Dead Nation
Mata y corre.
Por otro lado, cada muerte nos proporciona multiplicadores de puntuación que irán cayendo si sufrimos algún percance. En un título que otorga tanta importancia a las puntuaciones –las tablas de clasificaciones no sólo indican tu posición en el ranking mundial y en el de tu país, también señalan qué país tiene los reclutas más aventajados en la lucha contra la plaga–, ¿nos arriesgaremos a provocar a hordas de muertos vivientes para aumentar los números u optaremos por la cautela y la huida hacia delante? La toma de decisiones no es fácil porque el juego te reta con constantes cambios de ritmo pero sí es cierto que a partir del tercer o cuarto nivel se trata más de escapar como puedas que de arrasar el escenario. Eso sí, no siempre puedes elegir. A veces no tendrás acceso libre hasta el siguiente punto de control a menos que des pasaporte a todos los zombies.
En sus primeros compases es fácil dejarse embaucar por la excelente ambientación y la atención a los detalles que supura el juego. Latas, tiradas por el suelo, se mueven y tintinean a nuestro paso. La calma, previa a la tempestad, nos envuelve poco antes de que las calles se conviertan en un reguero de vísceras con ese 'chof, chof' que nos vuelve locos. Y, sobre todo, una rica iluminación juega con las luces y las sombras –"Los zombies sólo salen por la noche", nos dicen en el falso informativo del menú– de forma bastante espectacular.
Todos estos detalles contribuyen a enriquecer la experiencia de juego, el problema es que no hay mucho más. A medida que avancemos por los niveles, descubriremos nuevos zombies más poderosos y comprobaremos, con cierto horror, que las situaciones apenas han cambiado desde el primer minuto de juego. Está claro que a un título del corte de Dead Nation, basado en el arcade más clásico, no le podemos exigir una variedad enorme pero sí nos da la sensación de que Housemarque se ha conformado con hacer un título sólido y ha hecho poco por no repetirse. Sin ir más lejos, las diferencias gráficas entre los distintos niveles son nimias. La simpleza del modo cooperativo, muy esperado a falta de un Left 4 Dead que llevarse a la boca, tampoco ayuda gran cosa al conjunto pues lo único que hace es colocar a ambos jugadores, de forma online o local, en las mismas situaciones de la campaña monojugador. Para colmo de males, el juego ha llegado sin opción de chat de voz, aunque la desarrolladora ya ha confirmado que está trabajando en una actualización para solucionarlo. A ver si llega antes de la próxima horda de muertos vivientes.
Dead Nation está disponible en PlayStation Network por 12,99€.