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Probamos a fondo el Remote Play de PlayStation 4 en un PC

¿Hay mejoras respecto a Vita?

Antes del lanzamiento de la consola, la función Remote Play de PlayStation 4 parecía un sueño hecho realidad, ofreciendo la posibilidad de jugar a tus juegos de PS4 en cualquier lugar de tu casa, siempre y cuando tuvieses una Playstation Vita. Ahora, tras la publicación del firmware 3.5 de PS4, también se puede utilizar esta característica en un PC o un Mac. La pregunta que muchos os estáis haciendo, claro, es si funciona bien y si mejora en cierto modo lo que ya vimos con la consola portátil.

Junto a la última actualización de sistema de PlayStation 4 Sony ha publicado una pequeña aplicación que se puede descargar en su web oficial, la cual permite conectar tu ordenador a la consola. La aplicación Remote Play posee el mismo set de características que la versión para PS Vita, incluyendo opciones de resolución 360p, 540p y 720p así como frame-rates a 30FPS o 60FPS. Siendo así, la mejor experiencia posible es a 720p60.

Si todo esto os suena familiar es porque estamos ante lo que básicamente es un port directo de la función de streaming que ya estaba disponible en Vita, incluyendo también muchas de sus limitaciones. Evidentemente da el pego, pero no ofrece una experiencia óptima en términos de latencia o calidad de imagen, y está muy por detrás de lo que te permite el streaming de Steam, por ejemplo.

En este vídeo comparamos la salida directa de PS4 y con el Remote Play en PC.Ver en YouTube

El límite de 720p no sería un problema grave si el bitrate fuese lo suficientemente alto, pero no es el caso. En la mayoría de juegos se aprecian defectos de macroblocking, y los detalles como grano cinematográfico o texturas de alta calidad quedan severamente comprometidos, al tiempo que los gradientes de color sufren un notable banding. En PS Vita la pequeña pantalla maquillaba estos problemas, pero al jugar en un monitor grande de ordenador resulta imposible ignorarlos y el resultado es una función que se disfruta mejor en la pequeña pantalla de un portátil.

Junto a los artefactos de vídeo también queda patente que al usar la función de streaming la precisión del color se ve afectada. Los colores brillantes pierden viveza, mientras que los tonos oscuros no tienen la sutileza esperada. La transición entre luces y sombras presenta grandes macrobloques que afectan significativamente a la imagen. Si lo comparas con la salida directa de PS4, el streaming es más apagado y más borroso. Aunque nadie en su sano juicio esperaría el mismo resultado que con una conexión directa, hay otros sistemas de streaming doméstico que ofrecen resultados de mucha más calidad.

En lo que respecta al rendimiento, en cambio, sí vemos mejoras palpables. Aunque la reproducción no siempre es perfecta, es posible alcanzar un refresco bastante estable en muchos títulos. Juegos como Trackmania Turbo se pueden jugar muy bien usando esta función, con tan solo algún parón ocasional que interrumpa la fluidez de la experiencia. Sin embargo, hemos notado que los juegos que cambian de imagen con rapidez, como ocurre con muchos títulos basados en pixel art 2D, sufren algunas ralentizaciones. El resto funcionan bastante bien.

PS4
Remote Play
Los brillantes colores de Trackmania Turbo pierden viveza y claridad en el stream. Incluso el motion blur pierde buena parte de su detalle por culpa del bajo bitrate.
PS4
Remote Play
El oscuro pasillo de PT pierde su grano cinematográfico y buena parte del detalle al usar Remote Play.
PS4
Remote Play
Los juegos con mucho detalle de alta frecuencia, como Dark Souls III, se muestran mucho más borrosos al usar Remote Play. El detalle de las texturas se pierde y los patrones resultan casi invisibles.
PS4
Remote Play
Los juegos basados en pixel art 2D como Axion Verge se ven bien, pero los nítidos bordes se ven afectados por un obvio efecto borroso.

Tened en cuenta que estas pruebas se han realizado con una conexión con cable, en la que la PS4 y el PC estaban conectados al mismo router, así que es más que probable que al usar Wi-Fi o una conexión más lenta aparezcan aún más problemas. A modo comparativo, nos fue complicado alcanzar el mismo nivel de rendimiento con una PS Vita, quizás debido a la pobre recepción de la antena del modelo original. En este sentido puede decirse que el Remote Play en PC y Mac ofrece un rendimiento mayor. La latencia de 100ms, en cambio, es prácticamente idéntica a la que se obtiene al usar una PlayStation TV con una conexión por cable.

Ahí está el problema, en la latencia del control, y esto es algo que no ha cambiado respecto a PS Vita. Esperábamos ver mejoras en este apartado, pero tras utilizar una cámara de alta velocidad para medir la respuesta hemos observado el mismo retraso de seis frames (100ms) al jugar en PC. Si a eso se le suma el retardo que ya tiene de por si muchas pantallas, tenemos un considerable retraso en la respuesta del control. Esto no hace que sea injugable, pero desde luego notarás la diferencia, y en títulos competitivos como Street Fighter V tendrás dificultades para rendir en condiciones.

El Remote Play en PC es básicamente una adaptación de lo que ya teníamos en PS Vita, sin añadir (ni quitar) nada. La latencia de 100ms sigue siendo su mayor problema, pero ahora ya podemos deducir que esto se debe a la propia PlayStation 4 y no al cliente que estamos utilizando. Curiosamente, si la rumoreada PS4K incluye los últimos bloques de codificación y decodificación de AMD (deberían formar parte de la compatibilidad 4K se le presupone a esta revisión), hay posibilidades de que se pueda optimizar esta arquitectura. Aquí y ahora, en cualquier caso, el Remote Play es una característica interesante que puede resultar útil en ciertas situaciones, pero no es ni de lejos la killer app que esperábamos que fuese.

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