Crónica: RetroMadrid 2009
En primera línea de batalla.
Es muy probable que ustedes no est?n muy acostumbrados a leer c?mo un redactor les cuenta, en sus an?lisis, art?culos o reportajes, experiencias ligadas al ?mbito privado. Que rompa su cuarta pared y muestre entusiasmo, rabia o bostezos partiendo de reflexiones y vivencias personales. No es com?n en el medio que nos movemos, o al menos no es usual, ya que se presupone la informaci?n como elemento intocable, que nunca debe quedar subyugada por la opini?n del firmante. Que para eso ya est?n las columnas a tal efecto, los foros, listas de correo o ca?as con los amigos. Que, seg?n dicen algunos, no es profesional. Que divagar no es constructivo.
Pero ver?n, para que todo esto tenga sentido he de hacerlo. He de trasladarles, por ejemplo, c?mo me siento desde que Eurogamer tuvo a bien contar conmigo para darles la lata a todos ustedes de vez en cuando. Sobre c?mo he ido aprendiendo durante estos meses, conociendo nuevos amigos y despidi?ndome de otros tantos. Sobre grandes miserias (las que asolan constantemente el panorama medi?tico videojueguil en Espa?a) y peque?as alegr?as (las que animan a seguir adelante y te descubren a gente excepcional). Ingenuo que es uno en el punto de partida, se tiene la costumbre de derrochar demasiado entusiasmo ante todo lo que le rodea. Cuando la rutina apenas es un proyecto de futuro, todo se ve con ojitos brillantes y llenos de amor, ?verdad?
Como muy bien saben, el pasado s?bado se celebr? RetroMadrid 09. Uno de los eventos sobre retro inform?tica m?s importantes en Espa?a y ?nico en su g?nero junto a otros como RetroEuskal (y esperemos tambi?n que TarracoParty) porque desgraciadamente el fen?meno de lo vintage en estas tierras a menudo queda relegado en ?reas subterr?neas y cavernosas. Grupos de usuarios que mantienen viva la llama gracias a su incansable afici?n y que con escasos medios se juntan de vez en cuando como lo har?a un grupo de viejos amigos contando sus batallitas; a medio camino entre la especializaci?n que dificulta el acceso a los nonatos del retro y cierta cultura empa?ada por la nostalgia que no sabe muy bien lo que hacer con todo el legado que tiene encima.
Hay gente que invierte su fr?gil econom?a en preservar cachivaches y hacer que ?stos sobrevivan. Que programan software para que unos cuantos puedan dejar atr?s, aunque solo sea durante veinte o treinta minutos, sus juegos y programas de siempre, enfrent?ndose a la emoci?n de algo nuevo en sus “trastos”. Tenemos a los que mercadean de forma sana y los que especulan. Los que desean ser alguien en sus c?modos reductos allende los bits y los que pasan horas y horas delante de la pantalla para que nadie olvide de donde venimos. A veces, lo que se percibe del retro vi?ndolo de lejos es todo o nada.
Tras llegar a casa bastante cansado por la experiencia y procurando relajarme delante del PC mientras engull?a viandas prefabricadas, visitando los habituales foros y dem?s redes sociales tan propias del hombre binario para charlar habitualmente tanto con amigos como con amiguetes... No paraba de tomar notas mentales para ver como demonios podr?a enfocarles esta cr?nica. Pensaba yo para mis adentros que quiz?, despu?s de haber estado codo con codo en primera l?nea de batalla con en el stand de Matra, podr?a aplicar eso que hoy d?a se vende con demasiada ligereza tal como periodismo de investigaci?n. Una rese?a desde dentro, en primera persona.
Y todo para evitar resumirles fr?amente aquello que ustedes pueden consultar con toda facilidad en la web oficial de RetroMadrid. Detallarles, por ejemplo, la manera en que decenas y decenas de caras se llenaban de emoci?n al tener delante de sus narices a Azpiri, el cual estuvo firmando numerosas copias de La Corona Encantada, as? como posters y car?tulas de sus portadas cl?sicas. De como una breve sentada con fans acabo prolong?ndose ma?ana y tarde, sintiendo el calor de la gente que acud?a ah? para compartir apenas segundos con ?l y guardar sus recuerdos para la posteridad. De familias enteras que reconoc?an asistir por primera vez a un evento de dichas caracter?sticas y contaban sus experiencias cargando cassettes en sus Commodore 64 a?os ha, o que al ver esa camiseta de Manic Miner empezaban a rememorar sus pinitos en Basic gracias a revistas a?ejas como MicroHobby.
Las jornadas se celebraron desde las diez de la ma?ana hasta bien entradas las ocho de la tarde, con una cantidad considerable gente (casi 1.100 asistentes, tal y como indica la propia organizaci?n) y haciendo literalmente cola para entrar a un recinto que este a?o se nos hizo bastante peque?o (por no hablar del ambiente sofocante digno de sauna). Poni?ndonos en el lugar del visitante, aqu?l que guarda el vintage en el recuerdo y para qui?n todo esto esta ligado inevitablemente a la remembranza, la postal era bella.
