¿Vale la pena usar un disco SSD en tu Xbox One?
Buscando una solución a tiempos de carga cada vez mayores.
Se ha hablado mucho sobre los buenos resultados que ofrece el uso de un disco duro híbrido o un SSD en PlayStation 4, así que hemos pensado que valía la pena estudiar esta misma situación también con Xbox One. Con el disco duro de 5400rpm que viene de fábrica hay juegos en los que los tiempos de carga pueden llegar a superar el minuto (Just Cause 3 o Grand Theft Auto V son dos ejemplos) pero la consola de Microsoft ofrece opciones para mejorar esta molesta situación. Uno de sus ases en la manga es la posibilidad de conectar cualquier disco externo a través de un puerto USB 3.0, haciendo que el proceso de actualización sea incluso más sencillo que en PlayStation 4. Eso, claro, si tienes un elemento específico para ello.
Es posible comprar un disco SSD externo en cualquier tienda de informática, pero existe una alternativa mucho más económica. Todas las pruebas que veréis en este artículo se han realizado usando una sencilla carcasa USB externa que apenas cuesta quince euros, la cual permite conectar cualquier disco de 2,5 pulgadas a la consola. Siempre y cuando tenga interfaz SATA, puedes colocar no solo un disco duro tradicional, sino también un SSD o un disco híbrido, y en estos casos el coste es inferior si compras el disco y la carcasa por separado que si adquieres un disco externo ya montado. Una vez conectado a la consola no hay ningún proceso de copia de seguridad y restauración como el de PlayStation 4; simplemente copias o mueves el juego del disco duro interno al externo, y con ello ya te beneficias de tiempos de lectura más rápidos.
Esto hace que preparar este artículo haya sido mucho más fácil que en PS4, pero el hardware viene a ser más o menos el mismo. Hemos enfrentado el disco duro que viene de fábrica en Xbox One con un disco SSHD híbrido de 1TB de Seagate, el cual utiliza una pequeña cache de memoria NAND para acelerar los tiempos de acceso, con un coste que ronda los 75€. Esto dobla el almacenamiento que ofrece el disco duro estándar de 500GB de la consola, y además mejora los tiempos de lectura y escritura. Para obtener -en teoría- el máximo rendimiento también tenemos un OCZ Trion 100, con un precio de 158€, dependiendo del vendedor.
Vayamos por faena, y qué mejor forma de empezar que con Dead Rising 3, un exclusivo de Xbox One que se hizo famoso por sus largos tiempos de carga en su lanzamiento. Con todos los parches instalados, la carga inicial de veintinueve segundos que vemos con el disco duro estándar no es excesivamente molesta. Sin embargo, la frecuencia con la que aparecen las pantallas de carga aumenta al seleccionar capítulos, y el paso al SSD apenas reduce ocho segundos en el prólogo (en el caso del disco híbrido, cinco).
En otras palabras, la mejora no es lo suficientemente grande en Dead Rising como para resultar destacable. La ganancia acumulativa puede notarse al terminar el juego, pero es de las más pequeñas si se compara con el resto de nuestras pruebas. En otros juegos como Grand Theft Auto V, en cambio, la situación cambia de forma radical si se pasa a usar un disco híbrido o un SSD.
De hecho, puede que solo haya una única pantalla de carga inicial, pero el cambio es enorme en el blockbuster de Rockstar. Tanto el disco híbrido como el SSD se quedan en unos veinticinco segundos (en nuestro caso haciendo spawn en O'Neil Way). Esto recorta más de un minuto los tiempos del disco estándar, que ascienden a un minuto veintiocho segundos, convirtiendo a GTA5 es uno de los títulos que más se benefician del cambio de disco. A partir de aquí el motor RAGE simplemente hace stream de los recursos a medida que nos movemos por el mundo, pero es una clara mejora en cualquier caso.
Hasta ahora parece poco justificable optar por el SSD en vez del híbrido, con un coste mucho más bajo, pero no siempre es así. En The Witcher 3, por ejemplo, el paso a una solución SSD beneficia con sus bajos tiempos de búsqueda a la enorme instalación de 40GB. La ciudad de Novigrad es nuestra primera prueba, ya que es donde se sufren las esperas más grandes desde el menú principal. La carga inicial es de un minuto y treinta y nueve segundos en el disco estándar de Xbox One, pero el SSD reduce esta cifra a tan solo cincuenta y seis segundos, mientras que el híbrido se queda en un minuto y siete segundos.
