Cómo empezar con el género hack & slash: sagas y títulos impresdindibles
Stylish.
El hack and slash es un género de videojuegos que se caracteriza por poner la mayor parte de su peso mecánico en el combate. Generalmente utilizamos armas cuerpo a cuerpo como hachas, espadas o lanzas combinadas con otras a distancia, como pistolas, escopetas o un sombrero (te miro a ti, Capcom). Los hack and slash más tempranos se centran en la sensación de juego y el progreso de habilidades, aunque la tendencia en los juegos de procedencia japonesa a partir de los años 2000 tiene también que ver con el “estilo”. Es decir: no solo prima superar las pantallas, sino jugar bien y de manera vistosa, evitar cualquier tipo de golpe y enlazar combos infinitos, sin romperlos hasta el final de la pantalla.
Si nunca habéis jugado a un juego hack and slash, y queréis introduciros en este tipo de títulos, ahora es el mejor momento: los títulos icónicos del género están más accesibles que nunca en todas las plataformas. Desde los más clásicos, como los primeros Devil May Cry, hasta los más recientes, como Bayonetta 3, o indies como Hades, hay hack and slash para todos los gustos y niveles de experiencia. ¡Vamos allá!
Devil May Cry
Hablábamos de la importancia del estilo dentro de los hack and slash, y la saga Devil May Cry de Capcom es el máximo exponente de esto. Cuenta la leyenda que para la creación de esta serie Hideki Kamiya se inspiró en su experiencia en los salones recreativos de Japón. En concreto, en la manera en la que estamos impulsados a jugar mejor, o a pensar mejor nuestros movimientos, cuando otros nos están mirando, puesto que queremos quedar bien delante de ellos. Devil May Cry cuenta, a día de hoy, con cinco entregas principales y un spin-off. Todas ellas hacen gala de un combate ágil, con multiplicidad de armas y pistolas que tendremos que utilizar para mantener a los enemigos a raya, controlar el espacio y mantener nuestro combo el mayor tiempo posible. Algunos de sus elementos le son muy característicos, como el “juggling”, el combate aéreo que nos permite atrapar a los enemigos en el aire para ejercerles daño mientras nos alejamos del resto de enemigos del mapa.
Hay varias maneras recomendadas para entrar a la saga Devil May Cry. Los jugadores más clásicos, o aquellos que tengan más tolerancia a lo retro y al 3D casi primigenio de PlayStation 2, quizás quieran probar suerte con Devil May Cry (2001), el primer título de la serie que establece las bases de todo lo que vendrá después. Algunos de sus elementos pueden resultarnos toscos a día de hoy, como la cámara fija o el rango de ciertos esquives, pero tiene enemigos y jefes muy memorables, además de una estética que ha hecho mella en casi todos los juegos del estilo de las siguientes décadas. Eso sí: hay desafíos bastante duros en el juego. Que no se diga que no avisamos.
Para una perspectiva más reciente, hay dos opciones: Devil May Cry 3: Dante’s Awakening (2006) culmina la trilogía de PlayStation 2 de Capcom, y es frecuentemente considerado como el mejor título de la saga. El combate, los escenarios, los enemigos y la narrativa están muy perfeccionados aquí, y es un juego con un potencial rejugable casi infinito por la mucha variedad que aportan sus distintas dificultades. La manera más sencilla de acceder a los Devil May Cry clásicos es a través de Devil May Cry: HD Collection, la versión remasterizada de estos juegos que está disponible tanto en PC como en PlayStation 3, Xbox 360, PlayStation 4 y Xbox One. Estas versiones del juego también pueden comprarse, aunque por separado, en Nintendo Switch.
Si preferís pasar directamente a una versión más moderna, lo que estáis buscando es Devil May Cry V. Una de sus grandes novedades es que nos permite controlar a tres personajes distintos: Nero, Dante y V, cada uno con un estilo de juego diferente. La variedad de mecánicas entre los personajes nos ayudará a familiarizarnos con las distintas dinámicas del género, y su mayor permisividad con los puntos de guardado y los objetos puede ayudar a los jugadores menos experimentados. Eso sí: corréis el riesgo de perderos un poco en la trama. No es que sea absolutamente imposible de navegar, pero preparaos para tener que buscar en Google a algunos de sus personajes. Afortunadamente, tenemos una guía en vídeo que puede ayudaros con eso.