Para empezar, ah? estaba el espectacular stand de Marcianitos (objetos de una pol?mica cuya consecuencia ha sido el cierre definitivo de su web): recreativa de Space Indavers, una fabulosa r?plica de Donkey Kong exclusiva para ni?os, compilaci?n de Hand-Helds, Pinballs, concursos... All? por donde uno pisara, lo natural era encontrarse con m?quinas inmortales como en la zona de G.U.A (Grupo de Usuarios de Amstrad), pudiendo echar tranquilamente las partidas que uno quisiera, intercambiando material o conociendo los ?ltimos proyectos de gente como Karoshi, Time Invaders, Octocom, Z80 ST y Konamito. Aprender emulaci?n gracias a EmuForge era otra de las opciones a disposici?n del p?blico, as? como poner las manos encima a consolas como Neo-Geo, Jaguar o Mega-Drive en la zona de NeuroChip. Por all? se vieron en funcionamiento grandes queridos como el One-Chip MSX, la edici?n 20? aniversario de Viaje al Centro de La Tierra para Spectrum +3 a cargo de Topo Siglo XXI o un par de los primeros PC/XT corriendo La Abad?a del Crimen. Algunos sistemas m?s modernos como Dreamcast (10? aniversario, organizado por IberDC) obtuvieron tambi?n su trocito del pastel y, mientras, el mercadillo dej? a m?s de uno con los bolsillos bien vac?os.
Para el aficionado medio, sin duda, muchos de los expositores lograron hacer el sue?o realidad. No hay que olvidar, sin embargo, la pobre representaci?n de sistemas como Sinclair QL o Macintosh, celebrando nada menos que su 25? aniversario y que dejaron con muchas ganas de m?s a buena parte de los veteranos
Es ahora, pues, cuando me toca hacer el nexo de uni?n entre eso que les contaba al principio sobre m? mismo y lo que realmente supuso RetroMadrid para todos. Porque probablemente toda la opini?n que deposite aqu? est? profundamente marcada por la misma ingenuidad, por un punto de vista que te hacer sentir optimista de cara al futuro, pese a que la situaci?n real es m?s bien complicada y esconde en sus recovecos alg?n que otro agujero negro. Comprueben ustedes en los medios digitales dedicados al videojuego cu?ntas rese?as o cr?nicas encuentran de este evento. Miren los grandes portales, observen si, mas all? de una nota puntual o peque?o espacio dentro sus noticias, se menciona con detalle el asunto. ?Es acaso la demostraci?n de que todo esto, en definitiva, no interesa? ?Podr?a ser que definitivamente la preservaci?n de esa historia y el desarrollo de nuevo software est? relegado a cuatro (o como mucho cinco) gatos? ?Que esta reuni?n de expositores y aficionados es s?lo una an?cdota localista y no merece ning?n tipo de relevancia?
Da la causalidad (que no casualidad) de que servidor estuvo all?. Y vio a gente entusiasmada por las conferencias que hist?ricos como C?sar Astudillo (Gominolas) o Alfonso Fern?ndez Borro (Borrocop) regalaron al personal (con aparici?n sorpresa del m?tico Abraxas). De c?mo muchos aprendieron en el taller de MSX-Basic y compraban buenas cantidades de viejo y nuevo software para su colecci?n. Ni?os obnubilados ante los 8-Bits, mayores excitados por encontrar una soluci?n que les permitiera revivir sus viejas m?quinas gracias al buen saber de los asistentes. Quien firma, en el fragor de la batalla y mientras saludaba a apreciados compa?eros como John Tones firmando ejemplares de Mondo Pixel, el inmortal N?mesis (Bruno Sol), Dr Boiffard, I?aki Grao y tantos y tantos otros (especial saludo para Cortazar e Iban Nieto), mientras compart?a sudor con los invencibles S*T*A*R y Dani... Se preguntaba si es que acaso estaba sufriendo el s?ndrome del novato, el que todo lo ve de color de pixel y se niega a aceptar la causa perdida.
Fijando la mirada en el gran proyector del recinto y escuchando las an?cdotas del personal, me dec?a a mi mismo...?acaso todo esto es producto de mi imaginaci?n o va a resultar que, en contra de lo que se presupone, hay un inter?s REAL en el retro/vintage? La respuesta, y miren que tenemos todo un a?o por delante para pensarlo, probablemente no llegar? hasta la pr?xima edici?n. Pero mientras a mi este subid?n voltaico de sprites y f?sforo verde no me lo quita ni cristo. Y recuerden, no olviden nunca de donde venimos, que as? nos ser? mucho m?s f?cil atisbar a donde demonios vamos.
Agradecemos especialmente a Iagoba Itxaso y Zyloj su enorme (e imprescindible) ayuda de cara a poder ofrecerles im?genes para la galer?a de este art?culo.