Aquí el punto crucial es que el disco híbrido de Seagate está unos segundos detrás del SSD. Ocurre algo similar con Just Cause 3, un juego con mundo abierto con cargas frustrantes al usar el disco duro estándar de Xbox One, y una carga inicial que dura casi dos minutos. Entre los tres discos usados el OCZ de estado sólido es el claro ganador, reduciendo la espera en un 57% al tardar poco más de un minuto en hacer la primera carga a Baia. Sin embargo, el híbrido se queda sorprendentemente cerca, con tiempos de respawn que apenas duran tres segundos más que con el SSD.
Uses el disco que uses las cargas iniciales de Just Cause 3 seguirán siendo exasperantemente lentas, pero se reducen bastante (un tercio, prácticamente) utilizando un SSD o un híbrido. Esto es lo que estamos buscando, y otros proyectos con mundo abierto tipo Fallout 4 ofrecen mejoras similares. En concreto, hubs con NPCs como Concord Town o Diamond City tienen grandes volúmenes de datos que aprovechan las mayores velocidades de lectura. Aquí se reduce a la mitad el tiempo del disco estándar usando un SSD (nota: cada carga se realiza desde el menú principal), mientras el híbrido se sitúa entre dos y cinco segundos por detrás.
Tiempo de carga (Segundos) | Disco estándar Xbox One | Seagate 1TB SSHD | OCZ Trion 100 480GB |
---|---|---|---|
GTA 5: Carga inicial en O'Neil Way | 88.6 | 26.2 | 24.2 |
Dead Rising 3: Carga inicial | 29.0 | 23.9 | 21.6 |
Dead Rising 3: Capítulo 0 | 19.5 | 15.9 | 15.0 |
Fallout 4: Vault 111 | 33.4 | 30.9 | 20.9 |
Fallout 4 - Salida de la Vault 111 | 27.8 | 25.7 | 17.6 |
Fallout 4 - Concord Town | 55.5 | 31.8 | 26.2 |
Fallout 4 - Diamond City | 47.7 | 25.1 | 23.7 |
Just Cause 3 - Nueva partida | 107.4 | 71.8 | 67.6 |
Just Cause 3 - Respawn en la primera misión | 45.0 | 31.1 | 29.2 |
Just Cause 3 - Baia | 110.4 | 83.1 | 63.2 |
Just Cause 3 - Respawn en Baia | 32.0 | 25.9 | 22.3 |
Con el fantástico RPG de CD Projekt RED, The Witcher 3, la mejora es aún más tangible que en la mayoría de juegos. La decisión de segregar su mundo en diferentes regiones te fuerza a usar el viaje rápido, con lo cual acabas viendo más pantallas de carga que en otros títulos con mundo abierto. Ir de la ciudad de Novigrad a Woesong Bridge, por ejemplo, implica una espera de cuarenta y siete segundos que cae a tan solo veintiséis segundos con un SSD, mientras que el disco híbrido se sitúa directamente entre ambas cifras. Es una mejora considerable en ambos casos, pero el precio que cada disco empieza a escalarse con los beneficios de velocidad en este caso.
La única pega es que morir y hacer respawn en The Witcher 3 sigue siendo una prueba de paciencia incluso al mejorar el disco. Con todos los datos cargados, tanto el híbrido como el SSD tardan más o menos cincuenta segundos en hacer respawn en Crookback Bog, un tiempo similar al de la primera carga de esta zona. Esto también era problemático en PlayStation 4, y es una pena que no se reutilice información común al recargar el anterior guardado.
En Project Cars cambiamos un poco la fórmula, haciendo una única carga por carrera. Los tiempos varían en función del circuito y el número de coches, y en el caso de la carrera de 24 horas de Le Mans con cuarenta y cuatro coches controlados por la IA nos encontramos con una carga de cincuenta segundos con el disco duro estándar que cae a apenas catorce segundos con el SSD, convirtiendo al juego de Slightly Mad Studios en uno de los que más se benefician del cambio de disco.
