Cinco juegos para disfrutar al máximo el ray-tracing en PC
It's on.
Ray-tracing es el término que está en boca de todos. Lo que hasta hace poco era una quimera, una compleja técnica de renderizado que requería una potencia de computación brutal que la hacía inasumible para su adopción en tiempo real en los videojuegos (¿os acordáis del mítico POVray de los noventa?), se convirtió en una realidad tras la introducción de la serie RTX 2000 de tarjetas gráficas de Nvidia en 2018. Desde entonces, poco a poco y con paso firme, ha ido escalando posiciones dentro de las prioridades de la industria, y a finales del año pasado se inició su adopción masiva con la llegada de Xbox Series X/S y PlayStation 5.
Es en el mundo del PC, sin embargo, donde más se ha aprovechado hasta ahora esta tecnología, y donde encontramos algunos de los títulos que mejor demuestran las bondades de una tecnología de presente que está destinada a marcar el futuro del videojuego, al menos en lo que se refiere a los gráficos. Estas últimas dos semanas, tras recibir un equipo con una potente Nvidia GeForce RTX 3080 Ti y como parte de nuestro plan para incrementar la cobertura de PC en Eurogamer.es, he estado probando una extensa batería de títulos que implementan y aprovechan estas nuevas generaciones de GPUs y que poco a poco - debido a la escasez de stock en el mercado - van llegando a manos de los usuarios. Próximamente hablaremos con profundidad de cosas tan interesantes como la tecnología de escalado con machine learning DLSS o de los propios entresijos del trazado de rayos, pero hoy he querido hacer una pequeña selección con cinco de los juegos que más me han llamado la atención estos días por su uso del RT, y que considero interesantes como demostraciones prácticas de lo que las tarjetas RTX ofrecen a día de hoy. Hay más, claro, pero este es un buen punto de partida para ver las posibilidades de esta tecnología en diferentes ámbitos y géneros.
BATTLEFIELD V
DICE es uno de los estudios punteros de la industria en cuanto a tecnología gráfica con su potente motor Frostbite, así que no resultó extraño que fuesen uno de los primeros en aprovechar el ray-tracing acelerado por hardware cuando Nvidia lo introdujo en sus tarjetas gráficas. Hasta cierto punto, de hecho, puede decirse que incluso se avanzaron a su tiempo; Battlefield V fue una de las primeras demos técnicas de la tecnología, pero la penalización en términos de rendimiento era notable. Con el paso del tiempo, a medida que el juego recibía parches y Nvidia lanzaba tarjetas más potentes al mercado, esa situación dio un vuelco, y a día de hoy ya podemos disfrutar Battlefield V con ray-tracing en condiciones óptimas, especialmente si el ray-tracing se combina con DLSS para optimizar el frame-rate. Pese a no ser la mejor de las entregas de la franquicia, Battlefield V es todo un tour de force visual, un escaparate de iluminación y reflejos espectaculares que da nueva vida a sus enormes escenarios y batallas masivas. Siendo esto lo que consiguieron en un juego de 2018 (que, por cierto, ahora mismo podéis descargar gratis en Prime Gaming si tenéis una suscripción a Amazon Prime), no podemos evitar estar emocionados ante la perspectiva de lo que el estudio sueco tiene entre manos con Battlefield 2042, que llegará en octubre y promete convertirse en uno de los must haves para los poseedores de una Nvidia RTX.
METRO EXODUS ENHANCED EDITION
La gran peculiaridad de Metro Exodus: Enhanced Edition es que estamos ante el primer título de renombre que requiere en PC una tarjeta gráfica capaz de ofrecer ray-tracing acelerado por hardware. Y lo hace de forma totalmente justificada: el estudio ucraniano 4A Games ya demostró su buen hacer con la versión original, uno de los títulos más destacables - sino el que más - de los últimos años en términos gráficos, pero esta nueva versión, con un motor reconstruido desde sus mismos cimientos para aprovechar el RT y preparado para el futuro, va mucho más allá. Las diferencias son más que evidentes en términos de iluminación, con una ambientación general muchísimo más realista, y una calidad muy superior en otros apartados como los reflejos, la simulación de superficies líquidas o las sombras. El resultado es una edición todavía mejor de un juego que de por si ya era excelente, una demostración técnica de las bondades del ray-tracing y de la optimización que se puede lograr al combinar otras tecnologías como DLSS y un verdadero showcase de lo que vamos a ver en los próximos años a medida que el resto de grandes estudios comiencen a adoptar el RT desde la misma pizarra de diseño a la hora de crear sus mundos virtuales.
