Carta abierta a los Reyes Magos
Porque el no ya lo tengo.
Queridos Reyes Magos de oriente:
Sé que en este aciago año que acaba de irse no he sido precisamente lo que se dice un ejemplo a seguir. Soy el primero en reconocer que la intachable castidad de mi Xbox 360 es fruto del miedo a los baneos antes que de mi honestidad personal y que un par de juegos entregados a juegaterapia no bastarán para salvarme de las purificadoras llamas del infierno.
He de haceros notar, no obstante, que el chip encerrado en las entrañas de mi Wii fue producto de una debilidad pasajera. Hoy puedo proclamar orgulloso que su virtud no se ha visto mancillada en todo el 2011 con un sucio e impúdico Verbatim. Ciertamente ni con un Verbatim ni con juego original alguno, ya que su catálogo da para lo que da, pero coincidiréis conmigo, graciosas majestades, en que a la hora de hacer balance lo que cuentan son los hechos más que las intenciones. Por tanto, puesto que el no ya lo tengo y a pesar de que frente al vicio de pedir está la sobrevalorada virtud de no dar, ahí va mi lista de deseos para este recién inaugurado 2012:
Que Microsoft haya aprendido la lección, se olvide de adventuras kinecticas que no van a ninguna parte e invierta su talento en aquello que siempre ha dominado a la perfección: pagar grandes sumas de dinero a quienes saben hacer videojuegos de verdad.
Que la batería de Vita permita al menos una partidilla rápida y que su catálogo esté verdaderamente enfocado a la portabilidad, en lugar de consistir en una retahíla de refritos de sobremesa comprimidos; que para eso ya está su hermana mayor.
Que las bases de datos de Playstation Network y Sony Online Entertainment permanezcan seguras y a buen recaudo. Aprovecho para hacer un llamamiento a la gente de Sony e indicarles que mi primo Federico, segurata natural de Alcobendas, se encuentra actualmente parado. Es cumplidor, limpio y sabe tratar con los intrusos.
Que Nintendo lance de una vez por todas una plataforma que parezca una consola de verdad, adaptada a los estándares gráficos de hoy en día y cuyo pad no se encuentre partido en dos trozos. También sería un detalle a agradecer que dicho mando se deje coger sin que a uno le invada la sensación de ser un gilipuertas haciendo el indio.
Vuestro poder es grande, mis queridos Reyes Magos, pero no absoluto. Por este motivo nunca os pediré que Nintendo no lance una nueva versión de la 3DS. Soy consciente de que tal deseo jamás lo podríais conceder aunque os lo pidiera el mismísimo Peter Molyneux, probablemente la persona más honesta y bondadosa y, por tanto, la más merecedora de vuestros agasajos. Por este motivo estoy dispuesto a aflojar mis pretensiones y pediros que únicamente vean la luz en este recién estrenado año cinco versiones de la portátil de Nintendo. Sé que se trata de una misión titánica, más propia de dioses que de monarcas, pero estoy convencido de que vosotros, en vuestra poderosa sapiencia, seréis capaces de llevarla a buen puerto. ¡Ánimo!
Que Final Fantasy XIII-2 transcurra en un pasillo de algo más de dos metros de ancho y pueda ser jugado sin temor a que el pulgar quede unido para siempre a un stick inclinado permanentemente hacia adelante.
Que Activision lance un FPS de verdad, del que pueda hablarse por sus valores jugables más que por los cinematográficos, y por su calidad lúdica antes que por el hecho de incorporar matanzas aeroportuarias gratuitas o la posibilidad de disparar sobre peleles disfrazados de Castro.
Un J-RPG cuyos protagonistas no despierten ese instinto asesino que todos ocultamos en nuestro interior y que siglos de civilización, Eduard Punset y el carajillo de las 9:30 a.m. han conseguido domeñar.
Que A Vampyre Story 2 vea la luz. Si además se cancela para siempre la serie Crepúsculo, prometo solemnemente liarme la manta a la cabeza y enrolarme en la congregación de las entrañables hermanas franciscanas misioneras descalzas de la inmaculada concepción y del sagrado corazón de nuestro señor Agapito.
Que la expresión "GTA V por donde la espalda pierde su buen nombre te la hinco" sea sólo un chiste burdo propio de programuchos como Game Over en lugar de la cruda realidad.
Que ese ser, mitad genio, mitad agujero negro gastronómico, que atiende al nombre de Gabe Newell, deje por un momento de zampar hamburguesas y se ponga de una vez por todas a trabajar en aquello por lo que la mitad del planeta llevamos años suspirando.
Que vea la luz una edición especial de Dark Souls que incluya las siguientes piezas de coleccionista:
- Un manual de instrucciones como dios manda o, en su defecto, un ejemplar del este libro.
- Un cartón de Don Simón para aliviar las penas.
- La dirección completa de los diseñadores de dicho juego, así como sus fotos recientes. Puestos a pedir, tampoco vendría mal una Ultimate Edition que contenga, además, las de sus familiares más directos.
Bueno, queridas majestades de oriente, creo que eso es todo. Espero que os encontréis bien de salud. No sé cómo os las arregláis para manteneros en un estado de forma tan envidiable, aunque imagino que eso de trabajar sólo una vez al año y que encima sea mentira tiene algo que ver. Os dejo, como siempre, unos polvorones y mantecados junto a los calcetines. Los encontraréis un poco duros, los polvorones, digo, pero ya sabéis que la cosa está muy achuchá. Eso sí, este año a la botella de anís le he dejado un culín que prometo no beberme durante la noche.
Siempre vuestro,
J
PD1: La impresora que desapareció de la oficina, yo no fui.
PD2: Aquella loca que dijo que le había tocado el culo en el metro es una mentirosa.
PD3: El próximo domingo voy a ir a misa de cinco, si me levanto pronto.