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Diabolik: The Original Sin

Un espía en apuros.

Tras pasarnos las diferentes misiones que componen la trama, podremos volver a ellas en cualquier orden a través del menú principal, lo que no repercute en una rejugabilidad manifiesta debido al escaso interés que suscita volver a determinadas partes de la aventura.

Factura técnica de escaso valor artístico

Dentro del apartado gráfico, las evidentes carencias técnicas de la desarrolladora Italiana quedan patentes, por medio de un acabado visual muy por debajo de la media en este tipo de aventuras. Peor aún resulta comprobar que dichas carencias se extienden hasta el apartado artístico. Tanto la interpretación tridimensional de los personajes creados por las hermanas Giussani como el diseño de los diferentes entornos, rayan a un nivel muy bajo, en consonancia con las escenas tipo cómic, cuya estática representación se aleja de la mediocridad —en contadas ocasiones— para aparecer bien integradas en el contexto escénico del juego de forma eventual. No obstante, la calidad de los dibujos que protagonizan estas escenas está lejos de la mostrada en el cómic original.

Los vídeos generados por ordenador se mueven en los mismos cánones visuales, pudiendo destacar la correcta representación de la biomecánica humana en detrimento de la interpretación morfológica del rostro en movimiento, cuyo dinamismo, además de escaso, es antinatural. Hemos de mencionar también un desigual trabajo ingame en este sentido, donde determinadas animaciones concuerdan de forma suave y coherente, mientras que otras se muestran totalmente descuidadas.

El apartado sonoro cuenta con unas melodías que, aunque acompañan de forma dinámica las diferentes fases de la aventura, la escasa duración de sus partituras provoca que la monotonía musical invada ciertas estancias mientras buscamos la solución a un intrincado puzzle. Por otra parte, el trabajo de localización del título roza lo absurdo: mientras que las voces parecen estar sacadas de un programa que genera automáticamente los diálogos, resulta especialmente molesta la horrible versión sintética de Eugenio que interpreta al personaje principal (su similitud con el humorista resulta inquietante a la par que graciosa). Los efectos sonoros corren mejor suerte, encontrando en su variedad el elemento mejor cuidado de este apartado. Pese a esto, muchos de ellos parecen sacados de librerías que no han sido creadas para el juego, cuya baja calidad acústica repercute en el realismo sonoro de esta producción interactiva.

Diabolik: The Original Sin parte de una base consolidada dentro de una novela gráfica original, contando con algunos detalles en su desarrollo que resultan divertidos e interesantes. Sin embargo, y pese al trabajo que Artematica ha dedicado a esta producción, la valoración final queda lejos del aprobado debido a la cantidad de fallos técnicos que atesora y al erróneo planteamiento en muchas de sus dinámicas interactivas. Sin ningún tipo de duda, no podemos sino alentar al fanático de las aventuras gráficas para que busque consuelo en otros referentes del género, aunque en algunos casos eso le obligue a tirar de clásicos con más de 10 años a sus espaldas.

3 / 10

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