Avance de Ultros - Mucho más que un metroidvania con estética psicodélica
Skin deep.
El Huervo, seudónimo del artista sueco Niklas Åkerblad, ha estado asociado durante muchos años al videojuego a través de sus bandas sonoras para Hotline Miami y su secuela, además de ser el artista detrás de las portadas de ambos títulos. Su característico estilo de pintura psicodélica le ha valido numerosos reconocimientos, incluyendo una nominación a los IGF 2015 por su trabajo en Else Heart.Break(). En el año 2019 El Huervo fundó el estudio Hadoque para liderar su primer proyecto propio: Ultros, un metroidvania que nos permite explorar su personal universo de colores ácidos. Hemos podido jugar unas horas y nos ha alegrado comprobar que detrás de todo ese estilo también hay mucha sustancia.
Ultros nos traslada a un entorno alienígena llamado el Sarcófago, una especie de estación espacial habitada por extraños seres que guarda un gran secreto en su interior. Pronto descubriremos que el Sarcófago está atrapado en una especie de bucle temporal alimentado por el sueño de siete personas encapsuladas en una especie de criogenia. Nuestro primer guía será un espíritu que parece haber desentrañado la manera de escapar del ciclo, pero para eso necesitará la ayuda de nuestra protagonista.
El juego entra por los ojos desde el primer minuto debido a sus colores chillones y fluorescentes, aunque es fácil imaginar que no será del agrado de todo el mundo. El Sarcófago es un lugar en el que se superponen capas de una tecnología incomprensible con elementos de una biologia desconocida, dando lugar a un extraño cruce entre un estilo retrofuturista con elementos naturales, como un art noveau que tomase como inspiración la flora de un planeta alienígena.
Pronto empezamos a discernir una estructura en todo y al avanzar encontramos elementos hostiles. Las criaturas con las que entablamos combate suponen un reto especialmente interesante no tanto por la dificultad (por el momento solo un par de jefes nos han puesto contra las cuerdas) sino porque el juego nos premia por jugar con estilo. Todos los enemigos dejan algún resto comestible tras de sí al ser eliminados, pero si repetimos ataques se considerará que nuestra ejecución ha sido torpe y nos dará una recompensa que recupera menos salud, además de no ser tan nutritiva. Es vital usar el sistema de contraataque, basado en la esquiva en el último momento para poder dar varios golpes especiales.
La nutrición es la base del árbol de habilidades de Ultros, ya que para desbloquear nuevas acciones o pasivas tenemos que aumentar los medidores cuatro parámetros distintos. Una pieza de menor calidad aumentará los mismos indicadores pero de forma notablemente menos efectiva, así que conviene aprender pronto a alternar el uso de las herramientas de nuestro set de movimientos para lograr las mejores piezas de cada enemigo y así desbloquearemos antes habilidades más avanzadas de navegación, combate y desplazamiento.
Esta práctica tendremos que repetirla de cuando en cuando, porque el bucle temporal de Ultros significa que cada vez que alcancemos un nuevo objetivo sufriremos un reinicio casi completo de todas nuestras habilidades (poco a poco conseguimos objetos que nos permiten “bloquear” unas pocas entre ciclos). Casi todos los atajos desbloqueados se vuelven a cerrar pero algunos elementos se mantienen, como el mapa del mundo o unas extrañas plantas que incluso parecen crecer de un bucle a otro.
En la prueba a la que tuvimos acceso aparecían dos bucles, pero ya se veían cambios notables en la segunda vuelta: no obteníamos la habilidad de doble salto en el mismo sitio, obligándonos a dar un rodeo que nos descubría un área completamente nueva y llevaba la trama por otros derroteros. Algunos personajes del primer bucle parecían reconocernos, pero pocos parecían tener clara la escala completa de lo que estaba sucediendo en el Sarcófago; la historia es uno de esos aspectos que tendremos que esperar para explorar en profundidad.
Ultros es un juego que puede entrar o repeler por los ojos en función del gusto de cada uno, pero debajo de su piel psicodélica se esconde un metroidvania que busca remezclar varios conceptos conocidos (el bucle temporal, el medidor de estilo) bajo sus reglas para desarrollar su universo propio. Esta prueba servía para abrir boca, pero para llevarnos algo más nutritivo tendremos que esperar un par de meses.