DELIVER US THE MOON
La implementación RTX de Deliver Us The Moon no es de las más espectaculares, siendo, de hecho, una de las más sutiles que he visto hasta ahora. Es, sin embargo, un título interesante a destacar por un par de razones. La primera es que se trata de un videojuego creado por un pequeño estudio independiente, demostrando que el ray-tracing no es propiedad exclusiva de los grandes blockbusters y de los equipos de desarrollo que poseen un potente músculo financiero detrás. La segunda es que, dentro de esa sutileza que mencionaba antes, nos encontramos con un título que hace un uso muy ingenioso de la tecnología, para mejorar la inmersión y el realismo de una aventura de corte más intimista, alejada de los grandes artificios de los shooters en primera persona o de los pirotécnicos juegos de acción que suelen jugar la carta de los graficotes como uno de sus principales atractivos (otro ejemplo de esto podría ser el fantástico Lego Builder's Journey, que brilla con luz propia - no pun intended - gracias al ray-tracing). Deliver Us The Moon esconde, como lo hicieron anteriormente algunos de los grandes clásicos de la ciencia-ficción en el cine, un inteligente diseño de ambientación potenciado con la tecnología más puntera del momento.
DOOM ETERNAL
Hubiese sido extraño escribir un artículo sobre una tecnología gráfica avanzada y no tener a ningún representante de id Software, una compañía que lleva tres décadas revolucionando - y en no pocas ocasiones sacudiendo sus cimientos para marcar un antes y un después - la industria del videojuego. Su última obra, el excelente Doom Eternal, es otro de esos juegos que se actualizó puntualmente para aprovechar las funciones RTX de las últimas generaciones de GPUs de Nvidia con resultados espectaculares. Aunque la mejora en términos visuales es evidente, el hecho de partir de una base tan buena hace que los nuevos efectos de iluminación y reflejos no resulten tan evidentes, lo cual destaca lo que, para mi, es lo más impresionante de este juego: el rendimiento con ray-tracing. Un titánico esfuerzo de optimización, sumado al uso de DLSS, permite al motor id Tech 7 mover Doom Eternal con frame-rates de vértigo, superando con comodidad los 100FPS para ofrecer una fluidez y respuesta en el control reveladora con los efectos RT activados. Un auténtico espectáculo y una acción frenética que no se resiente ni siquiera cuando muestra en pantalla a toda velocidad cosas que hace menos de cuatro años eran impensables.
MINECRAFT
No, no me he vuelto loco; el popular sandbox de Mojang y Microsoft es uno de los títulos que demuestran con mayor claridad lo transformadores que pueden ser los cambios que aporta el ray-tracing en cualquier videojuego, si estos se aplican de forma inteligente y estudiada. A diferencia de otros juegos, donde se combina el trazado de rayos acelerado por hardware con los gráficos rasterizados tradicionales, Minecraft apuesta por una versión dependiente totalmente del ray-tracing con un resultado impresionante. De todos los juegos de la lista - y, quizás, de todos los que he probado - es aquí donde se puede apreciar un cambio más radical, hasta el punto de que casi parece un juego distinto en función de si cargas la versión normal o la RTX, que Mojang desarrolló con la colaboración de Nvidia mientras Microsoft hacía lo propio con DirectX. Si tenéis una GeForce RTX en vuestro ordenador os recomiendo encarecidamente dejar los prejuicios de lado y echarle un vistazo a Minecraft RTX, porque sorprendentemente (o no) es una de las demos más impresionantes a la hora de mostrar las posibilidades del ray-tracing y una ventana al futuro de lo que serán capaces los juegos que implementen esta tecnología incluso en géneros que, hasta ahora, no se habían caracterizado por su apartado gráfico.