Demon's Souls
Luchando contra lo imposible.
Cierto día me vi obligado a jugar sin conexión. El juego seguía siendo brillante, pero me di cuenta de que me faltaba algo. Por primera vez, en esos páramos repletos de enemigos, me sentí solo. Fue en ese momento cuando me di cuenta de hasta qué punto el online de este juego había sabido introducirme en una Boletaria que trascendía lo virtual, que había logrado que estableciese vínculos afectivos con desconocidos y que daba una nueva dimensión al juego. Había estado jugando al modo online definitivo, y no me había percatado de ello hasta su ausencia.
Demon’s Souls ha tardado en llegarnos, pero a los que han esperado pacientemente les aguarda una de las mejores experiencias de esta generación. Un juego profundo en todas y cada una de sus facetas, desde un combate que haría sonrojarse a muchos juegos que se hacen llamar hack & slash hasta una faceta RPG que nos permite un control absoluto sobre la progresión de un personaje que en ningún momento está limitado por su clase inicial. El acompañamiento perfecto es el que probablemente sea el mejor online de esta generación de consolas, una experiencia que logra hermanar a sus jugadores sin necesidad de IDs encima del personaje, salas de chat o servidores dedicados, destacando no sólo por su originalidad sino por lo acertado de sus planteamientos.
Demon’s Souls no ha necesitado de gran márketing para llegar a ser conocido y reconocido, tan sólo cuidar cada milímetro de su juego y una comunidad agradecida de jugadores, que no pueden sino reconocer que el trabajo de From Software es prácticamente perfecto e ir difundiendo sus bondades allí por donde pasan. Ahora ha sido mi turno, con un poco de suerte dentro de poco vosotros estaréis contándoles a vuestros amigos de qué va ese juego casi desconocido del que unos pocos hablan maravillas.