, los antiguos residentes, para descubrir el paradero de la pobre Peach, que ha sido misteriosa y repentinamente... secuestrada. Una vez dentro de ese mundo Mario se encuentra con otro Luigi, el de los sueños, una versión idealizada de él mismo que, en realidad, es prácticamente igual que el auténtico.
"En Dream Team Bros hay novedades jugables interesantes, algunas incluso extravagantes, que hacen que se sienta completamente distinto a las anteriores entregas de Mario & Luigi y que, más importante aún, denotan frescura."
Ese Luigi Soñador tiene ciertas habilidades que son la excusa perfecta para desatar la vena creativa de los desarrolladores. En uno de los primeros mundos, por ejemplo, descubrimos que podemos alcanzar zonas de gran altura usando los llamados "elementos luiginarios", objetos que puede poseer y que, después, podemos manipular tocando las narices -literalmente, además- al Luigi real, que está durmiendo plácidamente en la pantalla inferior. Un pilar con dos hojas puede convertirse en la cara y el mostacho de Luigi, por lo que si le estiramos el bigote en la pantalla táctil en el sueño podremos catapultar a Mario hasta el lugar que deseemos. Intuitivo, y muy divertido.
Sigue habiendo combate por turnos, pero la cosa cambia aquí un poco: al estar dividido en dos realidades, el sueño y la vigilia, la forma de enfrentarnos a los enemigos varía ligeramente de un plano al otro; mientras que en el primero tenemos más libertad a la hora de afrontarlos, y podemos mover al personaje con el joystick para esquivar ofensivas, en el segundo se sigue más el esquema marcado por las anteriores entregas. La acción también cambia un poco entre esos dos reinos, ya que se apuesta por una vista isométrica en el mundo real, en el que podemos controlar los saltos de cada uno de los hermanos con distintos botones, y por algo más cercano a un plataformas en dos dimensiones para el de los sueños, en el que Luigi Soñador se fusiona con Mario para luchar.
Y todo rebosa un gran sentido del humor: desde los comentarios de cada uno de los seres con los que nos cruzamos hasta la forma en que se mueven los personajes, con un diseño admirable que, como es costumbre en Nintendo, recuerda a las mejores películas de animación; la palabra "encantador" se queda corta para describir la sensación que he tenido en mis primeras horas jugando a Mario & Luigi: Dream Team Bros. Artísticamente es todo un ejemplo y el sonido se ha mejorado enormemente, pero es el conjunto, la percepción general, lo que consigue que no solo tenga unas ganas locas de seguir jugando, sino que también me sienta orgulloso de poseer una Nintendo 3DS. Puede que Dream Team Bros se centre en el mundo de los sueños, pero hasta el momento solo ha conseguido despertar en mí grandes esperanzas.