Análisis de la EVGA GeForce GTX 980 Ti VR Edition
Pensando en clave de VR.
¿Cuánta potencia gráfica necesitas para tener una buena experiencia con la realidad virtual? Oculus publicó unas especificaciones recomendadas que, por lo general, funcionan bien con los títulos de lanzamiento, pero lo cierto es que necesitarás más potencia para usar todos los juegos para VR. Si quieres un buen rendimiento con Project Cars, por ejemplo, la recomendación de una R9 290 o una GTX 970 no es suficiente. Necesitarás más, y ahora mismo la GTX 980 Ti -en un par de semanas la situación será diferente- es la mejor opción del mercado.
Es por eso que EVGA ha lanzado al mercado su propia edición especial VR de la tecnología gráfica de 28nm de Nvidia. Está disponible en dos variantes: una con el diseño de referencia de Nvidia, basado en un sistema blower, y otro con una versión personalizada de la SKU ACX 2.0+ de la propia EVGA. Ambas tarjetas parecen muy similares a otros productos existentes en el mercado, pero lo cierto es que EVGA ha modificado la placa y ha añadido un hardware diseñado para hacer que la conexión del dispositivo VR sea más amigable.
Este kit extra toma la forma de una expansión para la bahía de 5.25 pulgadas, la cual se monta en el lugar de una unidad óptica. Es un diseño realmente simple, pero también muy efectivo y que te ofrece una salida HDMI frontal junto con varios puertos USB 3.0. La parte USB de este dispositivo se conecta al hub USB 3.0 de tu placa madre sin muchos problemas.
Pero la expansión HDMI es más curiosa. En vez de sacar un cable a la parte posterior de tu PC, bloqueando un puerto existente, la EVGA VR Edition añade un puerto HDMI adicional a la GPU, situado en el frontal de la tarjeta. Es un puerto HDMI estándar, así que en teoría podría utilizarse para otros menesteres, como por ejemplo un chasis con una pantalla integrada. Para la VR, en cualquier caso, se conecta a la bahía de expansión, situando todos los puertos necesarios en la parte frontal de la caja del ordenador.
Es un tema puramente de comodidad. Los puertos frontales te permiten conectar y desconectar el casco VR con mayor facilidad, en vez de pelearte con la parte posterior de tu ordenador. También permite que tu casco VR no robe ninguno de los puertos USB o de vídeo que a lo mejor quieres destinar a otra cosa. El puerto HDMI es especialmente útil, porque al ser un puerto adicional hemos podido conectar dos pantallas HDMI independientes usando simultáneamente el puerto interno y externo. Si tienes un monitor HDMI conectado no tendrás que desenchufarlo para conectar el casco VR.
Por lo demás es una GTX 980 Ti estándar, funcionando a velocidad de referencia. EVGA nos envió la versión ACX 2.0+, y es una tarjeta fantástica con algunas características interesantes, como un sistema de tres fases con doble ventilador y un diseño de las aspas que ofrece más disipación con un menor peso. La PCB incluye una placa de refrigeración de memoria y MOSFET, y funciona a 0db (silencio total) cuando la temperatura de la GPU es inferior a sesenta grados centígrados. El objetivo de EVGA es reducir el consumo lo máximo posible, con la idea de que esa energía adicional se pueda destinar al overclock de la tarjeta.
A velocidades stock no hemos notado diferencias reales con respecto a la GTX 980 Ti estándar que teníamos en la oficina, la cual ofrece una velocidad boost de hasta 1175-1200MHz. Es también una tarjeta con buen margen para overclock, aunque siendo sinceros todavía no hemos visto una tarjeta GM200 que no lo tenga. Nuestra estrategia estándar de sumar 200MHz de reloj a la GPU y 400MHz a la memoria GDDR5 funciona estupendamente, ofreciendo hasta 1400MHz con un ancho de banda de 7.5gbps en la RAM. La tarjeta de EVGA llega a un tope de 1425MHz siendo estable, con 8gbps en la RAM. Es un buen resultado, pero no ofrece una ventaja de rendimiento grande respecto al combo +200/+400. Sin embargo, el sistema de refrigeración personalizado hace un gran trabajo, y el boost overclockeado parece sólido, algo que no se consigue del todo con el diseño de referencia.
En definitiva, EVGA ha producido una buena versión de la GTX 980 Ti con una excelente calidad de construcción, a la cual se suma una interesante, aunque no necesaria, modificación de hardware que beneficiaría a los usuarios de VR (aunque depende del casco que tengas). ¿Se justifica su precio premium? ¿Son los puertos extra realmente útiles? Hay dos respuestas posibles a estas preguntas, y dependen del casco de realidad virtual que poseas.
Si hay un aspecto criticable del HTC Vive es el lío de cables que implica su instalación. Para intentar ordenar un poco la configuración se proporciona una caja, la cual está diseñada para conectar los cables USB y HDMI -así como MiniDisplayPort- necesarios en la parte trasera de tu ordenador. HTC también proporciona una pegatina para que puedas enganchar este periférico.
En teoría tener todo el cableado dentro de tu PC y conectado a la bahía de expansión de EVGA es una buena idea. Pero, por desgracia, la caja del Vive también proporciona corriente al casco, por no mencionar que también administra el tráfico Bluetooth con las dos estaciones base, y no hay nada en el hardware de EVGA que reemplace eso. Resumiendo, no solo sigues necesitando la caja del Vive, sino que en realidad no necesitas para nada la bahía de expansión, pese a que habría sido una solución más elegante.
Si tienes el Oculus Rift, en cambio, sí que encontrarás más comodidad aquí, porque no hay caja externa y todo se alimenta a través de conexiones USB. El hardware de EVGA es muy útil y cumple con su objetivo. No es esencial, desde luego, pero la compañía lo sabe: la GTX 980 Ti VR Edition es lo que es, un producto de nicho destinado a un tipo de usuario muy concreto, con un precio premium acorde a ello.
Incluso sin sus añadidos para VR, la GTX 980 Ti VR Edition es una excelente tarjeta gráfica. Hemos hecho varias pruebas con ella y a velocidad stock ofrece virtualmente el mismo rendimiento que el actual tope de gama de Nvidia, la Titan X. Puede que tengas uno o dos frames menos, pero la experiencia jugable es más o menos idéntica. Si a eso le sumas sus grandes posibilidades de overclock, tienes una tarjeta que rinde de forma fantástica. Sin embargo, el precio extra no puede ser ignorado y el problema, claro, es que las nuevas tarjetas basadas en Pascal están a la vuelta de la esquina, prometiendo un rendimiento espectacular por menos de cuatrocientos dólares...