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Avance de Mass Effect 3: ¿Shepard el Bueno?

BioWare prende fuego a la galaxia.

Los ciudadanos de la galaxia llevan escuchando el cuento de que Shepard fue "el/la Comandante que advirtió de los Reapers" desde hace algún tiempo. Primero ella (o él, según tu predilección) gritó '¡Reapers!' cuando descubrió que los procuradores de la Galaxia estaban a punto de fulminar a todas las civilizaciones galácticas conocidas. Luego, en Mass Effect 2, gritó '¡Reapers!' tras haber luchado contra un asqueroso monstruo que estaba hecho de pedazos de cuerpos humanos, y algunos o gran parte de sus subordinados murieron en el proceso.

¿Pero de verdad escucharon los ciudadanos? ¿Prestaron atención a la triste historia de esta particular Shepard? Por supuesto que no. La gente de la Tierra estaba demasiado ocupada preocupándose por conocer las intenciones de Cerberus, los Krogan se quejaban de que la genofagia estaba enviando al garete la procreación de su especie y los Quarianos estaban inquietos preguntándose qué aspecto tenían sus propias caras. Típico. Los cretinos incluso la despojaron de su rango por algo que hizo en el DLC. Bah...

De modo que ahora los Reapers han aparecido por fin, ¿y adivináis quién tiene que limpiar todo este estropicio? Exacto: el menda. El viejo y conocido Comandante Shepard vuelve para resolver el problema en una nueva y sexy aventura espacial.

Shepard y sus compinches pueden ahora dañar partes individuales de los cuerpos enemigos y desmembrarlos. O dicho de otro modo, repartir más estopa.

El trasfondo de Mass Effect 3 es que la galaxia está enardecida y la misión de Shepard es unir a las distintas razas alienígenas contra un enemigo común. En el primer juego tus seres cercanos y queridos se jugaban sus vidas, en el segundo tu tripulación entera estaba bajo amenaza y ahora, en Mass Effect 3, lidiamos con el destino de todas las civilizaciones. Las decisiones que tomamos en anteriores juegos (en relación a Wrex, el Consejo, la Reina Rachni y demás) darán por fin sus frutos mientras reúnes aliados para la escena final contra los Reapers. Los Geth puede que tengan algunas cualidades a su favor, por ejemplo, pero echarlos de forma poco diplomática del hogar de los Quarianos puede recompensarte con acceso a una mayor flota de naves en la galaxia. En tiempos de guerra hay que tomar decisiones difíciles...

Todo empieza en tierra firme, en una Vancouver del futuro, el mismo día en que los Reaper realizan su dramático retorno. Shepard y Anderson responden a una llamada de emergencia y se reúnen con los líderes de la tierra en un momento en el que el contacto con otras ciudades y colonias está siendo interrumpido gradualmente. De repente el mundo exterior eclosiona en una luz blanca, la habitación se llena de vidrios y sangre y se puede ver a los vastos Reapers surcando los aires. Pronto empiezan a acechar entre los rascacielos destruyéndolo todo a su paso; recuerdan a una extraña mezcla de calamares gigantes armados con láseres y ese tipo de aspiradoras verticales. La sensación recuerda a La Guerra de los Mundos, algo auspiciado por el descorazonado sonido ('ftang') que los Reapers emiten justo antes de acabar con su presa.

Liara vuelve fresca como una rosa tras mostrar su lado más salvaje en el DLC del Corredor Sombrío.

Es en este punto donde tomas el control de Shepard, descendiendo con Anderson por un rascacielos, y donde te familiarizas de nuevo con tu pistola mientras eliminas a Husks y Caníbales. Desde el principio se nota la mayor agilidad en los movimientos de Shep, algo tan simple como la habilidad de saltar obstáculos mientras corres en el escenario, las volteretas y la capacidad de subir escaleras de mano (¡escaleras!) añaden más fluidez que antes. A medida que el juego continúa llegas a los Archivos Proteanos en Marte, donde te sorprende el gran poder del ataque cuerpo a cuerpo, la habilidad para realizar muertes sigilosas desde una cobertura y la forma en que la protagonista (o el protagonista, si todavía lo juegas mal) se cubre.

La parada en Marte es como un alto en el viaje antes de que actúes como el representante matón de la Tierra en la Ciudadela. La razón es que se ha descubierto un artefacto Proteano que puede ser de mucha ayuda en la guerra. Junto a ti, mientras tanto, están James Vega, (un tipo militar muy brusco y con muchos tatuajes cuya bravuconería esconde algo de sentimiento) y la compañera que sobreviviera en Mass Effect 1, Ashley o Kadian, aunque ninguna de las dos confía del todo en Shepard tras sus asuntos con El Hombre Ilusorio. Desgraciadamente las tropas de Cerberus también están buscando esa antigualla Proteana usando tácticas inhumanas, asesinando a los empleados de la base con balas espaciales directas a la cabeza y abriendo las esclusas de aire, quizá como una indirecta al futuro sombrío que su iluso líder tiene preparado.

Aquí, de nuevo, las mejoras en el combate se vuelven obvias, especialmente en la forma en como los esbirros de Cerberus reaccionan a tus acciones y en las batallas ligeramente más imaginativas. En un momento debes avanzar como sea por un largo pasillo y a medida que los enemigos se retiran y reagrupan sientes la genuina sensación de que realmente los estás echando.

Los enemigos con escudos enormes se van a convertir en una tropa tan fuerte como la de los enemigos con pistolas enormes.

También hay sorpresas como asaltos a través de las ventanas, emboscadas a tropas y tiroteos en monorraíl que subrayan la transición que la saga Mass Effect ha realizado en cada entrega hasta convertirse en un juego en tercera persona más funcional. Las batallas están más igualadas gracias a una decente inteligencia artificial que hace que los enemigos que te flanquean se muevan siempre por caminos adyacentes al tuyo, y si te encuentras con los que llevan un escudo del tamaño de una puerta puedes tener algún problemilla (aunque llegados a este punto Liara ya domina el asunto, así que una dosis rápida de su Singularidad puede hacer maravillas...).

Mass Effect va mostrando su camino lineal a medida que se va abriendo, pero aunque las inmensas maravillas del universo se apagan durante dos horas al menos hay una sensación épica en el proceso. Tus personajes favoritos aparecen tímidamente en la historia dándote pistas de lo que va a venir, y todo está coronado por la reincorporación de Martin Sheen como El Hombre Ilusorio. Las localizaciones, por su parte - como ver la destrucción en la Tierra o la desolada base de Marte a la sombra de una tormenta de polvo gigantesca - deben ser consideradas como una declaración de intenciones por parte de BioWare.

Realmente da la sensación de que estamos empezando a descubrir una recompensa muy bien pensada para todo aquel que se haya pasado los dos primeros títulos, de que estamos ante lo más cerca que el videojuego ha estado de tener un desenlace o una "temporada final" al estilo de Perdidos o Battlestar Galactica. A diferencia de esas series, no obstante, descubrir quién sobrevive en este último acto depende bastante de ti...

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