Digital Foundry vs Call of Duty: Modern Warfare Remastered
¿Remaster? Más bien un remake completo.
La gran mayoría de remasters tienden a ofrecer un apartado visual a 1080p nativos y un aumento en la tasa de frames, pero con frecuencia también un poco más en términos de mejoras gráficas. No obstante, Call of Duty: Modern Warfare Remastered es diferente, y la desarrolladora Raven Software ha hecho un trabajo completo con el aspecto visual para la actual generación de consolas. Eso significa que no sólo hay un aumento de resolución, sino también nuevos assets, efectos mejorados y un trabajo de cámara que da más dinamismo en las escenas cinemáticas. En ese sentido, llamar a esta última versión de Modern Warfare un remaster no sería del todo justo, ya que lo que tenemos es un remake en toda regla de un título que definió los shooters en primera persona de la anterior generación.
Por supuesto seguimos estando ante el mismo juego, y el gameplay y el diseño de niveles permanecen idénticos al original, pero al mismo tiempo las mejoras visuales ciertamente ayudan a lograr una experiencia más inmersiva si lo comparamos con el original. Eso resulta claro justo en el momento en que salimos del hangar para empezar la misión de entrenamiento, donde la combinación de la mayor resolución y la complejidad gráfica muestran cómo ha cambiado todo en el remaster. Para este artículo nosotros analizamos la versión de PS4 (gracias a que hemos podido acceder antes a la campaña) que cuenta con una resolución nativa a 1080p que eclipsa con facilidad a la de 1024x600 del original de Xbox 360.
Y como era de esperar, eso ofrece una mejora considerable en la calidad general de la imagen, aunque el aumento en el recuento de píxeles es una de las mejoras menos importantes del remaster debido a los dramáticos cambios que hay en otras partes. Por ejemplo, la zona del campamento abierto del principio, que en el remaster cuenta con muchos más vehículos en pantalla y otros objetos adicionales, como reclutas corriendo por el exterior o tanques que avanzan mientras te diriges al siguiente punto. Las condiciones climatológicas y de iluminación son mucho más oscuras, lo que da una mayor sensación de autenticidad acorde con tierras inglesas, y que el entorno esté tan ocupado ayuda a conferir más vida a un mundo que, en el original, era un poco estéril. Esta es una tendencia que permanece durante todo el juego, y transforma cada localización, vehículo y personajes de alguna u otra forma.
Los primeros planos de los personajes principales durante las escenas cinemáticas muestran un salto generacional tanto en la complejidad geométrica como en el trabajo de los efectos respecto al juego original. Elementos como las cartucheras adicionales de la ropa se han construido desde altos niveles de geometría, así como los detalles granulares de las armas, que aparecen mucho más definidas. Un cambio similar se aplica también a los entornos, donde la combinación de una mayor geometría, nuevas texturas y normal maps trabajados de nuevo producen localizaciones sustancialmente más detalladas, en las que aparecen tiroteos frenéticos y otros momentos dramáticos. Los nuevos shaders también proporcionan un aspecto más realista a las superficies tanto en personajes como en escenarios, aunque no están al mismo nivel que en Advanced Warfare o Black Ops 3, pero se acercan bastante en ocasiones.
En muchas zonas la posición de vehículos y objetos también se ha cambiado ligeramente para dar mayor sensación de que estamos en territorio asolado por la guerra, de modo que cosas como las carretillas de comida alineadas en mitad de las calles aparecen ahora parcialmente rotas en el remaster, mientras que los coches quemados están en ángulos más torcidos. Hay más basura por las calles, y en las zonas rurales los caminos embarrados tienen más detalle en forma de normal maps que recrean las huellas de las ruedas y otras distorsiones en la superficie. Estos son cambios relativamente pequeños vistos en perspectiva, pero ayudan a alterar el aspecto del juego, y en muchos casos los cambios parecen naturales y funcionan muy bien. Destaca la atención por el detalle que se ha puesto en el remaster.
