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Avance E3 2012: Forza Horizon y el placer de conducir por carreteras sin fin

Forza se bifurca en un mundo abierto.

No hay mal que por bien no venga: de las cenizas de la extinta Bizarre Creations, responsables de Metropolis Street Racer, Project Gotham Racing o Blur y de la estela de Black Rock Studio, creadores del genial Split/Second, ha nacido Playground Games. Empezaron con apenas 20 personas y ya son más de cien. Y otra cosa no, pero parece que arcades de conducción sí que saben hacer.

Turn 10 ha delegado en ellos el desarrollo de este Forza Horizon, un spin-off de la franquicia Forza que hoy hemos podido jugar en el stand de Microsoft en el E3.

Horizon será una experiencia de conducción bastante rural, aunque también encontraremos algunos pueblecitos además del gran festival.

Aunque tampoco se han prodigado en detalles, ya que solo había una prueba en la que correr, el juego se parecerá mucho al Need for Spend Most Wanted del que os hablaba el otro día nuestro compañero Juan Puig, que también lo ha podido probar en la feria de Los Angeles.

No renuncian al realismo y a los pilares básicos de Forza, del que toma el motor gráfico y las físicas, pero sí que le meten un poco de agua a la mezcla y proponen una conducción más ligera, más directa, pero que se enmarca dentro de un mundo abierto y una estructura mucho más libre.

Hemos grabado esta partida en directo en el stand de Microsoft en el E3

Jugaremos durante la celebración del Festival Horizon, en Colorado, y que es algo así como una orgía de gasolina y conciertos de música electrónica, que tendrá un protagonismo preeminente en la banda sonora. De hecho han contratado a Rob da Bank, DJ y fundador del festival Bestival, que está trabajando sobre todo en temas rock, indie y dance. En la parte de la izquierda de este análisis tenéis algunos ejemplos de lo que os vais a encontrar.

Habrá modos multijugador como los del Gato y el Ratón.

Este festival también reúne a algunos de los mejores pilotos y coches del momento. Nuestro objetivo será, evidentemente, ser el más chulo del barrio y, tras abrirnos tres botones de la camisa y engominarnos el pelo ya estaremos listos para empezar a derrapar, hacer adelantamientos espectaculares, fastidiar a rivales o superar una buena variedad de retos. Eso nos dará puntos que luego podremos cambiar en el festival, que será algo así como nuestra base, por nuevos coches y mejoras. Tendrá licencias oficiales, y ya se han confirmado algunas como Aston Martin, Ferrari, o Viper, pero no se sabe exactamente el número final de marcas y modelos. Nunca podremos salir del coche, pero eso no impedirá que podamos entrar rápida y ágilmente en retos -contra la máquina o contra amigos, con el sistema Rivals- bastante jugosos como una competición a lo Top Gear de Mustang vs. Mustang, por ejemplo.

Se podrá utilizar Kinect como ayuda para orientarnos. Tendrá el rol de GPS, si queremos activarlo.

Aparte de que las carreteras están plagadas de tráfico hay muchas novedades que debutan: a partir de ahora será común tomar atajos fuera de carretera. La verdad es que el coche responde muy bien, se controla de esa forma tan agradable en la que casi puedes sentir como si tuvieses un volante en la mano, con peso y empaque pero sin agobiarte, y prometen además que cada superficie tiene sus particularidades y efectos sobre la conducción. Y si no te acabas de acostumbrar siempre te queda rebobinar, que esta funcionalidad estará presente. También han confirmado, por cierto, que habrá ciclos de día y noche.

Los áridos paisajes de Colorado tienen carreteras mucho más amplias y generosas que en anteriores Forza, y nos dejarán conducir hasta por las Montañas Rocosas. El juego baja de los 60 frames por segundo a los que nos tenía acostumbrados a 30, pero sigue corriendo muy suave y nos han prometido que el mando sigue recibiendo inputs a 60fps y que las físicas funcionan exactamente igual que siempre.

El estilo gráfico es mucho más gamberro que en otros Forza.

Es cierto que los apasionados de los coches valoran muchísimo el realismo y la fidelidad a la hora de poner a punto tu coche y el reto que supone correr en circuitos reales y exigentes; Forza 4 o Gran Turismo, por ejemplo, son ahí muy fuertes. Pero también es verdad que se puede disfrutar de otra forma con la evasión que nos permite el propio hecho de conducir, eso de montarnos en algo que ruge como un animal sediento y perdernos por carreteras sin fin, de poder decidir cuál será el próximo cruce por el que dobles. Forza Horizon es eso: una bifurcación, una vía de escape que se construye sobre unas bases muy sólidas y que, aunque todavía tiene mucho que demostrar y enseñar, pinta como una decisión muy acertada. El talento está ahí, y nuestras sensaciones son muy buenas. El 23 de octubre comenzará el festival.

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