Brothers in Arms: Hell's Highway
Salvar al soldado Baker.
También existe, claro, la posibilidad de ir un poco a lo bruto. Puedes sacar tu rifle e intentar apuntar a los pobres insensatos que se asoman para dispararte. Si les das en la cabeza, un fantástico zoom y una cámara ralentizada acentuarán el momento del impacto. Lo mismo pasa cuando aciertas con una granada… pero esta vez te podrás recrear con brazos y piernas saltando por los aires. Un poco grotesco, sí, pero se agradece la valentía. Por tanto, y que quede claro, el juego no tiene término medio: o te lías a flanquear o te atrincheras y vas a lo camper, intentando acabar con los enemigos de lejos.
Irregular técnicamente
Uno de los puntos de los que más se ha hablado de Hell’s Highway son las coberturas destructibles. Si los enemigos se resguardan tras parapetos de madera puedes perforarlos con ráfagas de disparos o, siendo algo más contundentes, a bazucazos o granadas. Y aplícate el cuento: cuidado dónde te escondes. Si eliminan tu cobertura la pantalla se volverá roja; eso quiere decir que estás expuesto. Si no te cubres rápido…patapum. A repetir la misión desde el último punto de guardado.
El problema viene cuando vemos que no todas las coberturas se pueden pulverizar. De hecho, es imposible tumbar edificios y paredes, o destruir vehículos y vegetación. Si has jugado a Battlefield: Bad Company lo echarás muchísimo de menos. Aunque es algo por lo que nos lamentamos profundamente, también alabamos el buen uso del Unreal Engine 3 y la estética que se ha logrado: bonita y colorida. Dan ganas de ir a Holanda.
Hemos dejado el multiplayer para el final porque… tela. No merece la pena, lo decimos directamente. Gráficamente da un bajón demasiado exagerado. Es rígido, sin ninguna gracia y con pocos modos de juego.
En resumen, con Brothers In Arms: Hell’s Highway nos pusimos el listón muy alto y al final no ha acabado siendo esa revolución que muchos esperábamos. Si te gusta la saga, este te apasionará. Si te gustan los juegos de acción en primera persona ambientados en la Segunda Guerra Mundial, dale un tiento. Puede llegar a cansarte un poco, pero te asegura varias horas de diversión. Porque es un buen título. Pero podría haberlo sido mucho más.