Tiempo de carga (Segundos) | Disco estándar Xbox One | Seagate 1TB SSHD | OCZ Trion 100 480GB |
---|---|---|---|
MGS5: Phantom Limbs | 34.6 | 22.4 | 15.9 |
MGS5: A Hero's Way | 25.1 | 11.4 | 10.6 |
MGS5: C2W | 24.4 | 12.0 | 11.7 |
Project Cars: Willow Springs (16 coches) | 40.6 | 31.3 | 26.6 |
Project Cars: Azure Cost (31 coches) | 48.3 | 35.9 | 33.3 |
Project Cars: 24 Hour Le Mans (44 coches) | 50.1 | 39.4 | 36.5 |
Project Cars: Salir al menú | 20.1 | 17.6 | 16.6 |
Witcher 3 - Novigrad Town Centre | 99.2 | 67.7 | 56.3 |
Witcher 3 - Viaje rápido a Woesong Bridge | 47.4 | 33.5 | 26.6 |
Witcher 3 - Crookback Bog | 68.0 | 54.0 | 49.6 |
Witcher 3 - Respawn en Crookback Bog | 68.6 | 51.0 | 50.6 |
Cerrando las pruebas tenemos a Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, un juego en el que los numerosos viajes entre las misiones y el centro de mando concentran la mayoría de tiempos de carga. A juzgar por nuestras pruebas con tres misiones, el disco híbrido prácticamente iguala los resultados del SSD, haciendo que a efectos prácticos sea indiferente uno u otro. Con unas esperas un 50% inferiores a las del disco de fábrica, el paso a cualquiera de los otros dos discos vale mucho la pena, y recorta una cantidad considerable de los 25-35 segundos de la pantalla de carga.
En general podemos sacar tres conclusiones de nuestras pruebas con Xbox One. La primera es realmente obvia: el SSD es una solución premium con un precio superior, pero también ofrece los mejores resultados - especialmente el títulos con uso intensivo de datos como The Witcher 3. Sin embargo, el disco híbrido arroja números parecidos con Dead Rising 3 y Project Cars, con un precio muy inferior al tiempo que se dobla la capacidad. Para obtener una mejora en todos los juegos el SSD es el camino a seguir, pero si el espacio libre es también uno de tus problemas quizás optando por el híbrido mates dos pájaros de un tiro.
La segunda conclusión está relacionada con el elefante en la habitación. Desgraciadamente, aunque estos discos sean mucho más rápidos que la solución estándar de Xbox One, ni de lejos se aprovecha todo su potencial. En un PC este disco SSD de OCZ puede alcanzar velocidades de lectura de hasta 550Mbps con una conexión SATA3, mientras que en Xbox One el pico de transferencia se limita sustancialmente por el puerto USB 3.0. Pero incluso con este cuello de botella la mejora es clara, y las mejoras se deben a la reducción en los tiempos de búsqueda que permite la tecnología de estado sólido.
Tiempo de carga (Segundos) | Disco duro estándar Xbox One | Xbox One SSHD | Xbox One SSD | Disco duro estándar PS4 | PS4 SSHD | PS4 SSD |
---|---|---|---|---|---|---|
Media (pruebas idénticas) | 54.1 | 36.9 | 31.8 | 43.9 | 38.3 | 31.6 |
Total | 1138.0 | 701.6 | 605.0 | 835.3 | 728.6 | 601.5 |
Y como colofón, es interesante comparar la experiencia con la de PlayStation 4. El proceso es simplemente más sencillo en Xbox One, donde en vez de reemplazar el disco duro interno de la consola (y hacer una copia de seguridad completa antes), aquí es todo plug and play. Hay que buscar una carcasa USB, desde luego, pero esto también implica que puedes seguir usando el disco duro interno en combinación con el externo, aumentando la capacidad de almacenamiento y pudiendo escoger en qué disco duro guardar cada juego.
Sobre las ganancias netas en términos de tiempos de carga, Xbox One se ve más beneficiada que PlayStation 4 con el paso al SSD, simplemente por el hecho de que su disco duro de fábrica es en general más lento que el usado por Sony. Esto se puede explicar con una cifra muy clara: Xbox One tarda diecinueve minutos en total para pasar las pruebas con su disco estándar. PlayStation 4, mientras, tarda solo quince minutos pasando las mismas pruebas con los mismos juegos. Al pasar a un SSD en ambas, sin embargo, la cifra final es casi idéntica en ambas consolas, diez minutos.
Al final, responder a la pregunta de si vale la pena ampliar el disco duro de tu Xbox One es fácil. Los beneficios son mayores en la consola de Microsoft, y el proceso para ello es también más sencillo. Dada la cantidad de instalaciones de gran tamaño que hemos visto en esta generación, los 500GB del disco duro de fábrica se quedan cortos prontos, convirtiendo la inversión en un segundo disco duro prácticamente en una necesidad. A qué velocidad, claro, ya depende de tus necesidades y, sobre todo, de tu presupuesto.