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Bodycount

Haciéndose un hueco.

Como todo en esta industria va por rachas ahora parece que lo que se lleva es un buen diseño de personajes, con personalidad bien marcada y toques cartoon, un sistema de combos y puntos y juntarlo todo en un shooter un poco loco pero suficientemente preciso.

Así es Bodycount; una mezcla que nos recuerda, a primera vista, a Brink o Bulletstorm. Y si bien es cierto que son juegos primos hermanos, que nacen de una misma idea de juego de disparos gamberro y arcade, sus puntos diferenciales sí que son un poco más reconocibles.

Por una parte está la destructibilidad del escenario, que es lo que más llama la atención. ¿Cómo es que, tras ver lo bien que funcionaba en Battlefield Bad Company, no se han puesto todos a hacer lo mismo? ¿Es culpa de que las consolas de esta generación no aguantan tanta caña? ¿O es que alguien ha llegado a creer que no nos encanta derrumbar paredes a shotgunazos y ver saltar por los aires compañías enteras de enemigos? No solo nos gusta sino que lo amamos, y seguro que todos vosotros también. En Bodycount no es que sea extraordinariamente omnipresente, no puedes cavar túneles como en Red Faction y salir por detrás de los enemigos, pero sí que puedes abrirte camino entre tablones de madera y casuchas mal construidas para atajar y sorprender a los enemigos, así como disparar a los cientos de barriles explosivos que hay esparcidos por ahí y sentarte a contemplar bonitas reacciones en cadena.

Bodycount adora las armas, que ocupan gran parte de la pantalla.

Esas muertes son las que dan puntos. Con cada enemigo muerto con disparo en la cabeza, por la espalda, con explosivos... y así hasta más de veinte, se te va llenando un contador de combo -tienes que recoger unas orbes, que son de tres colores, dependiendo del tipo de muerte-. Ese contador, a su vez, habilita la activación de ciertas habilidades especiales como balas penetrantes o mayor resistencia. Es un sistema un poco extraño, porque lo que determina que el combo esté activo es que sigas matando de esta forma, y no el tiempo entre muerte y muerte. Y, por eso mismo, se hace un poco raro que un disparo al pecho o un asesinato cuerpo a cuerpo te reseteen el contador. Es especialmente desconcertante cuando hay grandes grupos de enemigos que te rodean –en el juego mueres fácilmente, hay que pensar rápido- o en situaciones de combate cercano, pero para juzgar si funciona o no preferimos esperar a jugar a más niveles. En la beta que tenemos en la oficina hay tres: unas chabolas, una base militar futurista y un pueblo pesquero chino. Y decimos esto porque, realmente, no sabemos hasta qué punto será necesario mantener el combo o habrá alternativas para esas situaciones.

Otra novedad de Bodycount es el sistema de cobertura. Con el gatillo izquierdo fijas tu posición y te quedas clavado, y con el stick izquierdo asomas la cabeza. Al principio es algo incómodo, pero al cabo de pocos minutos te acostumbras y lo sientes bastante natural; no es incómodo y sí bastante fresco. Y además lo utilizarás a menudo porque aunque la IA no es una réplica del cerebro de, como diría Mourinho, Alberto, sí que suele apañárselas para ponerte en apuros y rodearte a la mínima. Como decíamos hay que ser rápido y actuar cuando los enemigos todavía te están buscando, porque si no se espacian y te costará más.

Las armas están a la altura de lo esperado; no hemos podido probarlas todas porque no están activadas en nuestra versión, pero sí que hay diferencias enormes entre las metralletas o las recortadas, por ejemplo. Puedes tener un arma principal y una secundaria e ir cambiando en cada misión, y te aseguramos que rotarás bastante a menudo.

Gráficamente es bastante correcto; quizás está un puntito por debajo de Brink en ese sentido, pero también es posible que nos sorprenda menos por lo visto que tenemos al primero. Las animaciones están bastante bien, y quizás lo que más falla es que a veces da la sensación de que todo está un poquito vacío. En especial la pantalla de la base militar, que tiene pocos lucimientos, o algunas casetas vacías que podrían tener algo más de vida.

El juego sale el 26 de agosto y para entonces esperamos haber podido probar la versión completa. Eso nos desvelará muchas incógnitas respecto a la historia, a la continuidad entre misiones, al desbloqueo de armas y, suponemos, bastantes sorpresas más. De momento echadle un ojo si os llama la atención eso de hacer volar cosas por los aires.

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