Avance de Guardianes de la Noche: Kimetsu no Yaiba - Las Crónicas de Hinokami - Adaptando bien lo que ha hecho popular al anime
Mucho demonio, mucha diversión.
Kimetsu no Yaiba es una de las series de anime más populares de los últimos años. Gracias a un espectacular trabajo de animación por parte del estudio Ufotable, mucha gente se ha enamorado de las andanzas de Tanjiro y su hermana, Nezuko, en busca de una cura para la conversión en demonio, lo cual les enfrentará contra el monstruoso padre de todos los demonios, Muzan Kibutsuji. Y esto solo lo conseguirán, como no podía ser de otro modo, entrenándose, aliándose con otros cazadores de demonios, y combatiendo demonios cada vez más fuertes, perfectamente jerarquizados según su orden de poder.
Eso hace que Kimetsu no Yaiba tenga buenos mimbres para un videojuego. Por eso en CyberConnect2, especialistas en trasladar animes al videojuego, se han puesto manos a la obra, y las primeras impresiones de Guardianes de la Noche: Kimetsu no Yaiba - Las Crónicas de Hinokami - a partir de aquí Kimetsu no Yaiba - nos hacen tener esperanzas en un juego que ha tomado nota del porqué del éxito de su versión animada.
Kimetsu no Yaiba es un juego de lucha 3D que sigue la estela de Naruto: Ultimate Ninja Storm, con un estilo de juego donde prima más el control del espacio y la comprensión del tempo que la práctica de combos particularmente complejos. De momento solo hemos podido jugar con algunos de los personajes del principio de la historia, pero que ya impresionan por las claras diferencias que existen entre ellos. No es lo mismo jugar con Tanjiro, Nezuko, Zenitsu, o Rionosuke. A fin de cuentas, el interés radica en ir alternando entre ataques básicos y ataques especiales, sumando en el proceso los ataques que podemos pedir que haga otro personaje que hayamos elegido como secundario, siempre teniendo el ojo en dos medidores distintos: uno, arriba, bajo la vida, indicando cuántos especiales más podemos realizar, y que se va recargando según hagamos daño o recibamos golpes; y otro, en el centro, junto al medidor de combo, indicando cuanto tiempo tenemos disponible para seguir enlazando golpes, que se agotara más o menos rápido dependiendo de cuál fue el primer golpe que conectemos.
Esto hace que, en términos jugables, el juego tenga una complejidad basada en los elementos naturales del aprendizaje. No hay que memorizar largas cadenas de combos, ya que todo se mantiene relativamente sencillo, pero sí es necesario aprender cuándo hay aberturas, cuánto tiempo tenemos para conectar nuestros movimientos, y, por supuesto, cuándo nos conviene mejor estarnos quietos, algo mucho más difícil de aprender, y mucho menos obvio, que la pura memorización de comandos.
En ese sentido, Demon Slayer da la sensación de que será fácil de aprender, pero difícil de dominar. Esto lo refuerza, como ya dijimos, el hecho de que pelear con Tanjiro - equilibrado, de ataques lineales y fluidos -, Nezuko - rápida, explosiva, con movimientos muy amplios, pero sin tanto alcance - o Zenitsu - veloz, con ataques de gran alcance, pero muy bruscos y con combos mucho más rígidos -, sea tan diferente que resulte absurdo echar de menos mayor complejidad en cuanto a opciones de comandos, especialmente considerando que los rivales del modo historia tienen patrones todavía más complejos, haciéndonos soñar con la posibilidad de personajes con más diferencias que los protagonistas de la historia.
Eso nos lleva a otro elemento clave: el modo historia es, de momento, lo mejor y lo peor del juego. En esta preview hemos podido jugar hasta el primer encuentro de Tanjiro con Muzan y la pelea contra una pareja de demonios que sucede a causa de ello, y el juego en este modo es donde enseña todas sus cartas, como ya señalamos, para bien y para mal.
Primero ciñámonos a lo positivo. El juego siempre va al grano en todos los aspectos; empezamos directamente con el entrenamiento como cazademonios de Tanjiro, poniéndonos ya desde el principio en tensos duelos contra otros personajes, además de con demonios. Del mismo modo, según avancemos podremos conseguir fragmentos de memoria, que nos permitirán ver flashbacks de todo lo ocurrido hasta el momento fuera de la propia línea principal de la historia, lo cual ayudará a quienes no estén familiarizados con la misma. Todo esto, sumado a las misiones especiales, que son combates contra demonios especialmente poderosos totalmente opcionales, y las cinemáticas de la historia principal, que nos narran el grueso de los acontecimientos, hace que el modo historia se sienta un modo completo por sí mismo, algo no tan común como desearíamos en los juegos de lucha.
Por desgracia, no todo es felicidad en el mundo de Kimetsu no Yaiba. Igual que sus virtudes saltan a la cara, es innegable que las partes jugables que no son de combate, introduciendo relativamente breves fases de exploración, resultan bastante pobres. Obligándonos a ir del punto A al punto B sin nada más que hacer que pequeños desvíos para hablar con personajes o recoger puntos Kimetsu, que sirven para desbloquear recompensas de toda clase, el juego se siente un tanto lineal y hueco por momentos. Esto quizás mejore en subsiguientes capítulos, pero, hasta donde hemos podido jugar, es el punto más endeble de la experiencia.
Para compensar, lo que es innegable es que el juego es toda una delicia visual. Todos los modelos son no solo reconocibles, sino que parecen directamente extraídos del anime pese a ser modelos 3D. El trabajo de composición y animación es excelente, y los combates tienen, al más puro estilo CyberConnect2, intersecciones aquí y allá para enseñarnos espectaculares animaciones de los golpes más elaborados que pueden hacer nuestros personajes, algo sorprendente ya que incluso el más modesto de los golpes viene acompañado de un excelente trabajo de diseño, sonido y efectos especiales, trasladando a la perfección la emoción de los combates originales.
Si al final Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba - The Hinokami Chronicles funcionará dependerá enteramente de si su historia resulta inteligible para quienes no la conozcan de antemano, si las partes más endebles de la exploración no lastran el conjunto y si su combate crece junto con sus opciones sin llegar a hacerse excesivamente complejo. Si todos estos interrogantes acaban resultando positivos, podremos decir que estamos ante uno de los juegos de lucha más interesantes del año. E incluso si resulta que no, con lo visto hasta el momento The Hinokami Chronicles ya es un juego que hará las delicias de todos los fans de la franquicia Kimetsu no Yaiba.