Avance de The DioField Chronicle - Un interesante giro de tuerca al TRPG
Real-Time Final Fantasy Tactics.
Juego de Tronos se ha convertido en un lugar común. No hablamos ya de la calidad de los libros o de la serie, sino del hecho de que todo se compara con Juego de Tronos. Si algo se circunscribe en la fantasía medieval o trata de una u otra forma problemas políticos es más que probable que la gente corra a compararlo con Juego de Tronos, sea positiva o negativamente. Y de esto no se libra tampoco el videojuego, donde salen más «el Juego de Tronos del videojuego» al año que libros tiene la franquicia. Y si bien es fácil entender por qué se hace, resulta un tanto burdo cuando lo de meter política en sus mundos de fantasía es algo que Square Enix lleva haciendo desde mucho antes que todo el mundo y su abuela conocieran quién narices es George R. R. Martin.
Que The DioField Chronicle se va a comparar con Juego de Tronos es algo que saben incluso quienes todavía no lo han jugado. Como de costumbre, se hará sin mucha razón más allá de que sí, en los mundos de fantasía existe la política, y efectivamente, los estados y las organizaciones políticas son monstruos hambrientos de poder que corrompen a las personas con una facilidad asombrosa. Pero The DioField Chronicle tiene una genealogía muy evidente, que poco o nada tiene que ver con los esfuerzos de ningún escritor estadounidense, que le emparenta con juegos como Final Fantasy Tactics, Tactics Ogre y Vagrant Story.
Esta proximidad con los clásicos es evidente en el diseño de personajes, las ilustraciones, o incluso el logo del propio juego, pero también lo es en el desarrollo de su historia. El conflicto entre dos países en guerra y una tercera nación, pacífica, que intenta gestionar su situación privilegiada de isla ajena a los vaivenes de su continente, plenamente consciente de que eso no durará un par de tardes más. Especialmente porque, como ocurría en sus hermanos mayores, a pesar de lo profundo del lore o lo minuciosamente desarrollado de los conflictos geopolíticos más viejos que cualquiera de los involucrados, The DioField Chronicle presta mucha atención a sus personajes y su desarrollo.
Pero no hagamos como si esto fuera el análisis. Hemos podido probar nada más que la demo, el primer capítulo del juego que se estrenará el día 10 de agosto, pero incluso solo con eso ya es suficiente para apreciar todo esto que estamos diciendo. Todo cuanto ocurre en las alrededor de tres primeras horas nos deja apreciar un mundo vívido, unos personajes interesantísimos y una pregunta muy evidente: ¿por qué no se llama esto Final Fantasy Tactics 2?
La respuesta llega cuando, entre pedazos de lore, historia y conversaciones, nos adentramos en los numerosos combates de esta demo. Esto es un Tactic RPG en tiempo real, y eso significa que no hay pausas ni cuadrículas de ninguna clase: podemos movernos libremente y nuestros enemigos harán lo mismo. A cambio, tendremos todos los elementos que esperamos de un TRPG. Existen bonificadores por flanquear a nuestros enemigos, críticos basados en tiradas de dados ocultas, menús para utilizar nuestras habilidades especiales, estados alterados de todo tipo y tiempo de casteo de nuestras habilidades, aunque solo del lado de nuestros enemigos, ya que nuestras habilidades están sujetas a un cooldown para volver a usarlas. Y si bien esa asimetría puede sonar a pecado mortal para cierta clase de jugador, The DioField Chronicle se siente como la fusión de lo mejor de varios mundos; aunque tiene la estrategia profunda del TRPG, consigue darle a su vez el dinamismo de los RTS y la táctica y la espectacularidad de los RPGs de acción, tal y cómo ha evolucionado el género a su contacto con el mundo de los MMORPG al estilo de Guild Wars 2 o Lost Ark.
Porque aunque nada de esto lo haga sonar menos sacrílego para aquellos que creen que los turnos definen al RPG, pero que son directamente indispensables en el TRPG, la realidad es que la ausencia de turnos es lo que hace que este juego se sienta realmente único. Con turnos sería imposible replicar la agilidad y la tensión que sentimos en sus escenarios amplios, pero muy bien pensados, a la vez que no pierde ni un ápice de estrategia al obligarnos a pensar constantemente en nuestro posicionamiento y en cómo aprovechar las debilidades y fortalezas de nuestro pequeño equipo, de un máximo de cuatro personajes. Esto, a falta de ver cómo evoluciona a lo largo de la totalidad del juego, sorprende por lo satisfactorio que resulta ya desde sus primeros combates.
Si a esto sumamos el mimo que hay puesto en todos los aspectos visuales, con un diseño de personajes excelente y una cinematografía abundante y sorprendentemente inteligente, The DioField Chronicle, al menos en esta demo que llegará mañana a nuestras consolas y PCs, parece querer arriesgar y hacer las cosas de un modo diferente. Igual que Triangle Strategy supo traer al presente las formas clásicas del TRPG, The DioField Chronicle parece querer tomar el camino contrario, bebiendo de los ARPG y los RTS para crear una nueva forma de hacer TRPGs que trascienda los, en ocasiones, demasiado estrechos márgenes en los que se mueve el género.
Si lo conseguirá o no es algo que aún está por ver, pero lo que está claro es que, al menos por lo que podemos ver en este primer capítulo, tiene los mimbres necesarios para conseguirlo, incluso si ni la narrativa más excepcional de la historia va a evitar el sambenito de que lo comparen con una serie de televisión a la cual no se parece en nada más que en ser fantasía medieval.