La iluminación y los efectos también sufren una mejora dramática, y se usan para crear un aspecto más oscuro y sucio, Durante las secuencias nocturnas en el exterior, la oscuridad adicional añade más atmósfera, aunque los cambios no siempre funcionan tan bien durante todo el juego. El escenario icónico del petrolero luce bastante más realista en el original, con tonos grisáceos más suaves cuando se explora el interior. De igual forma, los desiertos de Oriente Medio aparecen más brillantes en la secuencia original, aunque la misma escena cuenta con mejor saturación del color y profundidad en el remaster, junto con efectos HDR de iluminación más pronunciados.
De hecho, hay de lejos más fuentes de luz en el remaster, lo que ofrece un mayor rango dinámico a cada escena. Elementos como edificios en llamas, explosiones y resplandores erigiéndose en el cielo nocturno cuentan con un aspecto más saturado y efectista, añadiendo una capa extra de intensidad en los momentos en los que aparecen. Mientras tanto las explosiones se benefician de un aumento en partículas e iluminación, junto con efectos volumétricos que añaden un brillo distintivo a esos elementos. Otros toques incluyen física de partículas, simulación del viento, motion blur y una profundidad de campo mejorada, aunque curiosamente, el humo parece estar un paso atrás respecto al original. Aunque el nuevo efecto crea una animación más realista y tiene más profundidad, por lo general aparece menos cantidad en muchas escenas.
A lo largo de todo el juego la mejora es palpable, y claramente pone a Call of Duty Modern Warfare en la misma línea que sus secuelas modernas. Aunque no todos los aspectos de la presentación van acorde con los últimos juegos, si partimos de juegos de la pasada generación como Black Ops 2 ciertamente puede notarse el salto generacional. Y sorprendentemente, el aumento en la calidad gráfica no pasa factura al rendimiento, y el frame-rate se mantiene cerca de los 60fps durante la mayor parte del juego.
En los momentos en los que hay más acción, con el uso de efectos alfa e iluminación, el frame-rate decae un poco, hasta los 50 o 40 en escenas determinadas, aunque eso rara vez nos distrae de la experiencia general. El motor pronto se recupera, y se restablecen los 60fps bloqueados. Eso conlleva una verdadera sensación de solidez al movimiento y a la fluidez del juego, lo que mejora todavía más con la ausencia de tearing.
Infinite Warfare puede que sea el Call of Duty blockbuster de este año, pero viendo este remaster es fácil deducir por qué tantos fans están quizá más emocionados por volver al Modern Warfare original una vez más. El gameplay se mantiene prácticamente intacto, y la sensación es la de estar ante un juego que tiene los pies más en la tierra en comparación con sus secuelas, y con escenas más realistas y una variedad decente en el diseño de las misiones para un Call of Duty. Ciertamente no se siente tan épico como los últimos juegos, aunque no obstante, la mejora gráfica ayuda a sortear la diferencia bastante bien desde un punto de vista visal, con un flare adicional en las escenas de acción y un nuevo trabajo en los efectos básicos.
En ese aspecto, Raven ha actualizado con éxito Call of Duty 4 a los estándares de la actual generación, y los resultados son muy buenos. El uso de nuevos assets y efectos ayuda a añadir más atmósfera e inmersión a la experiencia familiar de Modern Warfare, mientras que el gameplay central permanece altamente jugable. El resultado es una campaña menos estrambótica en la que los momentos más grandilocuentes están más constreñidos, y donde la variedad de las misiones y la acción más sedada crean un tono muy distinto de los Call of Duty de hoy en día. Es un cambio agradable respecto a ese bombardeo constante a lo Michael Bay, aunque algunas de las escenas más elaboradas del Modern Warfare original no tienen el mismo impacto que tuvieron en su día.
Pero la mejor conclusión es que los remasters todavía pueden ofrecer una gran experiencia que se acerca a lo más nuevo, a títulos de la franquicia más elaborados, siempre que se haga bien. En este caso, la decisión de hacer un remake de Call of Dty 4 ha sido la acertada, y aunque el gameplay pueda sentirse un poco viejo en ocasiones, vale la pena volver a visitarlo, y el trabajo realizado está a un nivel superior de lo que vemos normalmente. Con un poco de suerte, la popularidad del juego logrará que las secuelas reciban el mismo trato, pero por el momento, vale la pena echar un vistazo a Modern Warfare: Remastered. Es una pena, eso sí, que Activision lo haya usado para promover las ventas de Infinite Warfare cuando el contenido es lo bastante bueno como para mantenerse en pie por sí solo.