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Daylight

Pánico procedural.

Este análisis forma parte de la sección de Game Over.

A medio camino entre lo indie y el triple A, Zombie Studios surge con una interesante propuesta: un juego en el que encarnamos a una joven atrapada en un sanatorio abandonado y con la única ayuda de su telefono. Lo más original del título es que sus escenarios se generan de forma aleatoria en cada partida; algo que promete rejugabilidad, pero una vez experimentado se queda en un triste "gimmick".

En este tipo de juegos el escenario juega un papel fundamental. No sólo se trata de darnos sustos con el monstruito de turno con una efectista subida de volumen, se trata de crear el ambiente perfecto; una conjunción de lo visual y lo sonoro que nos suscite inquietud y que, sumado a la incertidumbre del desconocimiento, nos mantenga en tensión constante. Y es aquí donde Daylight se queda a medias, pues es donde su elemento principal juega en su contra. Al tener que generar escenarios de forma arbitraria en cada partida, estos carecen por completo de lógica y sentido; son pasillos genericos de escasa personalidad, casi vacíos, que se repiten sin cesar de forma laberíntica.

¿Y para qué? Zombie Studios sacrifica la posibilidad de crear un escenario que ayude a evocar terror en favor de una supuesta rejugabilidad que realmente no es tal. ¿Qué diferencia hay si en mi segunda partida tengo que girar a la derecha en ligar de a la izquierda si camino siempre por el mismo pasillo? Sí, Daylight conseguirá asustarnos, pero una vez visto el primer susto, vistos todos.

Por desgracia, la constante repetición se traslada a otros apartados del título y lo vemos reflejado claramente en la jugabilidad. La única forma que tendremos de avanzar en el laberíntico escenario será encontrar una serie de textos repartidos arbitrariamente y que nos irán desvelando la historia del lugar, y llegados a cierto número aparece un portal que nos transporta a una nueva área. Esta será nuestra única tarea, una y otra vez, interrumpidos ocasionalmente por algún puzzle simplón entre áreas. No podremos quitarnos en ningún momento esa sensación de estar jugando a una especie de Slenderman glorificado con supuestos gráficos de última generación.

Ir descubriendo la historia del lugar a través de estos informes puede ser lo más interesante del título, ya que exige implicarnos y ofrecen una verdadera experiencia que se va desgranando poco a poco. No hay cinemáticas que nos cuenten algo; somos nosotros los que experimentamos de primera mano los hechos presentes, y los que montamos las piezas de los acontecimientos pasados para entender el gran enigma. Desgraciadamente, esta desestructuración puede hacer que perdamos el hilo, sobretodo porque durante toda la experiencia de juego tendremos a una enigmática voz (que nunca se deja claro de dónde viene o quién es) que nos va haciendo extraños y confusos comentarios.

El aspecto survival tampoco está bien planteado; pocas veces tendremos esa sensación de indefensión que debería existir en un título del género. Por un lado nos limitan los recursos de forma algo incoherente; como poder llevar tan solo cuatro bengalas, pero tenemos otros recursos ilimitados, como la bateria del movil que nunca se agota y sirte de mapa, linterna y nos avisa del peligro. Además, la generacion procedural del escenario puede hacer que nos encontremos más de una vez con los mismos extractos de texto, y estar parando constantemente para leer puede romper la atmósfera del título.

Daylight es sin duda un experimento extraño y con interesantes ideas, pero el camino al infierno está repleto de buenas intenciones. Zombie Studios cogido una fórmula ya encorsetada como el survival horror y la ha actualizado con un elemento que está de moda, la generación procedural de escenarios. Han conseguido solventar algunos problemas de forma inteligente, como separar las zonas generadas de forma aleatoria con zonas que no cambian, sin embargo, el resto de apartados depende de ello, lo que va en detrimento de la experiencia. Sin duda, es un experimento necesario para ir avanzar en esta particular forma de diseño, pero esta vez no ha funcionado. A pesar de tener puntos positivos y prometer una experiencia nueva y refrescante, el título se queda en una pequeña decepción. No es un juego roto, pero transmite la sensación de que está a medias, la sensación de que necesitaba algo más.

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