God of War
Si Devil May Cry es una de las sagas de hack and slash japonesas más importantes de toda la historia, God of War sería su análogo en Occidente. Desde el lanzamiento de la primera entrega en el año 2005 para PlayStation 2, Sony ha tenido la franquicia como uno de sus estandartes, y por un buen motivo.
God of War tiene, como casi todos estos títulos, cámara en tercera persona, y combina elementos de rompecabezas y un poco de plataformeo con un combate extraordinariamente sólido y un tanto más pesado que el de otras sagas. Cada una de las armas que puede blandir - siempre a dos manos - Kratos tiene ataques diferentes que nos permitirán ejecutar combos distintos, y entender bien cuáles se adaptan a cada situación y a nuestro estilo de juego será vital para poder progresar. Si bien es cierto que el combate a distancia tiene menor importancia en estos juegos, sí será más acuciante el uso de las magias, que iremos obteniendo poco a poco durante la historia.
Creo que, a estas alturas, no cabe ninguna duda que el mejor God of War para introducirse a la saga es God of War (2018), el reboot de la saga desarrollado por Sony Santa Monica. Una historia totalmente nueva, unos gráficos espectaculares y una combinación entre pelea y narrativa muy ágil que hará que entremos por las tortas pero nos quedemos por la peculiar relación del dios nórdico con su hijo. En esta entrega, el arma principal de Kratos es un hacha que podemos usar tanto para golpear como para lanzar a los enemigos y después devolverla a la mano. God of War está disponible en PlayStation 4, en PlayStation 5 a través de la retrocompatibilidad y en PC.
A pesar de que las vistas de todo el mundo están puestas en el reboot de God of War y en el inminente God of War Ragnarok, a día de hoy todavía merece la pena echar un vistazo, sobre todo, a la trilogía original de Kratos. La mejor versión para hacerlo es la God of War: Collection (con las dos primeras entregas), disponible tanto en PlayStation 3 como en PlayStation 4 y, mi versión preferida: la de PlayStation Vita.
Bayonetta
Una gran parte de los lectores que hayáis llegado a este artículo seguramente vengáis guiados por el muy esperado lanzamiento de Bayonetta 3, la icónica saga de PlatinumGames que sirvio para asentar la imagen del estudio tanto en Japón como en Occidente y que recibe, después de mucha espera, su tercera entrega.
Si queréis disfrutar de la tercera parte de la serie, seguramente sea buena idea echarle un vistazo a las otras dos entregas anteriores. Son juegos cortos, con un valor estético muy potente, y que os harán entender, a la perfección, si Bayonetta 3 es un juego para vosotros. El combate, muy ágil y frenético, lleno de estímulos, tiene la particularidad de dividir cada nivel en varias fases que nos otorgarán una puntuación independiente. Además, su mecánica más característica es el tiempo brujo, que ralentizará los movimientos de los enemigos durante un leve lapso de tiempo.
No obstante, sí que hay que señalar que los Bayonetta pueden ser juegos un poco complicados para jugadores más principiantes. La primera entrega, en particular, tiene jefes finales bastante largos y un uso de la cámara un poco obtuso que puede dificultar la comprensión de los mapas, especialmente cuando implican plataformeo.
Si queréis sumergiros en Bayonetta como primer contacto a los hack and slash, la mejor opción es el pack de Bayonetta 1 y 2, que está disponible en Nintendo Switch tanto en formato físico (con Bayonetta 1 como código de descarga) como en digital, a través de la Nintendo eShop. El primer Bayonetta, además, está disponible en PC, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One, además de en consolas de actual generación a través de la retrocompatibilidad. Lo mejor sería priorizar las versiones HD respecto a los originales, ya que en estas últimas las pantallas de carga y el rendimiento no son particularmente óptimos.
Eso sí: si sois primerizos en la saga y el género, os recomiendo encarecidamente no tener miedo a la hora de utilizar los objetos. Si bien es cierto que disminuirán nuestra puntuación final, pueden reducir en gran medida la frustración producida por ciertas fases y, sobre todo, os darán más espacio para experimentar con las mecánicas y aumentar vuestra habilidad.
