Skip to main content

Breach

Caído en combate.

¿Sabéis que los de Atomic Games, desarrolladores de Breach (y de Close Combate, V for Victory...), son los mismos que estaban detrás de ese proyecto cancelado de Konami? Six Days in Fallujah, se llamaba, y levantó tanta polémica que prefirieron cargárselo antes que enfadarse con el ejército -sensata decisión, todo sea dicho-.

Parece que la anécdota los persigue, porque Breach tampoco se salva de ella: cuando lo enseñaron en el PAX 10 alguien robó la beta y se largó. Por suerte consiguieron reconocer al ladrón de entre la multitud y comprobaron que solo había tenido tiempo de copiar 14MB.

Todas estas turbias historias de misterio y espionaje industrial reforzaron mi interés por el juego, y los primeros vídeos que se publicaron remarcaron mi propósito de querer instalarlo. Es una lástima que, tras varias horas de partidas, la sensación que me queda sea tan pobre.

El principal atractivo del juego, en teoría, tendrían que ser sus entornos destructibles. Puedes eliminar a un malo tirando una granada cerca de la casa en la que se parapeta y derribando el muro, que le cae encima y lo plancha. O romper las vigas que sujetan una casita de minero edificada en la montaña y despeñarla. Incluso puedes agujerear la pared y disparar por el boquete, para no perder cobertura.

Pero en la práctica todo hace aguas, y nos dan tantas razones para que no nos guste que se hace difícil agarrarlo por algún lado.

Técnicamente es malo. Sí, las paredes explotan, pero no los coches y otros elementos que tendrían que hacerlo. La destrucción que prometen se nota, y a veces incluso sorprende, pero nunca es un elemento central del juego, nunca la tienes demasiado en cuenta y los miles de fallos y la falta de ritmo hacen que tiendas a olvidarte de ella.

Los gráficos son horribles, con unas texturas de esas que parecen que todavía no se han cargado, y las animaciones que los acompañan están a la par. La de correr, sin ir más lejos, es bastante extraña, por no hablar de las de los enemigos que nos vamos encontrando por ahí. Hay también un sistema de cobertura que voltea la cámara y la pone en tercera persona, y donde podemos ir pasándola a primera para apuntar con precisión. Funciona mejor de lo que suena.

Luego está el envoltorio. Si haces un juego exclusivamente online y quieres cobrar 1200 Microsoft Points por él... ¿tres mapas no suenan a poco? Uno tiene su versión nocturna, pero ya nos entendemos. Dicen que si el juego triunfa darán un cuarto gratis, pero... para qué nos vamos a engañar, no creemos que este momento llegue.

Pueden jugar hasta 16 personas a la vez y competir en varios modos, que no están del todo mal. Me ha gustado Convoy; aquí unos atacan y otros defienden. Para ganar, unos tienen que estar cerca de un grupo de vehículos para que avancen (además pueden utilizar las armas especiales de cada uno de ellos). Los otros han de evitar a toda costa que lleguen al final del camino. También está Infiltración, donde dos equipos (Black Ops y Op For, de qué nos suena) han de controlar una serie de puntos estratégicos, Recuperación, donde lo importante es llevar un paquete a un punto determinado, el típico Combate por Equipos... y dos algo más hardcore, uno sin respawns llamado Único Superviviente y otro que directamente se llama Hardcore en el que se reducen las ayudas y la salud.

Es difícil entender cómo una propuesta así, de la que se podía imaginar algo decente, acaba por hacerlo todo tan mal. Quizás unos mapas más pequeños pero con más detalle, mayor atención en el manejo de las armas, una destructibilidad mejor llevada, que no te envíen al quinto pino cada vez que mueres, variedad, un sistema de impactos coherente... a veces está bien querer diferenciarse de las opciones mayoritarias y llegar con nuevas ideas -de hecho es algo que nos encanta-, pero no sin antes tener unas bases sólidas desde las que construir la experiencia.

3 / 10

También te puede interesar