Avance de XCOM: Enemy Unknown
Es el turno de un clásico.
Pongámonos en situación: primer día de la Gamescom, son las seis de la tarde y llevamos desde las diez de la mañana viendo un juego tras otro. Estamos cansados, sí, pero llegamos al estand de 2K sabiendo que esa será la última cita del día. Nos toca XCOM: Enemy Unknown, es el turno - y nunca mejor dicho - de un clásico.
Antes de pasar a la sala donde podremos probar el juego, dos miembros de Firaxis, el estudio responsable de la saga Civilization y que ahora también se encargan de este remake, nos hacen una breve introducción. Nos comentan que el primer XCOM (más conocido como UFO: Enemy Unknown) es un juego de culto que aún hoy, 18 años después de su lanzamiento, todavía tiene muchos seguidores. El tiro, sin embargo, les sale por la culata cuando al preguntar cuántos fans del original hay en la sala solo uno levanta la mano.
No cabe duda de que el de XCOM es un caso curioso. Es uno de esos juegos con un título de renombre que a todos nos acaba sonando. Un habitual en multitud de listas de mejores juegos de la historia. Pero me da la sensación de que no son tantos los que jugaron en su momento. Me atrevería a decir que es el perfecto ejemplo de lo que podríamos llamar un juego de culto.
Imaginaros, pues, la responsabilidad que tiene el estudio de Sid Meier al plantear un juego que pretende resucitar y actualizar el espíritu de aquel título de estrategia por turnos. No lo confundáis con el FPS ambientado en el mismo mundo de invasiones alienígenas que están preparando en 2K Marin. En apariencia XCOM: Enemy Unknown podría parecer algo más sencillo que este último, puesto que a primera vista parece una simple puesta al día del mismo juego de hace 18 años, pero la cosa va mucho más allá - tanto es así que ya puedo avanzaros que ha sido uno de los mejores juegos que he tenido la oportunidad de probar en la feria de Colonia.
"Si por algo destaca XCOM es por una dificultad que no perdona equivocaciones"
Como en el título original, el jugador asume el rol del comandante de una organización secreta encargada de hacer frente a los extraterrestres que están invadiendo la Tierra. Así, desde el cuartel general del proyecto XCOM nuestra misión consiste en entrenar y preparar pequeños escuadrones de hasta seis soldados para que podamos enviarlos allí donde sea necesaria su intervención. Es a partir de esta premisa que se despliega ante el jugador un título en el que constantemente estamos tomando pequeñas decisiones. De hecho, como ya comentamos en nuestro primer avance, el juego se podría definir como una constante sucesión de elecciones tácticas.
A los que jugaron al primer XCOM también les resultará familiar la estructura del juego, que se divide entre el tiempo que pasamos en la base de operaciones y las misiones propiamente dichas. Sobre la base, uno de los grandes aciertos de este remake ha sido el hecho de presentárnosla como si se tratara de un diorama, o mejor dicho, como si fuera una granja de hormigas. Como podéis ver en este vídeo, nuevamente tenemos la oportunidad de gestionar cómo queremos construirla, qué salas habilitar, en qué proyectos ponemos a trabajar a nuestros investigadores, el estado de las misiones, el entrenamiento de nuestras tropas, etc.
La forma de visualizar cómo transcurre la vida en la base es muy acertada y realmente consigue que nos pongamos muy en el papel. Ayuda mucho el diseño artístico del juego, es difícil de explicar pero a nivel visual el nuevo XCOM me trasmite la sensación de que estoy frente a un juguete, pero no un juguete cualquiera sino uno de esos con empaque - realmente es una sensación difícil de explicar. Desde Firaxis ya han declarado que para el concepto visual se han inspirado mucho en las figuritas de acción, pero es que más allá de esto la forma de movernos por la base recuerda mucho a un castillo de juguete, con sus diferentes estancias cada una destinada a una actividad.
Mientras que en la base el ritmo de juego es bastante pausado es cuando finalmente seleccionamos una misión que la cosa se pone seria. Y es que a pesar de ser un juego de estrategia por turnos, si por algo destaca XCOM es por una dificultad que no perdona equivocaciones. Si por una mala decisión un miembro de nuestra escuadrón pierde la vida ya no podremos resucitarlo de ninguna manera por mucho cariño que le hayamos cogido. Solamente nos quedará la opción de recordar sus méritos con un placa conmemorativa en la base de operaciones, pero tendremos que seguir adelante.
Así, aunque estamos ante un juego por turnos tampoco podremos dormirnos en los laureles, porque si tardamos más de los debido en mover a nuestras unidades podemos acabar perdiendo el turno. En las primeras misiones, que son las que tenemos la oportunidad de probar en Colonia, no se refleja demasiado la profundidad del sistema de juego, pero ya dejan entrever que a pesar de controlar a pelotones más pequeños, en esta ocasión se ha dado mucho más énfasis a las habilidades especiales de cada unidad.
Ir moviendo a nuestro escuadrón sobre el terreno es algo realmente adictivo, en este sentido la adaptación del control al mando de consola está bien llevada. A su vez, ver cómo los soldados obedecen nuestras ordenes y cómo estas se traducen en pequeñas cinemáticas que se generan en tiempo real es algo realmente muy vistoso. La experiencia una vez estás jugando es bastante más dinámica de lo que parece.
Después de una hora de juego salimos muy satisfechos del estand de 2K. A pesar de que íbamos algo cansados este XCOM: Enemy Unknown ha logrado despertarnos un gran interés - como pocos juegos han conseguido durante la Gamescom. Se nota que es un título en que todos los pequeños detalles están cuidados con mucho mimo. No quiero saber lo mucho que puede llegar a engancharme este juego cuando vea la luz el próximo mes de octubre, más todavía con el interesante modo multijugador que ha sido anunciado recientemente, y gracias al cual también podremos ponernos a los mandos de los alienígenas. Lo dicho, puede ser que entre tanto juego espectacular pase algo desapercibido, pero ya os avanzo que Firaxis tiene entre manos uno de los títulos más redondos que nos van a llegar este año.