Hyrule Warriors
El musou es, al fin y al cabo, un subgénero del hack and slash. En los últimos años, hemos visto como distintos spin-off de sagas queridas probaban suerte en este género. Los resultados han sido variados, pero no cabe duda de que Hyrule Warriors es uno de los mejores juegos de este estilo para aquellos que nunca antes hayan probado uno. En concreto, el último título para Switch, Hyrule Warriors: Era del Cataclismo, que se publicó en 2020, hará las delicias de los fans de Zelda que quieren probar suerte en un combate más espectacular y, claro, más masivo.
Esperad una experiencia ligera, pero compleja si realmente queréis comprometeros con el juego, en el que derrotar a hordas y hordas de enemigos mientras vemos pequeños fragmentos y referencias de los personajes que ya queremos y conocemos de la saga The Legend of Zelda.
Onimusha
Onimusha es otro de los grandes nombres del género. Originalmente lanzado en el año 2001 para PlayStation 2, Onimusha: Warlords mezcla el combate hack and slash con puzles, todo ello ambientado en la Era Sengoku de Japón. El protagonista, blandiendo una katana, utilizará sobre todo armas de filo y de largo rango con las que desarrollaremos a los enemigos para obtener puntos y dinero con las que mejorar nuestro arsenal. Un diseño de niveles no tan brillante se compensa con lo atractivo de su ambientación, y con la ventaja de ser un juego más corto que puede pasarse fácilmente en alrededor de siete horas.
La mejor manera de jugarlo, a día de hoy, es la versión remasterizada que se lanzó en 2019 para Nintendo Switch, PC, PlayStation 4 y Xbox One, que mantiene las mecánicas pero actualiza con mimo su dirección de arte.
Ghostrunner
Los juegos indie de los últimos años también tienen mucho que decir sobre el género hack and slash. De entre todos ellos, Ghostrunner es, quizás, una de las propuestas más arriesgadas - y exitosas - del pasado reciente, y una síntesis muy completa de lo que hace que, incluso décadas más tarde, nos siga fascinando el género. Ghostrunner destaca frente al resto de títulos de esta lista por su perspectiva en primera persona, y por una ambientación cyberpunk que, como ya sabemos, siempre llama mucho la atención.
Pero, sobre todo, destaca por ser uno de esos míticos “easy to learn, hard to master”. No hace falta mucho para dominar el arte de pegar espadazos a diestro y siniestro en su universo, pero sí para manejar la movilidad, la complejidad de las plataformas y el ritmo del wall-running. Recomendado, especialmente, si os gustan las experiencias diferentes, y si el parkour cibernético os llama la atención. Está disponible en Steam, Nintendo Switch, PlayStation 4, Xbox One y consolas de actual generación.
Hades
Y no podía faltar uno de los roguelikes más aclamados de los últimos años que, de manera peculiar, también tontea con este tipo de acción. En Hades acompañamos a Zagreus, el hijo de, bueno, Hades, en su camino para intentar escapar del hogar de su padre. Para ello, nos enfrentaremos a mazmorras llenas de enemigos que derrotar y nuevas habilidades que obtener. Por su curva de dificultad y la manera en la que morir, de hecho, sirve para avanzar a en la historia, Hades es una buena idea para aquellos jugadores que quieran sensibilizarse con los controles, los esquives y los parrys típicos del género, pero a través de un combate más amable que va evolucionando conforme nuestra habilidad mejora. Está disponible en PC, Nintendo Switch, y plataformas Xbox y PlayStation.
Ninja Gaiden
A pesar de que la saga Ninja Gaiden es otro de los nombres icónicos del hack and slash en los videojuegos, me cuesta recomendarlo como puerta de entrada al género porque no nos engañemos: son juegos extraordinariamente difíciles.
Hablo de títulos verdaderamente difíciles, capaces de hacernos temblar incluso a los que hemos pasado largas horas en el mundo de los Souls. Y, aún así, sentiría que esta lista estaría incompleta sin las aventuras de Ryu Hayabusa. La saga de Tecmo cuenta con muchas entregas: algunas ampliamente reconocidas, y otras más denostadas. Por accesibilidad, y por la variedad de los desafíos que ofrece, recomendaría especialmente Ninja Gaiden 2, presente en la Ninja Gaiden: Master Collection que se lanzó el pasado año 2021, en Nintendo Switch, PlayStation 4, PC, Xbox One y Xbox Series X/S. Eso sí: id avisados de que es una experiencia extraordinariamente dura.