Dead Rising 2
Bricomanía zombi.
También podemos optar por salvar a los escasos supervivientes que están dispersados por la ciudad. A diferencia del capítulo anterior, en esta ocasión se ha dotado a dichos personajes con algo más de coeficiente intelectual, de manera que ahora nos seguirán sin ningún problema en lugar de meternos en más berengenales de los que deseábamos. Además, si les damos un arma son ideales para que nos acompañen durante las misiones, pues no dejarán títere con cabeza allí por donde pasen, incluso echándonos un cable si nos encontramos en graves apuros.
Imagino que estaréis pensando que me dejo a un grupo personas algo especiales, por llamarlas así. Nada más lejos de la realidad: los carismáticos psicópatas que actuaban como jefes finales han vuelto. Los hay locos, muy locos y como autenticas regaderas, y como ocurre en la vida real los vivos son los verdaderamente peligrosos. Como ya descubriréis, desde el primer capítulo en adelante su estado de locura va en aumento. Nos encontraremos desde un activista pro zombi, hasta bueno... mi querido Copito de Nieve (dejaré que seáis vosotros que descubráis quién se esconde tras tan adorable apodo).
Ahora que ya tenemos más o menos todo en su sitio, toca hablar de lo que a mi parecer es el gran acierto de la secuela y lo que me tiene realmente enganchado: la cinta aislante, una tontería ha conseguido dotar al juego de toneladas de momentos hilarantes (más si cabe de lo ya visto). Y es que no es lo mismo lanzar un balón de rugby que lanzar ese mismo balón con un par de granadas adosadas. Como tampoco sacia igual golpear a un zombi con una linterna, que acoplarle unas gemas preciosas y crear una espada láser (al jedi que llevo dentro se le han caído un par de lagrimitas).
Por suerte para nosotros todo este montón de armas vendrán acompañados de multitud de coleccionables, vestidos de quita y pon y un sistema de cartas para hacerle más pupita a los no-muertos. De manera que no os preocupéis si acabáis el modo historia, ya que el título es altamente rejugable y, al fin de cuentas, no todo va a ser matar zombies.
Una de las grandes novedades que nos anunciaron a bombo y platillo, son los modos multijugador. Si el titulo es altamente disfrutable en solitario, con un compañero en modo cooperativo, las carcajadas aumentan por momentos.
¿Y que nos han preparado para los modos competitivos? Más zombies y sangre por supuesto, pero aderezado y preparado como si de un reality show se tratase. “Terror is reality”, convierte los modos online en una mezcla de “Gladiadores Americanos”, “Smackdown” y el final de la película “Shaun of the Dead” (o Zombies Party, como la llamaron los genios de marketing españoles). Las partidas que he podido jugar van muy suaves, sin tirones ni nada por el estilo, y encontrar partida disponible es bastante rápido.
Aunque veamos muchas cosas recicladas del primero juego – la fórmula en si es la misma – Capcom ha sido lo suficientemente inteligente en dejar pasar un tiempo prudencial para sacar la secuela, de manera que se ha dejado descansar y llegará de forma muy fresca a mucha gente. A los fans de la primera parte se les ha dado el tiempo necesario para desear mucho más pero sin agobiar con entregas anuales.
Resumiendo, Dead Rising 2 no ha cambiado tanto en comparación con su antecesor y arrastra algunos de los problemas que tenia entonces, pero por contra se han solucionado algunos, mejorado otros y añadido novedades más que interesantes. Y es que, en el fondo, cuando uno esta masacrando zombies y pasándoselo tan bien, los inconvenientes quedan en un segundo plano y lo que realmente cuenta es la diversión.