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Análisis de Masacre

Una broma con poca chispa.

El juego de Masacre se parece mucho a Eat Lead: The Return of Matt Hazard. No sé si os acordaréis de él, pero ambos buscan lo mismo: crear una especie de comedia tipo Agárralo como Puedas con bromitas cada dos por tres y constantes referencias al mundo de los videojuegos.

High Moon Studios juega con ventaja porque Masacre tiene ya un fondo importante y es fácil apoyarse en él para generar esos gags. El problema es que una adaptación a nuestro medio necesita de muchos elementos que refuercen y hagan latir ese corazón que está en el centro del guión.

Masacre utiliza la acción en tercera persona como cualquier juego de hace tres o cuatro años: ataque rápido, ataque fuerte y contraataque. No tiene mucho más. Puedes enlazar combos y ganar experiencia, y con ella desbloqueas armas -unos sai y unos martillos, además de metralletas y escopetas-. El combate apenas evoluciona durante la aventura. Cuando te rodean varios enemigos basta con machacar botones sin parar y cuando veas el aviso de contraataque empiezas a saltar de uno a otro. Si te atacan de lejos saca las pistolas e intenta esquivar el fuego directo. También puedes conseguir algunas mejoras que te dan más salud, que multiplican el número de puntos que consigues con cada combo...

El principio del juego es prácticamente lo mejor de Deadpool.

A veces salen enemigos que atacan de lejos o algunos que son un poco más fuertes, pero la forma de acabar con ellos será exactamente la misma. Y tras probar mecánicas de ataque-contraataque tan bien pulidas en otros juegos como Bayonetta, Assassin's Creed o God of War es directamente pesado tener que conformarse con algo que está varios peldaños por debajo.

Además cae en uno de esos errores que deberían estar en el libro de cabecera de todo diseñador de juegos: si quieres reírte de algo asegúrate de que tú no haces lo mismo. Y de que no lo haces peor. Hay situaciones en las que el juego intenta parodiar a los típicos plataformas en los que tienes que hacer varias acciones antes de pasar a la siguiente zona... pero lo hace, precisamente, utilizando ese mismo mecanismo de repetición. ¿Cuál es el punto, aquí? Si te ríes de eso porque sabes que es algo cansino y que no merece la pena por lo menos propón una alternativa que me divierta. Esto se repite mucho. La estructura de los niveles es de esas que ya hacía tiempo que no veía: salas grandes llenas de cajas, enemigos que se cubren a lo lejos, torres que escalar...

Las fases de plataformas también son muy justitas: saltar de un sitio a otro sin caerte, básicamente.

El juego pasa mucho tiempo riéndose de algunas mecánicas pero, a su vez, las acaba utilizando.

Las animaciones y los gráficos no pasan del aprobado.

Como el guión se apoya mucho en este tipo de bromas no puedes dejar de sentir de que te están contando un mal chiste. Masacre es consciente de que está en un videojuego y pasa totalmente del guión que le han mandado los de High Moon Studios: a él le interesan las tetas y las explosiones, y se fundirá todo el presupuesto a la mínima. El tema se complica un poco cuando aparecen ciertos enemigos pero ya os podéis imaginar que nuestra ansia por tacos y chimichanga podrán con cualquier adversidad. Las eventuales salidas de tono de Masacre amenizan un poquito la trama, y el cameo de algunos personajes famosos alegrarán a los fans de la saga, pero poquito más. Decir que esto "juega con la cuarta pared" puede ser cierto, pero también osado y algo ridículo -no son más que chascarrillos inocentones. Quizás para algunos sea suficiente como para darle una oportunidad.

Al juego se le acaba la energía demasiado pronto; tanto el combate como las plataformas están demasiado poco pulidos como para que merezca la pena implicarte más allá de la anécdota y lo que al principio te hace gracia acaba por agotar. En general el humor es muy simplón, y no hace justicia a los cómics. Es como si te cuentan un chiste y se olvidan a la mitad.

5 / 10

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