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Call of Duty: Modern Warfare 3

Probamos las Spec Ops y el modo Survival.

Puede que Battlefield sea la caña en patinete, que lo es, pero Modern Warfare también y lo sigue demostrando por todo lo alto. Puede también que la novedad de la competencia nos haga desmerecer alguna de sus virtudes, pero eso sería un terrible error: es fluído, ha llegado a un nivel de madurez dentro de su propia fórmula bastante inédito y es preciso y gratificante al milímetro.

En la gamescom hemos podido probar los modos Survival y Spec Ops. El primero viene a ser el modo horda que ya hemos visto en otros juegos y que consiste en resistir el mayor tiempo posible las embestidas de los rivales, que van llegando por oleadas. Lo ideal es jugar con algún amigo más y coordinarnos para, entre los dos, defender el territorio.

Evidentemente cada ronda nos lo va poniendo más difícil, así que mientras que la primera son pocos enemigos y bastante despistados en algunas de las siguientes ya vienen con bombas de humo para distraer, nos atacan por varios flancos, sueltan a los perros o hasta arrasan vestidos con trajes blindados.

La gracia está en planear bien qué vamos a hacer entre oleada y oleada. Para ello hay unos maletines dispersos por el mapa -que es cerrado; como una arena- y cada uno sirve para comprar distintos elementos. Dependiendo de cómo lo hagamos en cada ronda -cuánta gente matamos, cuántos disparos a la cabeza, muertes múltiples...- nos darán más o menos dinero que luego invertiremos ahí. En el de armas, por ejemplo, podemos comprar en varias categorías y, luego, mejorarlas con mirillas y accesorios. Evidentemente también será esencial ir a por munición cada cierto tiempo o tendremos que acabar deshaciéndonos de ella.

El modo Spec Ops

También hay otros maletines que nos dan herramientas defensivas y tácticas. Por ejemplo es muy útil comprar una torreta, que nos sirve para bloquear ciertos caminos y cubrirnos la espalda. Si nos queremos rascar un poco más el bolsillo podemos recurrir a aviones de apoyo o hasta a un equipo de soldados de élite que vendrán a ayudarnos durante un tiempo.

Las armas son, si cabe, algo más contundentes de lo habitual; el efecto viene dado, esta vez, por una mejora sustancial en los efectos sonoros y, en menor medida, por una detección de impactos en los enemigos más que buena.

El nivel que vimos era una especie de pueblo europeo. Parecía un casco antiguo, con terracitas con sus toldos de colores, macetas en los balcones y suelos adoquinados. Bastante distinto al paisaje desértico que pudimos probar en el E3. Este escenario de la gamescom nos gustó especialmente porque tenía muchos rincones con los que jugar. Por un lado estaban los puentes, y podíamos ponernos tanto debajo -para resguardarnos de amenazas aéreas- como arriba, para tener mejor visión. Pero casi siempre había varios flancos por los que nos podían entrar, y siempre tenías que ayudarte del compañero o de otras herramientas -además de tener un plan de escape- para asegurar la zona lo máximo posible.

El otro modo que probamos es el Spec Ops. Estas misiones cooperativas son independientes del modo historia, y posiblemente nos lleven a paisajes hechos especialmente para la ocasión -aunque en ocasiones aprovechando elementos del modo campaña-. Llevábamos a un "Juggernaut", es decir, a un tipo vestido con traje blindado. Nos movíamos lentos y no nos podíamos agachar, pero a cambio eramos muuuucho más resistentes a las balas. En la parte de arriba de una terraza estaba nuestro compañero, que llevaba un rifle francotirador.

Su misión era, por un lado, activar un mecanismo para localizar una serie de bombas que se le marcan al mapa al juggernaut. Este las tenía que ir desactivando de tres en tres. Cuando lo había hecho se activaba otro UAV y a por tres más.

El escenario era un solar en ruinas con unos arcos y pequeñas tiendas en los lados, que ofrecían algo de cobertura. Las bombas, en todo caso, estaban en el centro, y por eso mismo uno tenía que ir eliminando enemigos con el rifle de francotirador desde la distancia y el otro valerse de coberturas y ataques a corta distancia. En un momento determinado apareció un helicóptero que le dio un poco de variedad al nivel, y que obligó a replantear la estrategia utilizada y a coordinarnos para ver cómo lo hacíamos caer.

El modo supervivencia será un hit, eso está claro, que invitará a que grupos de amigos se piquen para ver quién supera más rondas y cómo optimizar cada mapa. Spec Ops tiene potencial para desarrollar un estilo distinto al del multi y al de la campaña para un jugador, que nos obligue a compenetrarnos con un compañero.

Quizás Modern Warfare 3 no sorprenda con novedades radicales, de momento, pero sí que lo hace consiguiendo estar tan en forma. Su estilo y mecánica siguen teniendo una vigencia impresionante, y su fórmula está tan depurada que no decepciona en absoluto. Y como eso mismo ha pasado con millones y millones (y millones) de personas es más que suficiente. Un super clase.

Call of Duty: Modern Warfare 3 sale el 8 de noviembre para PlayStation 3, Xbox 360 y PC.

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