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Blur

Al rico power-up!

Sólo para que luego no haya dudas: si quien escribe tuviese que elegir sus cinco videojuegos preferidos de todos los tiempos podría ir alternando en las otras opciones, pero siempre estarían fijos en el top el Super Mario Kart de SuperNES y WipeOut. Dicho esto, disuelvo el poco suspense que le pueda quedar a este análisis diciendo que Blur es un Super Mario Kart fotorrealista y un WipeOut con ruedas. ¿Es esto bueno? En líneas generales, sí. Pero tendremos que añadirle matices.

Bizarre Creations siempre se han caracterizado por hacer juegos técnicamente excelentes y reventonamente divertidos, y más si se trata de juegos de carreras. Ejemplos hay muchos pero el más reciente, Project Gotham Racing 4, es a buen seguro un plato de inmejorable recuerdo para los aficionados a la velocidad. En el caso de este primer juego que el estudio realiza para Activision la cosa se cumple sólo a medias: Blur es un juego divertido a rabiar, absorbente y que sabe reclamar la atención y la dedicación del jugador, con multitud de esos momentos brillantes e inesperados que hacen que dos carreras nunca sean iguales, ni parecidas, aun a pesar de que los circuitos no sean en general sorprendentes ni complejos.

Cuando comenzamos una partida de Blur nuestras opciones no son muchas, sólo podemos competir en una pequeña liga para principiantes con apenas un par de coches entre los que elegir, y es la toma de contacto ideal con el juego: de lo que se trata es de ver cómo funcionan las carreras. Al comenzar la primera prueba todo resulta asombrosamente intuitivo y no hace falta ni un tutorial ni mirar las instrucciones para saber dónde va cada cosa. Los dedos hacen el trabajo solos: acelerador, freno, freno de mano, cambiar entre potenciadores y usarlos o descartarlos. Cada cosa está en su sitio y la comodidad es máxima; Blur puede presumir de un control perfecto y perfectamente fiable.

Eso sí, no penséis que esta facilidad se aplica monda y lironda a las carreras. La IA del juego es —sobre todo en el nivel de dificultad superior— muy agresiva y muy peleona. Aquí ganar cuesta lo suyo, y ningún primer puesto está en el bolsillo hasta que no se cruza la línea de meta. Claro que los oponentes nos bombardearán con todo lo que tengan en su mano si vamos primeros, eso es lógico, pero es que pelean a muerte hasta por una duodécima plaza. Os puedo asegurar que ha habido ocasiones en las que me he divertido más llegando octavo que ganando la carrera.

Entre otras cosas porque en Blur es importante tener buenas manos, pero también es importante tener mala leche: un uso cuidado e inteligente de los potenciadores es la única manera de llegar a lo más alto. Los potenciadores son, en esencia, los mismos que podíamos encontrar en Super Mario Kart, con sus disparos teledirigidos, sus minas, sus escudos, sus nitros y así hasta ocho, incluyendo un clásico instantáneo maravilloso como "Empujón", ideal para hacerse hueco en las curvas y chicanes más pobladas.

El balance entre todos los potenciadores está bastante logrado y la mayoría tienen un uso defensivo y otro ofensivo, además de que todos pueden usarse tanto hacia delante como hacia atrás. Podremos equipar hasta tres a la vez y aprender a utilizarlos en la situación adecuada es algo vital, porque cualquiera de ellos puede ser la clave de la victoria.