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Call of Juarez: Bound in Blood

Rememorando un género en decadencia.

Algunos de los momentos más destacables (e icónicos del género) son los duelos de pistola, que se han resuelto de forma bastante acertada. La cámara se coloca tras la cintura y cuando suena una campana debemos golpear el stick derecho para desenfundar y apretar el gatillo para disparar. La tensión del momento está muy bien representada, y a pesar de la dificultad que tiene salir con vida de estos duelos (la primera vez os costará bastantes intentos) se agradece por lo bien que se ajusta a la ambientación y por las reminiscencias que tiene con el género cinematográfico del que constantemente bebe el juego de Ubi.

Una vez terminado el modo historia (algo que no debería llevaros más de 7 u 8 horas), podéis matar el rato con cinco diferentes modos multijugador que, sorprendentemente, son mucho mejores de lo que esperábamos. El primero es el modo Wanted, en el que la máquina pondrá precio a la cabeza de uno de los jugadores y la misión de los demás será cazarlo. En Manhunt también habrá un hombre buscado, aunque con dos equipos: uno encargado de protegerlo y otro de matarlo. Posse, por su parte, es el típico modo deathmatch por equipos. Wild West Legends es uno de los más entretenidos, puesto que nos permite revivir algunos momentos clásicos del género, como el atraco a un banco o el espectacular tiroteo de O.K. Corral. El último modo es Shootout, un típico todos contra todos en el que cada muerte nos proporcionará algo de dinero.

Lo que resulta irónico es que Bound in Blood no ofrezca un modo cooperativo. Dejando de lado que ésta es una de las opciones más demandadas por los fans del género últimamente, resulta incomprensible que un juego con dos protagonistas principales y que en su modo historia basa parte de su jugabilidad en la colaboración entre ambos (ya no sólo a nivel de historia) no incorpore un modo en el que dos jugadores puedan tomar control a la vez de los dos hermanos McCall. No sabemos cuáles son las razones por las que Techland no lo ha implementado, pero jugando a Bound in Blood te das cuenta de que era una opción que el juego pide a gritos.

Técnicamente el trabajo de Techland es bastante bueno, con un especial cuidado en la dirección artística y el motor gráfico. No en vano el equipo de desarrollo está ubicado en Polonia, y en estos últimos años hemos descubierto que en la Europa del Este se encuentran algunos de los mejores programadores del sector (con espectaculares resultados como los obtenidos en S.T.A.L.K.E.R. o Silent Hunter IV). No está exento de ciertos problemas, eso sí... el juego presenta un efecto de tearing bastante molesto y ralentizaciones en momentos puntuales (especialmente con la carga de checkpoints). A nivel sonoro el juego es mucho más discreto: banda sonora derivativa y muy poco original, efectos de sonido repetitivos y un doblaje que no destaca ni por bueno ni por malo.

Call of Juarez: Bound in Blood no pasará a la historia por ser un juego revolucionario ni por resultar excelente en ninguno de sus apartados, pero si es una de las opciones más recomendables del momento gracias a su buena ambientación y cuidados valores de producción. Para los amantes del western es la única opción viable en el mercado (al menos hasta que Rockstar publique un nuevo Red Dead Revolver) y los jugadores que estén cansados de shooters en la segunda guerra mundial podrán afinar su puntería en una localización tan atractiva como infrautilizada dentro del mundo de los videojuegos.

7 / 10

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