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Avance de Code Name: STEAM

Un león y un presidente americano.

Si probasteis la demo de Code Name: STEAM que se publicó en la eShop de 3DS ya sabéis que lo último de Intelligent Systems es un juego de estrategia por turnos al más puro estilo Valkyria Chronicles y que es de esos que tarda en despegar, en el que pasa casi una hora antes de que empieces a tener un pelotón a tu mando. Durante los primeros minutos aprendes las mecánicas del movimiento basado en turno y haces saltar por los aires a unos cuantos enemigos. En esa primera misión solo debes preocuparte de dos miembros del equipo. Pero no te preocupes: luego habrá más. Luego llegará el león.

El león al que me refiero es uno bastante famoso, el del popular cuento del Mago de Oz. Aquí, en cambio, es lo contrario de un cobarde, porque tiene la autoestima bastante alta y posee un ataque muy poderoso, el Lion Launcher. Estudia el campo de batalla, mira tras las esquinas y decide qué enemigos quieres destrozar con el león. Apuntas, lo mandas volando y cae en el punto escogido infringiendo daño en el pobre desgraciado que se encuentre en su camino.

Se ha dicho mucho acerca de la estética de Code Name: STEAM, y debo decir que estoy bastante de acuerdo con las críticas. Aunque se ve bastante mejor en la pantalla de 3DS que en las capturas y vídeos que podemos ver en el navegador, su peculiar estilo de cómic con trazos angulosos no me resulta especialmente atractivo. Hay que reconocerle, sin embargo, que se adapta mejor de lo que parece a la temática, porque al fin y al cabo estamos antes un juego que se ambienta durante una invasión alienígena (un poco lovecraftiana) en una versión steampunk de Londres, y donde el león del Mago de Oz o Tom Sawyer se ven acompañados por, ojo, Abraham Lincoln. Sí, ese Abe Lincoln... el décimo sexto presidente de los Estados Unidos de América.

Pero bajo esa excéntrica capa hay un juego de estrategia por turnos diseñado por uno de los estudios de desarrollo más elegantes dentro del género, Intelligent Systems. Los creadores de Advance Wars y Fire Emblem cambian la tradicional cámara cenital por una en tercera persona sobre el hombro que centra su atención en los miembros de nuestro pelotón, seguramente porque los mapas son mucho más pequeños y confinados, pero mantienen unas mecánicas profundas e intrincadas, especialmente cuando empiezas a controlar un pelotón con cuatro soldados.

XCOM y Valkyria Chronicles son los referentes obvios, pero Code Name: STEAM tiene también un poco de fútbol americano. Al igual que un jugador ofensivo, nuestro objetivo en cada mapa es llegar a un punto marcado en verde, como si se tratase de lograr un touchdown. Y aunque no hay quarterback y receptores, te mueves hasta él pasando de cobertura en cobertura mientras despachas a los enemigos que encuentras por el camino.

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Evidentemente eso suena más sencillo de lo que es en realidad, porque aquí hay un elemento táctico vital: el vapor. Cada soldado tiene un número de puntos de vapor que determina la cantidad de movimientos y de disparos que puede realizar en un turno. Administrarlos correctamente es el arte a dominar, y debes tener en cuenta que puede ser recomendable conservar unos cuantos para poder responder a un ataque durante el turno enemigo.

También es importante tener en mente que hay barriles y cajas explosivas desperdigadas por el escenario con las que puedes eliminar varios enemigos a la vez, o reservar para contraatacar fuera de tu turno. Esas explosiones, curiosamente, pueden no matar por completo al enemigo y hacer que salgan despedidos fuera de tu alcance, así que quizás también debas ponderar esa posibilidad antes de ejecutar tu estrategia.

Los mapas, que no poseen niebla de guerra (seguramente porque son todos pequeños y cerrados) están plagados de monedas y coleccionables, aunque ir sistemáticamente a por ellos puede ser arriesgado, ya que si el enemigo te avista puedes encontrarte con problemas. Puede dar la sensación de que la ausencia de niebla facilita las cosas, pero el paso a la cámara sobre el hombro lo compensa al tener un campo de visión muchísimo más limitado que, por ejemplo, la vista cenital de los Advance Wars. El control es más que adecuado, ya sea con la pantalla táctil o el pequeño segundo stick analógico de la New 3DS, pero a veces parece que la cámara sea más apropiada para un shooter normal y corriente que para un juego de estrategia por turnos, donde el uso de los morteros no debería ser tan impreciso.

Sin embargo, al menos se mantiene lo que para mi siempre ha sido uno de los grandes atractivos de este tipo de juego: la sensación de paranoia. Lo mejor de Advance Wars era esa sensación de inquietud y curiosidad cuando oías como la máquina hacía cosas tras la niebla de guerra y se preparaba para tu envite, y aquí ocurre algo parecido cuando escuchas ruidos tras unas cajas o ves un ojo rojo brillante a lo lejos.

Code Name: STEAM parece estar lejos de la genialidad de Advance Wars (Nintendo, ¿para cuándo uno nuevo?), pero conserva parte del encanto jugable que caracteriza a la obra de Intelligent Systems. Quizás no entre excesivamente bien por los ojos, pero tiene un león. Y alienígenas. Y a Abraham Lincoln. Y si crees que eso todo eso es una locura, espérate a ver el multijugador...

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