Crónica de una muerte anunciada
Nadie llorará la desaparición de la PSPgo. ¿Por qué?
De hecho, si en un futuro se recuerda a PSPgo y su fracaso, debería ser porque supone una clase maestra sobre cómo no hay que administrar una plataforma de contenido digital. Escaso y caro, el sistema de distribución de contenido digital de PSP, más o menos como la propia PSPgo, consigue cobrar a los usuarios un precio mayor por una menor funcionalidad (y una menor selección) que su equivalente retail, eliminando de raíz en el proceso cualquier posible ventaja de la distribución digital.
El primer gran problema, y uno del que PSPgo nunca consiguió recuperarse, fue no reconocer que la mayoría de sus early adopters serían usuarios que ya tenían la PSP, gente con una colección de software en UMD por el que ya habían pagado. La decisión de no darle a ninguno de estos usuarios una forma de importar su software en la PSPgo fue un error fatal de la plataforma. Aunque también era algo predecible.
Ni a Sony ni a las distribuidoras third party les gusta la idea de importar juegos porque es algo difícil de implementar, abierto al abuso por parte del usuario y que les quita la posibilidad de cobrar dos veces vendiendo el mismo juego al mismo consumidor. Este último punto puede parecer digno de pocos escrúpulos, pero es fácil ver de dónde viene la idea: la industria musical lleva años vendiendo una y otra vez el mismo catálogo de artistas de éxito a medida que aparecen nuevos formatos.
Los consumidores, en cambio, nunca van a aceptar eso. El gran problema al que se ha enfrentado la industria de medios durante la pasada década no es la piratería, es el hecho de que los consumidores se han vuelto más listos respecto a la posesión de ellos. Los consumidores compraron sus discos en vinilo, luego en cintas de cassette y más tarde en CD, y sus películas en VHS y luego en DVD. Pero cuando compraron iPods, algo nuevo ocurrió: no tenían que comprar los discos otra vez, porque podían copiar el CD que ya tenían en el nuevo dispositivo.
Ese cambio tan pequeño y simple ha tenido un profundo impacto en la industria musical, y ha causado un sutil pero importante cambio en la actitud del consumidor. La gente ya no cree que ha comprado un trozo de plástico con un medio dentro, cree que ha comprado ese medio, y la experiencia de ripear discos y DVDs les ha llevado a pensar que a no ser que haya una razón de peso no deberían pagar otra vez por el mismo contenido. Es difícil decir quien tiene razón moral en este asunto, y las compañías de medios - que ya son vistas como villanos por gran parte del público - harían bien en no intentarlo.
Así que cuando apareció la PSPgo, sin ninguna forma de copiar tus juegos en UMD al sistema - algo que, dicho sea de paso, no era imposible a nivel técnico o práctico -, los consumidores decidieron ignorar la consola. A partir de ahí los intentos de Sony por mejorar la situación solo consiguieron agravarla, pero vale la pena recordarlos.
El control de los precios es algo que las distribuidoras ven como una ventaja en la distribución digital, pero que los consumidores ven casi como poco menos que un timo.
Para empezar, estaba el precio. Los compradores de PSPgo pagaron una buena cantidad por la consola - en su lanzamiento no era mucho más barata que una PS3 en muchos territorios - y luego se esperaba de ellos que pagaran bastante también por el software. Juegos que en las tiendas podían encontrarse muy rebajados mantenían inalterado su precio en la PlayStation Store, sangrando a un público que no podía salir de ese ecosistema debido a la falta de lector UMD. El control de los precios es algo que las distribuidoras ven como una ventaja en la distribución digital, pero que los consumidores ven como poco menos que un timo.
¿El último clavo en su ataud? el catálogo. Sony nunca consiguió que buena parte del catálogo de PSP estuviese disponible para PSPgo - y más adelante incluso ocurrió lo mismo con los nuevos lanzamientos. Hay una razón muy simple por la cual nunca he visto una PSPgo en las manos de uno de los incontables jugadores de Monster Hunter - el último juego de la serie, Monster Hunter Portable 3rd, solo está disponible en formato UMD.
Cara, sin ambición, odiada por los consumidores, con poco soporte por parte de las third parties y finalmente abandonada por Sony, PSPgo fue la oveja negra de la familia PSP, y ahora uno de los mayores fracasos de hardware de los últimos años. Sony dice que discontinua el sistema para centrar su atención en la futura plataforma NGP, la sucesora real de PSP. Nosotros solo esperamos que a la hora de diseñar, implementar y mantener el sistema de distribución digital de NGP los desastrosos errores de la PSPgo sirvan de lección sobre lo que Sony no debe hacer.
Traducción por Josep Maria Sempere.