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BlazBlue: Continuum Shift

Perfeccionando la lucha más técnica.

El modo Legión nos propone conquistar zonas mediante batallas contra uno o más adversarios, pudiendo nosotros elegir un cierto número de personajes a nuestro cargo. Al ganar una batalla nos hacemos con uno de los adversarios para nuestro equipo. Sin embargo, toca ser cuidadosos: la salud apenas se recupera y si uno de nuestros personajes muere desaparecerá de nuestro ejército. Podemos movernos entre casillas adyacentes que nos indicarán su dificultad, la cual puede aumentar en función del número de casillas que tengamos conquistadas.

El online sigue siendo territorio de auténticos pros del juego, aunque el sistema de búsqueda de partidas suele ser bastante benévolo. En las partidas que pudimos probar no encontramos ni rastro de lag.

De entre las alteraciones de estadísticas, lo primero que salta a la vista es el nerfeado de Rachel, que ha pasado de ser una auténtica bestia en el modo online a reservarse esa posición sólo contra IA enemiga. Los nuevos personajes no destacan ni por lo alto ni por lo bajo, aunque se echan en falta unos cuantos más (tres, sin contar un par de versiones de antiguos personajes), sobre todo tras reediciones como la de Street Fighter IV.

Sin apenas cambios en el núcleo jugable, la mayoría de éstos se han centrado en técnicas avanzadas del que un jugador novel apenas se dará cuenta, como la eliminación del Barrier Burst para dejar paso a los Break Burst, que no nos dejan casi sin vida. Todo sigue tal y cómo los recordábamos: increíblemente dinámico para los que dominen los combos y tremendamente duro para los que machaquen botones. En este sentido, se agradece (aunque no era una necesidad acuciante) que hayan pulido ligeramente el motor gráfico, que sigue mostrándose espectacularmente hábil para manejar las animaciones de los personajes, que son de una suavidad espectacular por mucha acción que tengamos en pantalla –y no miro a nadie, King of Fighters XII.

Blazblue: Continuum Shift continúa el buen hacer de Calammity Trigger y se dedica a pulir todo aquello que no quedó del todo perfeccionado. Los que hayan pasado centenares de horas con el primero sabrán apreciar las mejoras que, vistas en perspectiva, dan lugar a un juego de lucha que tiene un gran futuro por delante. El problema lo encontrarán precisamente quienes no sean tan asiduos al juego, para quienes esta reedición probablemente no valga la pena.

9 / 10

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